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Borodyanka es una ciudad que resume la guerra de Putin. Los rusos llegaron casi el primer día de la invasión y se fueron 39 días después. Y en ese tiempo, cenizas y cadáveres. Todavía ahora siguen descubriendo fosas comunes. En esta que abrieron ayer mismo, había 9 personas, incluida una adolescente de 15 años.

La visita de Sánchez a Ucrania llega en plena ofensiva rusa sobre el Donbás. Zelenski ha desmentido que todo Mariúpol esté ya bajo control ruso, como afirma el Kremlin, y ha pedido a la comunidad internacional armas pesadas para recuperar la ciudad. Putin ha ordenado bloquear la acería, dejar a los soldados ucranianos que se esconden allí sin agua ni comida.

FOX, el canal conservador estadounidense, crítico con Biden, gana protagonismo en Rusia cuando un presentador estrella cuestionó las sanciones a los oligarcas rusos. Enseguida se hicieron eco las agencias de noticias en Moscú: "Los estadounidenses acusan a Biden de destruir su propio país con las sanciones". "No hay ningún medio occidental independiente, solo Fox News intenta presentar un punto de vista alternativo", ha asegurado Sergei Lavrov, Ministro ruso de Exteriores.

La aplicación de mensajería instantánea, Telegram, desarrollada por el millonario ruso Pável Dúrov, no es solo refugio para quienes buscan alternativas a los medios estatales. Algunas embajadas rusas y agencias oficiales como Tass y Ria Novosti se han hecho muy activas también en la red. Tatiana Felgengauer cubría las ruedas de prensa de Vladímir Putin como directora adjunta de la radio independiente 'El Eco de Moscú'. Al comienzo de la guerra tenía 20.000 seguidores en Telegram. Hoy tiene 40.000, después de que el Kremlin bloqueara su emisora y prohibiera otras redes sociales como Facebook e Instagram.

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Rusia ha asegurado que sus tropas ya controlan la ciudad clave de Mariúpol tras 56 días de guerra, como parte de su ofensiva para "liberar" el Donbás. El Ejército ruso sigue bombardeando ciudades del este de Ucrania y el presidente ruso ha ordenado no asaltar la fábrica de Azovstal, pero sí bloquearla. No habría derramamiento de sangre, pero sin ayuda las familias que según el batallón de Kiev se resguardan allí podrían morir en cuento se quede sin comida y sin poder salir.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra reunido con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Kiev, para trasladarle en persona, en una simbólica visita, el pleno apoyo de España ante la invasión que sufre su país por parte de Rusia. La visita de Sánchez, junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, con la que ha llegado en tren a Kiev, se produce solo un día después de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, viajara a la capital ucraniana. Antes de reunirse con Zelenski, ambos mandatarios han visitado Borodianka, ciudad a unos 40 kilómetros al norte de Kiev asediada y destruida por las tropas rusas. [Guerra Rusia - Ucrania: sigue la última hora en directo]

La guerra se ha prolongado hasta llegar a la semana número ocho. En el día 50 de la invasión rusa, ucrania aseguró haber abatido el buque Moskva, una insignia para el ejército ruso. La guerra continúa y deja tras de sí cientos de cadáveres. La fiscalía ucraniana denuncia que el 95% de los cadáveres que fueron hallados en Bucha mostraron heridas por impactos de bala, lo que podría apuntar a un nuevo crimen de guerra.

Y a pesar de que Rusia ha vuelto a fijar uno de sus blancos de ataque en la capital, Ucrania ha rechazado cualquier ultimátum ruso, y ha exclamado que lucharán hasta el final, motivo por el cual, el presidente Volodímir Zelenski sigue pidiendo armas a los países que le apoyan.

Rusia ha bombardeado por primera vez el centro de Leópolis. Tres de los cuatro misiles impactaron contra un almacén de armas en el centro de la ciudad, a tan solo 75 kilómetros de Polonia, y el último de ellos cayó sobre un taller mecánico. El ataque dejó once heridos y siete muertos.

Rusia dio por iniciada su gran ofensiva final en el Donbás, y, sin embargo, varios de los cinco millones de ucranianos que salieron del país están regresando a Ucrania por diversos motivos. En este gran ataque final, la avanzadilla rusa ha encontrado cierto obstáculo: la resistencia de la acería de Azovstal, que les impide continuar por el este.

Rusia asegura haber conquistado Mariúpol, la ciudad portuaria del sur de Ucrania que se ha convertido en símbolo de la resistencia ante la invasión y del sufrimiento de la población civil. Las autoridades ucranianas no han confirmado por el momento que la ciudad haya caído en manos rusas, pero han exigido un corredor humanitario para sacar a los civiles y a los soldados heridos de la fábrica.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha afirmado que sus fuerzas armadas han tomado el control de la ciudad salvo la acería de Azovstal, donde se han hecho fuertes unos 2.000 soldados ucranianos y también hay civiles.

