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En Dnipro, en Ucrania, han dejado de buscar víctimas entre las ruinas del edificio de viviendas atacado el sábado. Hay 44 muertos, cinco de ellos niños, y 20 desaparecidos.

Rusia sigue culpando a las defensas antiaéreas ucranianas. Aceptar esa posibilidad ha obligado a dimitir por carta a un asesor del presidente Zelenski.

Moscú parece decidido a una guerra de desgaste que requiere resistencia y, sobre todo, cada vez más efectivos.

Ucrania insiste en pedir más armas y los tanques Leopard, de fabricación alemana. Una petición que apoyan aliados como Polonia o Lituania pero necesitan el visto bueno de Berlín.

FOTO: REUTERS/Clodagh Kilcoyne

Rusia ha conseguido estabilizar parte de sus avances de las últimas semanas y Kiev reclama a Occidente más ayuda militar. Mijailo Podolyak, principal asesor de Zelenski, ha explicado en Las Mañanas de RNE que da igual los cambios que haga Rusia y quién encabeza la operación porque “ataca contra la infraestructura energética con el objetivo de generar déficit de agua y calefacción para que la gente tenga problemas y ejercer una presión psicológica.” Estado Unidos y varios países europeos de la OTAN apuestan por enviar blindados a Ucrania y Podolyak asegura que “el envío de armamento es clave” y que necesitan “tanques pesados para acelerar la desocupación y poner fin a la guerra, también misiles de largo alcance." Recalca que “Rusia no propone una negociación, propone un ultimátum” y que los países europeos entienden ahora que “no se puede terminar la guerra como en 2014” y que “Rusia no puede seguir actuando políticamente como antes.” Esta conversación se ha podido mantener gracias a nuestro equipo de enviados especiales a Kiev, María Eulate y Luis Montero.

En Ucrania 40 personas, entre ellos varios menores, han muerto por el ataque ruso con un misil de largo alcace a un complejo residencial en Dnipro, en el centro del país. Además, se van desvaneciendo las esperanzas de encontrar con vida a los 35 desaparecidos bajo los escombros. La parada de autobús frente al edificio más afectado de nueve plantas se ha convertido en altar improvisado.

La presidencia sueca de la Unión Europea habla de crímenes de guerra rusos que no quedarán impunes y Moscú defiende que su Ejército no ataca objetivos civiles. Rusia habla de una tragedia causada por un proyectil de las propias defensas antiaéreas ucranianas.

Foto: vitalii matokha / AFP

Rusia sigue estrechando el cerco en torno a la ciudad de Bajmut, un importante enclave del Dombás. Ucrania reconoce que ha perdido el control de la vecina Soledar mientras espera la llegada de los primeros tanques británicos.

La batalla de Bajmut avanza con una clásica táctica rusa: una pinza que intenta cercar la ciudad. Los combates más feroces, casa por casa, se dan ahora al suroeste, en Klishchivka.

"Tenemos una dinámica positiva", dice el presidente ruso Vladímir Putin de los resultados de la invasión.Por su parte, Volodimir Zelenski sigue pidiendo armas. Uno de sus grandes aliados, el presidente de Polonia, reclama a Alemania que les dé permiso para enviar tanques Leopard. 

REUTERS/Oleksandr Ratushniak

Los vecinos de Dnipro se han unido este domingo a los equipos de rescate para ayudar en la búsqueda de desaparecidos entre los escombros de un edificio que fue derrumbado el sábado por un bombardeo ruso. Hay casi una treintena de muertos y decenas de desaparecidos. Foto: Edificio de viviendas alcanzado por un misil ruso en Dnipro (REUTERS/Clodagh Kilcoyne). 

En Dnipro durante toda la noche los móviles alertaban a los equipos de rescate de la localización de supervivientes en el inmueble atacado por un misil Kh-22. Los perros los guían hasta el lugar concreto. Así han podido recuperar a varias personas. También algunos cadáveres que encontraban durante la búsqueda. De momento hay más de 20 muertos.

Foto: Edificio de viviendas alcanzado por un misil ruso en Dnipro (REUTERS/Clodagh Kilcoyne)

Rusia ha atacado masivamente en dos oleadas la infraestructura civil y energética en Kiev y otras regiones ucranianas. La ciudad de Dnipro, en la región central de Dnipropetrovsk, ha sufrido el impacto más trágico de los misiles rusos. Varias personas han muerto y decenas han resultado heridas, entre ellas 12 niños, en el bombardeo de un edificio residencial de nueve plantas.

Foto: Edificio de viviendas bombardeado en Dnipro (EFE/EPA/STR)

Los combates por el control del Donbás son más intensos en la zona de Bajmút y Soledár. Rusia ha difundido imágenes de las evacuaciones de civiles tras anunciar la toma de la ciudad de Soledár, clave para el suministro del ejército ucraniano, que niega el control ruso de este enclave estratégico en el este del país. En Kiev, los restos de un misil han caído a las afueras de la ciudad sin dejar heridos, pero sí hay infraestructuras civiles afectadas tras los últimos ataques rusos, según ha dicho el alcalde. También ha habido bombardeos en Járkov y Zaporiyia. Las autoridades han advertido de posibles nuevos ataques a gran escala a lo largo del fin de semana.

Foto: Un tanque ruso en Ucrania (EFE/EPA/RUSSIAN DEFENCE MINISTRY PRESS SERVICE)