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El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha negado este lunes que en la reunión de líderes de la Eurozona haya habido una "venganza" contra Grecia por la convocatoria de un referéndum y ha confiado en que todos los países de la UE certifiquen el acuerdo para un tercer rescate de este país. No todos los partidos políticos ven el acuerdo con los mismos ojos. Los socialistas lo aplauden: alegan que se cierra así una puerta, la del ‘Grexit’ y acusan a Rajoy de tratar de sacar beneficio de la crisis griega. 

Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona han logrado este lunes un acuerdo "por unanimidad" sobre el futuro de Grecia, que abre la vía a un tercer rescate para la economía del país a cambio de una estricta condicionalidad -que incluye, entre otras medidas, la imposición de que Grecia apruebe antes del miércoles 15 de julio una reforma del IVA y del sistema de pensiones-, cuyo cumplimiento es imprescindible para que los acreedores se planteen tomar la decisión de autorizar a las instituciones a abrir de manera formal las negociaciones sobre el tercer rescate.

Acuerdo unánime de la UE para el tercer rescate a Grecia. Han sido necesarias 17 horas de Cumbre para desbloquear las negociaciones. A cambio del dinero, Atenas acepta unas duras condiciones y recortes que le obligarán a aprobar por ley en 48 horas una subida del IVA, reformar las pensiones y privatizar empresas públicas. Bruselas le exige además como aval un fondo de 50 mil millones de euros.

Los líderes de la zona euro, exigen medidas inmediatas al Gobierno griego antes de negociar un nuevo rescate. Los jefes de estado y de gobierno, reunidos en Bruselas, tienen sobre la mesa el documento elaborado por el Eurogrupo en el que no descarta la salida de Grecia del Euro si no se llega a un acuerdo. Piden que el Gobierno heleno apruebe, antes del miércoles, entre otras reformas, ajustes en pensiones y el IVA.

  • Este año han muerto más de 1.800 personas en la ruta del Mediterráneo central
  • Médicos Sin Fronteras ha desplegado tres barcos, entre ellos el Dignity I
  • Han rescatado a más de 6.500 personas, la mayoría son potenciales refugiados
  • "Estamos donde los gobiernos no llegan pese a que es su responsabilidad"

Desde hace tiempo la situación en Grecia no es fácil. "La situación ha cambiado esta semana. Los bancos ya no dan dinero y es lógico que la gente no venga a recoger su ropa", dice la propietaria de una tintorería de Atenas. En una casa de apuestas, mientras, estaban más atentos de Tsipras que del último resultado del Olimpiakos. Aquí también se ha hundido el negocio, como en los mercados de la capital. Y mientras, este miércoles, sigue el corralito.

Grecia ha pedido de manera formal un tercer rescate al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate permantente europeo, por un período de tres años. A cambio, Atenas ofrece poner en marcha "desde principios de la próxima semana" medidas relacionadas con la reforma fiscal y el sistema de pensiones.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha subrayado que su Gobierno no busca "la colisión con Europa", sino que quiere "acabar con las mentalidades y las prácticas que han llevado al traste a nuestro país". El líder del izquierdista Syriza ha confirmado la solicitud de un nuevo programa de rescate a través del fondo de rescate permanente (MEDE), donde --según su esbozo de las bases de esa petición-- se insistiría en las propuestas de semanas pasadas: reformas que "redistribuyan los esfuerzos y las cargas", un plan que fomente "el crecimiento rápido" y "un diálogo inmediato sobre la sostenibilidad de la deuda griega", que -ha añadido- no debe ser un "tabú". 

El debate parlamentario en Estrasburgo que ha seguido a la intervención de Tsipras ha puesto en evidencia divisiones claras entre los distintos grupos de la Eurocámara. Dentro del Grupo popular, Esteban González-Pons ha preguntado al líder heleno sobre el destino del "dinero prestado a Grecia por los españoles", después de que Tsipras asegurara en su discurso que "las ayudas que se han dado hasta ahora [a Grecia], nunca, nunca han llegado al ciudadano griego. Sirvieron para pagar a los bancos europeos". Por su parte, la socialista española Iratxe García Pérez ha mostrado su solidaridad con el pueblo griego y ha pedido al primer ministro griego y al resto de dirigentes europeos que "dejen de lado sus intereses partidistas", porque "no hay tiempo que perder en reproches, hay que actuar ya". "Hay todavía espacio para el acuerdo, con soluciones justas, y hay que intentarlo. No nos hagan sentir vergüenza del momento que estamos viviendo". El líder de Podemos y eurodiputado del Grupo Izquierda Unitaria Europea, Pablo Iglesias, ha argumentado que "Europa no está siendo destruida porque haya ciudadanos que desaprueban las medidas de las instituciones y el FMI". "No destruye Europa quien convoca un referéndum, sino el autoritarismo financiero, la arrogancia alemana y la incapacidad de los gobernantes de defender a sus pueblos", ha opinado el político español, quien ha resumido que "defender Grecia es defender la dignidad de Europa".

