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Un hombre de avanzada edad que intentaba entrar en su vehículo, no lo consiguió y fue arrastrado por una tromba de agua hasta el mar. En Castellón, varias personas han sido rescatadas de sus vehículos y en Murcia algunas calles se han cortado al tráfico por las lluvias.
 

El Consejo de Ministros ha declarado "zonas afectadas gravemente por emergencias" lluvias y por pedrisco a las provincias de Cádiz, Huelva, Málaga, Castellón, Valencia, Alicante y Badajoz y, por tanto adoptará medidas y ayudas para paliar los daños provocados. El ministro portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, ha informado del acuerdo del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y ha señalado que se adoptarán las medidas urgentes oportunas para paliar los daños provocados por estos fenómenos meteorológicos, de acuerdo con la Ley de 2015 del Sistema Nacional de Protección Civil.

Un fenómeno habitual en los últimos cinco años: borrascas atlánticas que entran por el suroeste, en vez de hacerlo por el norte, y además con precipitaciones extraordinarias. En poco menos de un mes hemos visto dos tornados, en Valencia y Huelva, riadas en Cataluña con una víctima mortal, y lluvias torrenciales por todo el Mediterráneo. Fenómenos, según los expertos, que no se pueden atribuir directamente al cambio climático pero que sí cumplen una de sus premisas: son cada vez más frecuentes y extremos.

En Valencia se mantiene la alerta amarilla en toda la provincia, y también en el norte de Alicante. La lluvia también ha obligado a suspender las clases en varios centros de la provincia de Valencia, aunque no ha habido que lamentar ningún daño personal.

En la barriada de la ribera del Guadalhorce, toca limpiar los destrozos causados por el agua. Noventa y cinco litros que han inundado calles y casas sin que los vecinos pudieran hacer nada para evitarlo. A muy pocos kilómetros, en Cártama, uno de los municipios más afectados por el temporal, el caudal del Guadalhorce sigue bajando con fuerza.

Es el peor temporal que ha sufrido Andalucía en los últimos 25 años. Además de los dos fallecidos, ha dejado tras de sí hectáreas y hectáreas de cultivos completamente inundadas. Hemos visto rescatar a personas desde helicópteros. Viviendas, locales y garajes anegados. Muros caídos. Carreteras bloqueadas por el agua, vías férreas cortadas, interrupciones en los suministros.

Una joven ha muerto en Estepona. En las localidades de Cártama y Mijas, la Guardia Civil ha rescatado a gente que ha tenido que subirse a los tejados. E inundaciones en la capital, que también han afectado al Metro, que ha estado cerrado varias horas con algunas estaciones anegadas.