Putin le ha felicitado por la operación y ha cancelado la orden de asaltar la acería. "Considero inapropiado el asalto propuesto a la zona industrial. Ordeno cancelarlo", ha dicho el presidente, que lo ha justificado para evitar bajas propias. "No hay necesidad de bajar a estas catacumbas y arrastrarse bajo tierra por esas instalaciones industriales", ha añadido.

En su lugar, ha pedido que el bloqueo del complejo sea total y que "ni una mosca" pueda salir sin ser detectada.

Foto: La acería de Azovstal, en Mariúpol. REUTERS/Alexander Ermochenko

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado este jueves a Kiev, donde tiene previsto reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para trasladarle en persona el pleno apoyo de España ante la invasión que está sufriendo su país por parte de Rusia desde el pasado 24 de febrero. Sánchez ha llegado a primera hora de la mañana a la capital ucraniana en tren, junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Desde Kiev, ambos mandatarios se han trasladado a Borodyanka, localidad al norte de la capital, que fue asediada y destruida por las tropas rusas. [Guerra Rusia - Ucrania: sigue la última hora en directo]

Foto: El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en Kiev, junto a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Moncloa.

Fran Sevilla, enviado especial de RNE a Kiev, se encuentra en la estación de tren con el chef José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen, que está cocinando en unas 400 cocinas y distribuyendo comidas en distintos puntos de Ucrania, a las personas afectadas por la guerra. José Andrés se ha desplazado hasta la estación de Kiev para recibir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y dice sentirse orgulloso de la iniciativa de visitar la capital de Ucrania en un momento tan importante.

Sobre el ataque de un misil hace unos días que impactó cerca de una de las 32 cocinas de World Central Kitchen en Járkov, José Andrés cuenta que elmaterial que pudo ser recuperado de esa cocina se transportó en un camión a otra localización y ayer, incluida una de las voluntarias heridas, se puso la cocina en marcha y se reanudó el reparto de comidas. "Me encuentro bien, obviamente estamos en una guerra y nunca sabes cuándo te puede caer un misil, pero me llega de orgullo ver que a estos ucranianos no hay nada que les pare", cuenta el chef a los micrófonos de RNE. "Es muy importante que cada país, cada democracia, estén al lado del presidente Zelenski y de Ucrania", defiende.

"Hay varias Ucranias a la vez. Te puedo llevar a Kiev y puedes ir a un restaurante y comer sushi. A donde va hoy el presidente, Borodyanka, te encontrabas a personas que llevaban 30, 35, 40 días, en los que no había tenido acceso a comida. Incluso cuando una abuela o madre se aventuraba a salir, podían ser disparadas a sangre fría por un francotirador. Son historias que hemos visto", relata José Andrés, cuya ONG reparte 320.000 comidas al día y han repartido millones de kilos de comidas en bolsas. "Hemos tenido mucha ayuda del presidente de los ferrocarriles, donde llevamos muchos vagones de comida cada día a los diferentes puntos de Ucrania, sobre todo a aquellos que están siendo atacados. Estamos estratégicamente colocando muchos alimentos para que, si esas ciudades se pierden, no suceda lo mismo que hemos visto en Mariúpol y otros lugares", cuenta.

Rusia está a punto de tomar la ciudad ucraniana de Mariúpol, situada en el Mar de Azov, asediada y bombardeada desde hace más de un mes. La ciudad portuaria, que antes de la guerra tenía 400.000 habitantes, es ahora un erial donde los cuerpos yacen entre los escombros y unos 100.000 civiles intentan sobrevivir sin víveres o huir cuando tienen la posibilidad, como ocurrió con un pequeño grupo este pasado miércoles.

La resistencia se limita a la planta metalúrgica de Azovstal. Allí combaten aún un número indeterminado de soldados de diversos cuerpos y miembros del Batallón Azov, una milicia de ideología ultraderechista encuadrada en el Ejército ucraniano. Según las autoridades locales y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la planta también hay unos mil civiles, incluyendo familiares de los defensores.

Construida en los años treinta del siglo pasado por Stalin, la planta de Azovstal . Uno de los comandantes de las milicias prorrusas del Donbás la ha descrito como "una fortaleza dentro de una ciudad".

Foto: REUTERS/Alexander Ermochenko

Las sanciones de la Unión Europea, ¿afectan solo a quienes tienen algo que ver con la guerra o a toda la población? ¿Vulneran derechos? Una persona que se vea afectada, ¿puede reclamar? Le preguntamos éstas y otras dudas a Clara Portela, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Valencia.

Pablo, ruso que vive en Moscú, nos cuenta que las heridas que está produciendo la guerra puede que no se curen nunca.

La foto es de nuestra enviada especial Carmen Julia Hernández en un banco de Leópolis.