Hace una semana del atentado yihadista que sacudió Moscú, dejando más de 140 muertos en la capital rusa. Perpetrado por el Estado Islámico de Jorasán, aunque Putin desde un primer momento apuntaba a Ucrania como país autor de la masacre. Ha estado en Las Mañanas de RNE José María Faraldo, historiador, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro ‘Sociedad Z. La Rusia de Vladimir Putin’, para analizar el contexto de este ataque.
Faraldo está convencido de que el señalamiento de Rusia a Ucrania como supuestos autores del atentado, primero como autores materiales, y luego como autores intelectuales, es una muestra de su “absoluta desesperación”. “El liderazgo ruso ha puesto tanto esfuerzo en destruir Ucrania que se le ha olvidado que tiene otros enemigos más cercanos. Están intentando ocultar de alguna manera ese error, esa falta de medios que habían puesto en la lucha contra el terrorismo”, explica el profesor.
También alude a que los servicios de seguridad rusos están empeñados en eliminar toda resistencia y disidencia dentro de Rusia “y no tenían en su mirada qué estaba pasando con los terroristas o con los grupos de resistencias islámicas”, a pesar de que, según explica el profesor, varios países alertaran sobre un posible atentado en Moscú. Aunque se habla de que Putin ha proporcionado seguridad a los rusos y el presidente ha utilizado este argumento como bandera, Faraldo explica que "el gobierno de Putin es experto en crear realidades alternativas". El profesor argumenta que la inseguridad ciudadana está creciendo a pasos agigantados y que Putin ha conseguido dar una sensación de estabilidad que es "bastante falsa". Faraldo destaca que la sociedad rusa es una sociedad “que intenta dejar a un lado todo lo que tenga que ver con la guerra” e intenta no pensar en ello. Es una sociedad que "tiene miedo", pero no tienen ninguna respuesta ni posibilidades de cambiarlo: “La violencia en Rusia es algo, podríamos decir, endémico”, asegura.