Fernández Ordóñez: la negociación con las autonomías ralentizó las fusiones de cajas
- El exgobernador del Banco de España: las discusiones no tenían base económica
- Al minimizar la inyección de fondos públicos se limitó la acción de los supervisores
- Ha criticado la forma de cesar a Rato al frente de Bankia
La decisión de mantener, en un principio, la estructura jurídica de las cajas de ahorro obligó al Banco de España a negociar con las comunidades autónomas, gestores y sindicatos, "donde predominaban intereses muy diversos, como los de mantener el poder, aumentar las prejubilaciones o influir en las decisiones sobre dónde ubicar las sedes sociales", ha explicado el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el Congreso de los Diputados.
Así, ha dicho, se produjeron "discusiones interminables, con escasa base económica, que fijaron el poder de cada uno de los participantes en las integraciones de las cajas", ha recordado el exresponsable del organismo supervisor del sistema financiero español entre 2006 y junio de este año durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, que lo ha citado para que informe sobre la reestructuración del sistema financiero español.
Según Fernández Ordóñez, esto ralentizó "enormemente el proceso", ya que en ese momento, "las comunidades autónomas tenían el poder de vetar fusiones".
Minimizar el impacto de la reestructuración en las cuentas públicas
Además, el exgobernador ha indicado que las autoridades políticas decidieron minimizar el impacto de la reestructuración en las cuentas públicas para evitar el aumento del déficit público, tal y como había sucedido en Irlanda. "Dada la delicada situación de las finanzas públicas en nuestro país -entonces y ahora-, el impacto en los mercados de un intenso y súbito aumento del déficit público podía haber arrastrado al colapso o a la intervención total o parcial de la economía española, como de hecho sucedió en Irlanda", ha recordado.
Esa opción de reducir en lo posible la inyección pública, según Fernández Ordóñez, limitó la acción de los supervisores, que tuvieron que buscar soluciones solo dentro del ámbito privado, "lo que requiere convencer, y esto lleva más tiempo que ordenar o que acabar inmediatamente con los problemas inyectando fondos públicos".
"En España, hasta ahora, los recursos de los contribuyentes no se han utilizado para comprar a los bancos sus activos malos y así, intentar mejorar más rápidamente la solvencia de las entidades supervisadas", ha advertido el anterior responsable del Banco de España en referencia a lo que la creación de un banco malo que estudia el Gobierno actual por imposición de la UE.
"Se han hecho mal muchas cosas"
Fernández Ordóñez ha reconocido que en el proceso de reestructuración y supervisión se cometieron errores, que "se han hecho mal muchas cosas, y que no se hicieron muchas cosas que ahora vemos claro que se tenían que haber hecho".
En su opinión, España "no estaba preparada" para gestionar esta crisis financiera porque "disponía de una caja de herramientas que no servía para una crisis de esta naturaleza".
Así, ha justificado, las autoridades políticas y supervisoras tuvieron "doble trabajo mientras el buque accidentado se hundía: a la vez que se evacuaba el pasaje, fue necesario construir las barcas".
En lo que respecta a las equivocaciones en España, el exgobernador lamenta que no se reformasen las cajas durante la época de bonanza económica. "Si durante los 12 años de expansión se hubieran reformado, no habría sucedido lo de ahora: si cuando empezaron a actuar como bancos, se hubiera legislado en paralelo, la respuesta habría sido muy distinta".
En su opinión, se debería haber "cortado su relación con las comunidades" y transferido su actividad a sociedades mercantiles. "No digo que no habría habido [sic] problemas -como han tenido algunos bancos-, pero no hubiera habido una problema generalizado".
Además, señala que si se hubiera reformado el mercado laboral en la línea de lo hecho en otros países europeos como Alemania, se habría evitado que el ajuste ante la crisis se hubiera realizado "brutalmente con despidos", como ha ocurrido en España.
En lo que se refiere a la tarea de supervisión del Banco de España, Fernández Ordóñez coincide con lo dicho por su sucesor al frente del organismo (Luis María Linde) respecto a que se tenían que haber adoptado más medidas macroprudenciales, como obligar a las entidades financieras a que hubiera una relación más estrecha entre el préstamo y el valor que se ofrece en garantía.
