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Ignacio Rodríguez, es abogado y responsable de la ONG ‘14 Lawyers’. Está gestionando la salida de 100 personas desde Afganistán. Son gente que ha trabajado de forma indirecta con España. En su mayoría, dice, son abogados y activistas cuya vida ahora mismo corre peligro. Algunas son mujeres que habían incluso alcanzado cotas de poder y que ahora pueden estar en el punto de mira de los talibanes. Según Ignacio Rodríguez esas gestiones están siendo muy complicadas porque tanto la llegada al aeropuerto como la salida desde allí es muy complicada: “Es gente que ha dado la cara por su país y a la que ahora la comunidad internacional le da de lado. También España”. Según Rodríguez, España está gestionando la salida de sus colaboradores directos, pero está dejando de lado al resto. Desconfía completamente de la imagen de cambio que intentan dar los talibanes y asegura que con el paso de los días se demostrará la farsa.

Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha afirmado que "hay que extraer lecciones de esta derrota", en referencia a la llegada al poder de los talibanes en Afganistán. "Que han ganado los talibanes no es que lo diga yo, lo dicen también los titulares de todo el mundo y es un hecho incontestable", ha defendido en una entrevista en el Telediario, recordando además la relevancia política de lo que está ocurriendo en este país de Asia central: "Esto es lo más importante que ha pasado a nivel internacional desde la anexión de Crimea por parte de Rusia"

Asimismo, ha negado que la UE reconozca el gobierno talibán. "De reconocimiento nadie ha dicho nada. Una cosa es hablar, porque tenemos problemas que resolver, y otra cosa es reconocer políticamente", ha afirmado el alto representante.

Para Borrell, los talibanes parecen ser los mismos que hace 20 años, aunque "comunican mejor". Sin embargo, aún se desconoce que rumbo tomarán. Es por ello que las ayudas al desarrollo han sido paralizadas por el momento. "No lo empezaremos otra vez hasta que no sepamos a quién se lo damos y para qué. De momento oímos buenas palabras, pero no sabemos qué está pasando en Kabul".

Foto: El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad,  Josep Borrell.

Los talibanes han reprimido este miércoles una multitudinaria protesta en el este de Afganistán a favor de la bandera tricolor afgana, dejando al menos tres muertos y una docena de heridos según testigos, después de que los manifestantes se opusieran a sustituirla por la bandera blanca inscrita con la declaración de fe islámica, que representa su Emirato Islámico.

Las protestas, las primeras contra los talibanes desde que han tomado el control del país, han tenido lugar por la mañana en las calles de Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, una de las últimas ciudades en caer en manos de los talibanes.

Los líderes talibanes quieren proyectar una imagen de moderación, renunciando al tráfico de opio y hablando de derechos de las mujeres, aunque bajo la ley islámica. Aparentemente las calles de Kabul muestran normalidad, pero la presencia de los talibanes es muy evidente. Casi no se ven mujeres y las que aparecen, están acompañadas por un hombre y van tapadas según ordena la sharía.

Estados Unidos ha admitido que muchas de las armas y equipos de defensa con los que combatió durante dos décadas de guerra en Afganistán han caído en manos de los talibanes. Y ante el caos de la evacuación, el presidente, Joe Biden, sigue defendiendo su decisión de retirarse de Afganistán, a pesar de que la caída de Kabul recuerda mucho a la de Saigón. En el imaginario estadounidense la comparación es difícil de esquivar.

FOTO: El secretario de Prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, habla mientras el Mayor General del Ejército, William Taylor, escucha durante una conferencia de prensa en el Pentágono. Alex Wong/Getty Images/AFP