Los líderes de la eurozona se han reunido en una cumbre extraordinaria en la que han decidido dar al gobierno griego hasta el jueves para presentar nuevas propuestas que faciliten un acuerdo con los acreedores. Este documento, que se espera que el primer ministro Alexis Tsipras envíe el miércoles y sea presentado el jueves, sería tramitado el sábado por el Eurogrupo y, de haber acuerdo, ratificado el domingo por los líderes de la UE.

"El plazo cumple esta semana", ha declarado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ha señalado que si se alcanza un acuerdo esta semana en el Eurogrupo convocará al Consejo el domingo por la tarde.

"Estamos en el momento más crítico de nuestra historia", ha declarado Tusk que ha apuntado que "no se puede excluir el peor escenario".

  • El nuevo ministro de Finanzas heleno dice que llegará este martes o miércoles
  • Será la última presentada antes del referéndum "con mejoras", dice Atenas
  • Dijsselbloem espera que Grecia pida de forma "inminente" un tercer rescate
  • Juncker avisa que la solución no puede pactarse "de la noche a la mañana"

Las dos próximas semanas vuelven a ser clave para Grecia y la zona euro. La permanencia del país en la unión monetaria y las reformas que podría acometer son dos de los asuntos que marcarán la agenda de los socios europeos. Nueva cumbre europea y cuenta atrás para Grecia y los acreedores internacionales, sobre la mesa reformas a cambio de más ayuda. Los expertos creen necesarias reformas estructurales que afectan al funcionamiento de los mercados porque muchos sectores en Grecia no tienen apenas competencia, funcionan de forma oligopolística. Instan a reducir el déficit público, con cambios estructurales para crecer y obtener recaudación y devolver la deuda que debe a los acreedores. En Grecia, una mayoría de los ciudadanos aboga por la permanencia en la unión monetaria. Las encuestas dicen que entre el 70 y el 75% de los griegos quieren seguir en el euro, pero no a cualquier precio. La nueva fecha límite, el 20 de julio, cuando Grecia deberá pagar casi 3.500 millones de euros en vencimientos de deuda al BCE, que es ahora mismo quien evita la asfixia financiera del país. 

El primer ministro griego Alexis Tsipras afronta la recta final de una negociación que puede marcar el futuro de su país. Pese a su soledad, sabe que cuenta todavía con algunas bazas. El principal, el rotundo respaldo que le otorgaron los griegos en el referéndum del domingo. Un 61% de los votantes rechazaron la última propuesta de los acreedores y, aunque ello no otorgue un salvoconducto, tampoco puede ser ignorado por el resto de socios. El primer ministro griego, además, acude a Bruselas con el mandato de las principales fuerzas políticas de su país, todos salvo neonazis y comunistas, para intentar cerrar cuanto antes un acuerdo con los acreedores. Tsipras volverá a insistir en la necesidad de reestructurar la deuda griega e incluso de proceder a una nueva quita. Llevará bajo el brazo el informe emitido por el Fondo Monetario Internacional, la semana pasada, en similares términos. El último as en la manga de los negociadores griegos es el miedo a lo desconocido. La zona euro está mucho mejor pertrechada que en 2010 para afrontar un Grexit pero nadie puede asegurar que todo seguiría igual.

Una cara nueva, la de Euclides Tsakalotos. Es el recién estrenado ministro de Finanzas heleno, el sustito de Yanis Varufakis, el que presenta al Eurogrupo la última hoja de ruta de Alexis Tsipras para esquivar la quiebra de Grecia. Tsakalotos, mucho más discreto que su predecesor, nació en Holanda hace 55 años en el seno de una rica familia: de ahí el apodo de "aristócrata rojo". Formado en Reino Unido, estudió en Oxford, y llegó a Grecia en los 90. Forma parte del núcleo de Syriza desde sus inicios y se le ubica en el ala más a la izquierda. Ahora el nuevo ministro griego, de nombre Euclides como el matemático que sentó las bases de la geometría, deberá confirmar si la recta es o no la distancia más corta entre dos puntos.

Europa retoma las negociaciones en busca de una solución. Se celebra una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, y una reunión del Eurogrupo. La apuesta porque Grecia siga en el euro es unánime. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha afirmado ante el Parlamento Europeo que está en contra de la salida de Grecia de la moneda única.

  • El presidente de la Comisión Europea descarta una solución inmediata
  • El primer ministro francés advierte que esa cuestión no debe ser "tabú"
  • El ministro de Finanzas alemán: ese alivio "no es posible", según las normas
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