En ese sentido, ha remitido al último informe del Fondo Monetario Internacional sobre el sistema financiero español, donde -a su juicio- se ha realizado el mejor análisis del proceso de reestructuración, con sus errores y aciertos. "Este informe debe servirnos de ejemplo sobre cómo aprender de los errores cometidos sin necesidad de lanzar descalificaciones simplistas y politizadas de la supervisión bancaria española, que tanto daño han hecho a la confianza interna y externa de España y de su sistema bancario", ha señalado.
El sistema financiero español "no estaba mal"
Sin embargo, el exgobernador no ha querido especificar más esa falta de decisiones, ya que su predecesor en el cargo -Jaime Caruana, cuyo actuación ha defenido- no puede ofrecer su visión ante la Comisión de Economía.
Para el anterior responsable del Banco de España, "la mayor tragedia" para España ha sido la desconfianza generada sobre su sector financiero. "No es verdad que el sistema financiero español estuviera mal. Es mentira que todas las cajas estén mal: la mitad están bien y la mitad están mal y, de estas, las que quedan son CatalunyaCaixa, Novacaixa Galicia y Bankia", ha reiterado.
"Puede que sea ridículo decir -como dijo el presidente Zapatero, aunque yo no creo que sea ridículo- que tenemos el mejor sistema financiero del mundo, pero eso no hace daño. Hace mucho más daño decir que tenemos un sistema financiero fatal, que necesita x dinero y que lo tenemos que arreglar por la herencia recibida", ha señalado Fernández Ordóñez en referencia a la actuación del actual gobierno.
Además, ha defendido los cambios que han derivado en la casi total desaparición del modelo de cajas de ahorro porque "las cajas no estaban preparadas para el cambio del mundo: no podían aumentar su capital y ¿cómo podían entonces sobrevivir?". Por eso, ha continuado, había que cambiar de modelo, aunque ha reconocido que "no todas las cajas lo hicieron mal".
Críticas al cese de Rato al frente de Bankia
Miguel Ángel Fernández Ordóñez también ha justificado la actuación del Banco de España en el caso de Bankia, sobre cuyo plan de reestructuración estaba trabajando el organismo "cuando intervino el Ministerio de Economía con el cese de [Rodrigo] Rato".
Así, el exgobernador ha criticado la forma en que se gestionó la salida del hasta entonces presidente de la entidad: "En todo este proceso [de reestructuración bancaria] se ha cesado a 30 presidentes, pero sin ruido. Y eso es importantísimo, porque el ruido crea desconfianza". Además, ha añadido que el perjuicio de ese "ruido" fue mayor por la relevancia internacional de Rato.
Bankia, por su tamaño, "no se podía vender en la actual situación", ha indicado, por lo que el órgano supervisor trataba de sacar adelante un plan de recapitalización y había dado un visto bueno al elaborado por la dirección de la entidad, aunque "condicionado"a que el presidente "dejara de tener poder ejecutivo". Además, ha asegurado que, de haber salido adelante la recapitalización que se estudiaba, "habría ido bien" y "se habría metido menos" dinero público.
"No queríamos cesar a Rato porque es una personalidad de renombre internacional: queríamos dejarlo y que una lista de personas -que empezaba con Goirigolzarri y seguía con algunos más-se dedicara a gestionarlo", ya que -ha añadido- Bankia tiene "un potencial enorme si se gestiona bien".
Sobre las acusciones que apuntan a que el Banco de España forzó la fusión de las siete cajas que integran Bankia, Fernández Ordóñez las ha rechazado: "El Banco de España no forzó a nadie y menos -como ha dicho Esperanza Aguirre- con pistolas".
Ha remarcado que quienes han decidido las fusiones han sido los gestores de cada una de las entidades, a los que el Banco de España obligaba a estudiar a las cajas con las que pretendían unirse. "En todos los casos, los gestores son quienes deciden y la responsabilidad absoluta es de quien decide", ha concluido.
Además, ha recordado que, según la normativa anterior de las cajas, "las fusiones no las autoriza el Banco de España, sino las comunidades autónomas", ya que el papel del supervisor es decir "si el plan de fusión es viable" en el contexto económico correspondiente.