Los cuatro hombres han sido imputados con cargos de terrorismo y pueden afrontar una cadena perpetua, ha informado la agencia TASS. Los detenidos han sido mostrado a la prensa con heridas en la cara y el cuerpo, y uno de ellos incluso en camilla.
En total, las fuerzas de seguridad rusas han detenido a once personas vinculadas con el atentado, cuatro de las cuales participaron personalmente en la matanza, según las autoridades.
Rusia ha lanzado esta noche duros ataques sobre Kiev y Leópolis, en el oeste de Ucrania, sobrepasando uno de los misiles el espacio aéreo de Polonia, según las Fuerzas Armadas polacas, que se ha puesto en estado de alerta. El ataque, dirigido a la infraestructura energética según Rusia, se produce un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, vinculara a Ucrania con el atentado de Moscú, que ya ha sido reivindicado por el Estado Islámico. Ucrania ha negado estar implicada en los hechos. Foto: REUTERS/Valentyn Ogirenko
El Estado Islamico del Jorasán, o el 'ISIS-K', por sus siglas en inglés, al que apunta la inteligencia EE.UU, por su relación con el atentado de Moscú, es una rama local del Daesh enfrentada a los talibanes de Afganistán y a Irán. Son leales al EI, pero funcionan con mucha autonomía.
Nació en 2015 y tomó el nombre de esta región histórica que ya no existe: el Jorasán. Entonces, actuaban a nivel local, sobre todo en Afganistán, pero ahora son más fuertes que el propio ISIS.
Flores, velas y fotografías llenan los alrededores del ayuntamiento de Krasnogorsk, a unos 20 kilómetros del centro de Moscú. Pese a la lluvia, las ofrendas - que ya comenzaron el sábado - no han dejado de aumentar desde primera hora de la mañana hasta erigir un memorial improvisado en recuerdo de los 137 muertos, entre ellos, tres niños, en el atentado del viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall. Foto: EFE/EPA/ANATOLY MALTSEV
Flores, velas y fotografías llenan los alrededores de la sala de conciertos Crocus City Hall, en la ciudad de Krasnogorsk, a unos 20 kilómetros del centro de Moscú. Las ofrendas - que ya comenzaron el sábado - no han dejado de aumentar desde primera hora de la mañana, hasta erigir un memorial improvisado en recuerdo de los 133 muertos en el atentado del viernes en el edificio, entre ellos, tres niños. Rusia vive así este domingo un día de luto por los afectados, mientras sigue pendiente de las 152 personas que resultaron heridas y de las cuales la mayoría siguen hospitalizadas. Foto: REUTERS/Maxim Shemetov
Los vídeos verificados muestran cómo los disparos comenzaron en el exterior y siguieron dentro. En el edificio, al que los terroristas prendieron fuego, han muerto más de 130 personas.
El auditorio ha quedado carbonizado. Algunos cuerpos han aparecido entre los escombros. El comité oficial que investiga el ataque busca pruebas en el lugar del suceso y ha mostrado algunas de las armas largas automáticas y la munición que llevaban los terroristas. Los atacantes se dieron a la fuga después de prenderle fuego al edificio usando líquidos inflamables. Un día después de la matanza, las autoridades han detenido a 11 personas, entre ellas los cuatro supuestos autores materiales. Los han capturado cerca de Briansk, en la frontera con Ucrania. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho que los detenidos pretendían huir hacia Ucrania, donde tenían contactos que ya les habían preparado una vía de entrada.
Rusia ha sufrido muchos ataques terroristas en las últimas décadas. Los más graves, a finales de los 90 y principios de los 2000. Precisamente, entonces llegó al poder Vladimir Putin, que acaba de iniciar su quinto mandato. En 1999, varias explosiones en bloques residenciales mataron a más de 300 personas en tres ciudades rusas, incluida Moscú. El Kremlin acusó a terroristas chechenos y sirvió a Putin para justificar la segunda guerra de Chechenia. En 2002, militantes chechenos secuestraron el teatro Dubrovka, en la capital rusa. Hubo 130 muertos, muchos provocados por el gas tóxico que usaron las fuerzas rusas, tras una crisis de rehenes que duró varios días. 2004 fue uno de los peores años. Hubo varios ataques: terroristas suicidas causaron la muerte a decenas de personas en el metro de Moscú y provocaron explosiones en dos aviones. La masacre en la escuela de Beslán conmocionó al país. Militantes chechenos armados irrumpieron en una fiesta de inicio de curso. Hubo 334 muertos, más de la mitad niños. Los atentados suicidas se repitieron en el metro de Moscú en 2010, por parte de grupos rebeldes del Cáucaso Norte, con 40 víctimas mortales. En 2011, en un aeropuerto moscovita murieron más de 40 personas. En 2015, el grupo terrorista Estado Islámico derribó un avión de pasajeros ruso cuando sobrevolaba Egipto y mató a 224 personas . En 2017, otro atentado suicida golpeó el metro de San Petersburgo. Dejó 14 muertos.
Foto: Bomberos y trabajadores de los servicios de emergencias transportan a una mujer, víctima del atentado terrorista ocurrido en el metro de San Petersburgo el 3 de abril de 2017 (EFE/Anton Vaganov)
El terrorismo yihadista no es nuevo en Rusia. Grupos procedentes de Asia Central y del Cáucaso ya han cometido atentados en el pasado. Según informes de Inteligencia, durante la guerra civil en Siria muchos yihadistas salieron de la Federación Rusa y otras ex repúblicas soviéticas para combatir a Bachar Al Asad, apoyado por el presidente ruso, Vladímir Putin. Por eso, los terroristas podrían poner de nuevo su foco en Moscú. Ucrania, por su parte, niega cualquier relación con este atentado.
Algunos de los cuerpos han sido encontrados entre los escombros de este edificio que ha quedado calcinado después de ese incendio de grandes proporciones que provocaron los asaltantes tras el tiroteo. El fuego ya está completamente extinguido.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso ha detenido a once personas relacionadas con el atentado perpetrado en una sala de conciertos a las afueras Moscú, una masacre que ha dejado 133 muertos y cientos de heridos. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha prometido castigar a los responsables en su primer intervención televisada tras el ataque.