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Casa Mediterráneo ha acogido la presentación del libro y la inauguración de la exposición "Tabarkinas" de Carma Casulá, un proyecto que muestra la historia y la cultura que comparten cinco territorios mediterráneos, situados en Túnez, Italia y España.

La igualdad de género es un asunto pendiente en todo el mundo. En los países árabes existen numerosas trabas para las mujeres, sin embargo la situación es diferente por países. Casa Árabe ha acogido la mesa redonda "políticas de género en Túnez y Libia" para dar a conocer la situación que viven las mujeres en ambos países, los avances de los últimos tiempos y los retos a los que se enfrentan.

Desde 1956 tras la independencia, el código de estatuto personal prohibe la poligamia, incluye el derecho a divorciarse o el derecho a la educación. El aborto es legal y libre desde 1973 hasta los 3 meses de gestación a petición de la mujer por cualquier motivo. Se legalizó, por cierto, en el mismo año que en Estados Unidos.

Las tunecinas salieron en primera línea a manifestarse a finales del 2010, inicio de la primavera árabe que propició la caída del dictador Ben Alí y han sido protagonistas del metro a metro del avance político y legislativo desde entonces.

La nueva ley electoral tunecina establece que las mujeres deben ocupar el 50 por ciento de las candidaturas de los partidos. En 2017 lograron la aprobación unánime en la Asamblea, de una ley contra la violencia hacia las mujeres que incluye violencia física, sexual, económica, psicológica y moral.

Avances logrados gracias a la lucha de las mujeres frente a la dura resistencia de poderosos sectores integristas del país. El desarrollo de la democracia y la garantía de un estado laico sigue siendo para las mujeres tunecinas la única garantía de avanzar en los derechos de ciudadanía.

Desde 1956 tras la independencia, el código de estatuto personal prohibe la poligamia, incluye el derecho a divorciarse o el derecho a la educación. El aborto es legal y libre desde 1973 hasta los 3 meses de gestación a petición de la mujer por cualquier motivo. Se legalizó, por cierto, en el mismo año que en Estados Unidos.

Las tunecinas salieron en primera línea a manifestarse a finales del 2010, inicio de la primavera árabe que propició la caída del dictador Ben Alí y han sido protagonistas del metro a metro del avance político y legislativo desde entonces.

La nueva ley electoral tunecina establece que las mujeres deben ocupar el 50 por ciento de las candidaturas de los partidos. En 2017 lograron la aprobación unánime en la Asamblea, de una ley contra la violencia hacia las mujeres que incluye violencia física, sexual, económica, psicológica y moral.

Avances logrados gracias a la lucha de las mujeres frente a la dura resistencia de poderosos sectores integristas del país. El desarrollo de la democracia y la garantía de un estado laico sigue siendo para las mujeres tunecinas la única garantía de avanzar en los derechos de ciudadanía.

Aquí empezó todo”, explica la corresponsal de RTVE, Ana Jiménez, desde Túnez. Hace diez años el joven Mohamed Bouazizi, vendedor ambulante, se prendió fuego delante del ayuntamiento de su pueblo. Estaba harto y humillado por sobornar, cada día, a la policía para poder vender un poco de fruta. Bouazizi murió, días más tardes, sin saber que había encendido la mecha de la rabia y la indignación de otros cientos de miles de jóvenes. La llamaron la Revolución de los Jazmines por sus manifestaciones pacíficas. Una ola de solidaridad y protestas recorrió el país. Lo que calló la prensa nacional, lo contaron los jóvenes en las redes sociales. Pero Bouazizi murió sin saber que acabaría con 20 años de dictadura de Ben Ali y que se convertiría en mártir.

En el epicentro donde comenzaron las primaveras árabes no han cambiado algunas cosas: sigue habiendo mucho paro entre los jóvenes y graves desigualdades. Pero Túnez ha sido el único en lograr una democracia y en tener una nueva constitución". Bouazizi murió, sin saber, que hizo soñar a millones de jóvenes de otros países como Libia y Egipto. También Yemen y Siria, que siguen en guerra. 

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se encuentra en Túnez, donde inicia un viaje oficial que le llevará también a Libia y a Italia. González Laya se ha reunido con el presidente del nuevo gobierno tunecino recién constituido. Laya ha transmitido a Kaïs Said el apoyo de España para combatir las mafias migratorias en el Mediterráneo y ser un "actor destacado" a la hora de contribuir a la estabilidad institucional y la seguridad del norte de África.