El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha ordenado regresar a sus cuarteles a las tropas que han participado en los ejercicios militares que comenzaron el pasado día 26 en el oeste y centro del país, incluidas las regiones fronterizas con Ucrania.
Las maniobras elevaron la tensión entre ambos países tras la caída del gobierno del presidente Víktor Yanukóvich en Kiev, por las protestas de la oposición.
Tras el anuncio de las maniobras llegó la intervención militar en Crimea, donde soldados sin insignias en sus uniformes han ocupado las infraestructuras civiles y militares mientras las autoridades regionales han convocado un referéndum de secesión de Ucrania.
El fin de las maniobras puede ahora ser un gesto de Rusia de cara a una posible negociación con Ucrania.
Un total de 150.000 militares, 90 aviones, más de 120 helicópteros, 80 blindados, unas 1.200 piezas de artillería y 80 buques tomaron parte en estos ejercicios, los mayores que se han realizado en Rusia desde la desaparición de la Unión Soviética, en 1991.