El menor de los Esnaola, Aitor, ha guiado a los agentes de la Guardia Civil por montañas de Guipúzcoa y Navarra, donde el comando Erreka tenía ocultos cinco zulos. Los montes elegidos para los depósitos de material explosivo están situados en Zegama, Azpiroz y Baraibar, además de en el caserío familiar de Legorreta.
En todos los puntos los agentes han encontrado más sustancias y elementos para la fabricación de bombas ocultos en bidones bajo tierra, en zonas boscosas de difícil acceso que la Guardia Civil ha recorrido a lo largo de todo el día apoyados por un helicóptero y decenas de vehículos.
La intensa búsqueda comenzaba de madrugada, de nuevo en la vivienda de los Esnaola. En una nave anexa al caserío, escondido en un falso suelo, han hallado un nuevo arsenal con polvo de aluminio. Este elemento es el utilizado por ETA para elaborar el explosivo amonal, junto con el nitrato amónico que ya se encontró el pasado martes.
Además de esta sustancia se han localizado componentes para la elaboración de bombas y un revolver con munición.
En total se calcula que lo intervenido a este comando llegaría a las dos toneladas de material para la fabricación de explosivos, uno de los mayores polvorines encontrados a ETA.