Costel empezó a tener fiebre, falta de olfato, dolores musculares y de cabeza hace 10 días. Le hicieron la PCR, pero hasta este viernes no le han llamado para confirmar que era negativo. Su caso no es único. Es la media de lo que tardan los resultados de los análisis que van al Hospital Clínico o al de Leganés de Madrid, según fuentes de Atención Primaria. Esto se traduce en un colapso en algunos centros de salud. En el Clínico nos reconocen que por falta de material no han podido responder a la demanda.
A partir de las diez de la noche, cuatro barrios de Palma de Mallorca estarán confinados durante las próximas dos semanas. Sus vecinos podrán desplazarse por sus calles, pero sin salir de esa zona. En Torrelavega, Cantabria, el confinamiento en el barrio La Inmobiliaria durará otros 14 días, tras el brote en un bautizo. En Murcia, en plena campaña de recogida de la uva, Jumilla empieza un confinamiento flexible. Desde la medianoche del viernes, la guardia controla los accesos a Andorra en Teruel.
La situación en los hospitales por los ingresos de pacientes con COVID-19 está "relativamente controlada", según Sanidad, pero las cifras son muy diferentes según las comunidades autónomas y el número de contagios. En Madrid, la ocupación de pacientes con coronavirus en los hospitales es del 17%, diez puntos más que la media del país.
Fernando Simón explica que desde mediados de julio el grupo con más positividad es el de las personas en ua edad de entre 25 y 39 años, aunque han aumentado los contagios en los grupos más jóvenes. "Hay algo mas de transmisión entre ellos, se ha controlado el ocio nocturno, pero estamos viendo los ultimos coletazos de las fiestas, botellones y ocio noctunro".
En las últimas 24 horas se han registrado 4.137 positivos por COVID-19, con alrededor de 9.000 casos acumulados. Fernando Simón, director del CCAES, asegura que España se mantiene en cifras similares a las presentadas en los últimos días. "Los datos parece que se están estabilizando", dice Simón, que añade que en algunas zonas incluso hay descensos de casos. "La mitad de nuestras provincias están estabilizadas o en fase de descenso, la otra mitad en ascenso".
Fiebre, problemas respiratorios, tos... Son síntomas asociados al COVID-19 que se incluyen en todos los protocolos escolares. Pero hay otros más inespecíficos, como la congestión nasal o el dolor de garganta, en los que hay diferencias entre comunidades autónomas. Los niños catalanes y gallego podrán acudir al colegio si solo tienen esos síntomas, algo que los expertos no ven descabellado.
Donald Trump reconoce que rebajó en público la gravedad del coronavirus al principio de la pandemia porque quería evitar que se desatara el pánico y la histeria. El presidente de EE. UU. se ha visto obligado a reconocerlo al salir a la luz una entrevista al periodista Bob Woodward en la que afirmaba que "es un asunto más complicado, más delicado". Los periodistas han insistido a Trump en cómo deteriora esto su credibilidad y liderazgo.
Donald Trump ha admitido que siempre ha tratado de minimizar la gravedad de la COVID-19 para no crear pánico, a pesar de estar informado de su gravedad. Lo reconoció el miércoles y en una entrevista en febrero en la que dijo al hablar del virus "se mueve en el aire". Es una de las que publica en su nuevo libro el legendario periodista Bob Woodward, que grabó horas de conversaciones con el presidente.
A falta de que Fernando Simón actualice esta tarde los datos, la cifra más preocupante, ahora mismo, es la de los ingresos hospitalarios, que no paran de aumentar. En los últimos 7 días han ingresado 171 pacientes en las UCI. Hace un mes eran 45. Los datos difieren mucho según la comunidad autónoma en la que se ponga el foco.
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirma que conocía la gravedad del COVID-19 pero que no minimizó para que no cundiera "el pánico" entre la población, según un libro del periodista Bob Woodward que recoge varias entrevistas al inquilno de la Casa Blanca.
En Estados Unidos la mayoría de las universidades han empezado el curso a distancia. En algunas de las que han retomado las clases presenciales ya han aparecido focos de contagio de coronavirus que han obligado a cerrar las puertas y los directivos intentan atajarlos rápidamente con medidas que pueden llegar incluso a la expulsión. Las universidades se enfrentan a un horizonte incierto sin una fecha de vuelta a las aulas.