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Rusia ha sustituido al comandante de las fuerzas militares que combaten en la guerra en Ucrania, cargo que asumirá Valeri Guerásimov, actual jefe del Estado Mayor del Ejército ruso. Releva al general Serguéi Surovikin, que recomendó en noviembre la retirada rusa de Jersón, considerado el peor revés sufrido por las tropas rusas en el conflicto.

El relevo se ha justificado por "la ampliación de la magnitud de los objetivos a cumplir y la necesidad de la organización de una cooperación más estrecha entre las diferentes tropas del Ejército ruso".

El Batallón Dobrobat es un batallón de voluntarios que repara y reconstruye las casas dañadas en la guerra en Ucrania. Son trabajadores que, en su tiempo libre, retiran cascotes, fragmentos de misiles, tapian ventanas reventadas para que no entre el frío y, sobre todo, ayudan a los que no tienen recursos a reparar sus hogares.

Un misil S-300 ha impactado, de madrugada, en el patio de una casa, no ha habido víctimas. El Servicio de emergencias contacta con Dobrobat, su intervención tiene que ser rápida. No llevan uniforme militar, solo un chaleco con el nombre de su unidad. No están en el frente y sus armas son herramientas y taladradoras. Sin embargo, desde la retaguardia, su labor es imprescindible.

Foto: TVE

Rusia ha sustituido al comandante de las fuerzas militares que combaten en la guerra en Ucrania, cargo que asumirá Valeri Guerásimov, actual jefe del Estado Mayor del Ejército ruso. Releva al general Serguéi Surovikin, que recomendó en noviembre la retirada rusa de Jersón, considerado el peor revés sufrido por las tropas rusas en el conflicto.

Por orden del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, Surovikin ejercerá a partir de ahora el cargo de subjefe de la agrupación conjunta de tropas en la zona de la "operación militar especial".

Foto: El nuevo jefe de las fuerzas militares rusas en Ucrania, Valery Gerasimov, junto al ministro de defensa ruso GAVRIIL GRIGOROV / SPUTNIK / AFP

Se cumple un mes del tope al precio sobre el petróleo de Rusia y del veto europeo a su importación por barco, la principal vía de entrada a la Unión. Y Moscú está sintiendo sus efectos. Según un estudio del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), ambas medidas están costando a Rusia cada día unos 160 millones de euros, una cifra que se espera que aumente hasta los 280 millones de euros diarios una vez que entre en vigor el último paquete de sanciones aprobado por la Unión Europea. Foto: Getty Images

Ucrania lleva meses pidiendo a sus aliados occidentales que le envíen carros de combate para poder doblegar a Rusia en el campo de batalla, pero, de momento, la Unión Europea y Estados Unidos se resisten a entregar ese tipo de vehículos pesados al ejército ucraniano. Los Leopard 2, de diseño alemán, son los carros de combate anhelados por Kiev. El escritor y analista de Defensa, Juanjo Fernández, nos explica cómo son esos carros de combate, qué ventajas darían a Ucrania y por qué Occidente se niega de momento a facilitar ese tipo de armamento.

La Unión Europea (UE) y la OTAN han firmado este martes una nueva declaración conjunta para estrechar su colaboración, y han prometido continuar su apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, han firmado el documento en la sede de la Alianza Atlántica, en Bruselas.

Stoltenberg ha declarado que la OTAN y la UE están "determinadas a llevar su asociación al siguiente nivel", y que el apoyo a Ucrania debe fortalecerse aún más. Según el secretario general de la Alianza, Putin ha "fracasado" en su intento de dividir a Occidente con el conflicto ucraniano.

Por su parte, Von der Leyen, ha afirmado que Ucrania debería obtener toda la asistencia militar que necesita y no ha descartado extender las sanciones económicas a Bielorrusia e Irán por su apoyo militar a Moscú.

Foto: John THYS / POOL / AFP

Los bombardeos se intensifican en Bajmut, al este de Ucrania, una ciudad vacía en la que no hay nadie en las calles ni en las casas. Cuesta imaginar que aquí antes vivieran 70.000 personas, incluso que hubiera vida, alegría o atascos. Ahora se trata del centro de todas las batallas. Día tras otro, se libran los combates más feroces y las tropas rusas intensifican su avance con dos objetivos claros: controlar la región del Donbás y, además, las minas de sal que abastecen al 90% de la población ucraniana.

Foto: Dimitar DILKOFF / AFP