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Por segundo día el gobierno de Bélgica mantiene la alerta en el nivel más alto por amenaza de un atentado inminente. La policía busca a varios sospechosos. El metro sigue cerrado y se han anulado casi todos los eventos, incluidos los típicos mercados de la capital comunitaria. Se mantiene la recomendación de evitar lugares donde se concentre mucha gente.

Desde los atentados de París cualquier incidente que ocurra en torno a la frontera con Francia, por pequeño que sea, pasa a ser investigado por las fuerzas de la lucha antiterrorista. Una zona sensible en la que se ha reforzado la vigilancia con unidades de intervención de la policía y con el grupo rural de seguridad la Guardia Civil, departamentos especializados en situaciones de riesgo especial.

Abdelamih Abaaoud cogió el metro la noche del viernes, poco después de los atentados. Las cámaras de seguridad le captaron colándose en la estación de Croix de Chavaux, línea 9 de Montreuil. Está situada a 500 metros del Seat negro, en el que se desplazó el comando que acribilló a los clientes en las terrazas de bares y restaurantes. Eran las 10 y cuarto de la noche, casi una hora después de la masacre. En superficie se ha desatado el caos, con rehenes en la sala Bataclán. En ese momento, Abaaoud está a 6 km del lugar. Si ha llegado hasta ahí conduciendo el Seat, habrá tardado una media hora, desde las terrazas.

El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, ha propuesto en el Parlamento encarcelar a los yihadistas que vuelvan. Es una de las 18 medidas que ha presentado para garantizar la seguridad y combatir la radicalización. Ha planteado, además, que los fichados por el servicio de análisis de amenazas lleven un brazalete electrónico y se detenga a los predicadores que inciten al odio.

El principal terrorista huido de los atentados de París, Salah Abdeslam, ha cambiado su imagen y utiliza un nuevo nombre: Yassine Baghli. Así lo creen los investigadores franceses y así se lo han trasladado en las últimas horas a las distintas policías europeas, incluyendo a las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas, según han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista.

La prensa británica ha filtrado imágenes de cámaras de seguridad de uno de los establecimientos parisinos durante los ataques del viernes 13. En ellas se ve cómo transeúntes y clientes consiguieron salvar sus vidas, poniéndose a cubierto tras los improvisados parapetos de los locales. También cómo los terroristas dispararon indiscriminadamente contra todo lo que se movía.