Claves del conflicto por la reforma laboral en Francia
- Siete de cada diez franceses están en contra de la reforma laboral
- La CGT pide la retirada total del proyecto de la Ley El Khomri
La reforma laboral en Francia ha desatado desde marzo huelgas sectoriales, manifestaciones, protestas y el bloqueo de infraestructuras estratégicas. El proyecto de ley, impulsado por el Gobierno socialista francés, pretende flexibilizar el mercado laboral pero los sindicatos creen que aumenta la precariedad de los trabajadores y que supone un retroceso histórico de los derechos laborales.
¿Qué dice el proyecto de la Ley El Khomri?
El texto legal que lleva el nombre de la ministra de Empleo, Myriam El Khomri, pretende reformar en profundidad el mercado laboral francés, flexibilizar la organización del trabajo, abaratar el despido y permitir que los convenios de empresa primen sobre los acuerdos sectoriales. Este último punto recogido en el artículo 2 del proyecto de ley es uno de los más polémicos.
El Gobierno ya rebajó el texto inicial y pasó de fijar un tope a un baremo indicativo para las indemnizaciones por despido improcedente. Además en el caso de los despidos por causas económicas, los jueces podrán establecer si ha habido voluntad de falsear las cuentas para reducir la plantilla.
¿Está ya en vigor la reforma laboral?
El Ejecutivo ha tenido que recurrir al artículo 49.2 de la Constitución, que le permite aprobar una ley sin el aval parlamentario, para evitar una votación adversa en la Asamblea Nacional. Tras su aprobación por decreto, el Gobierno galo se ha sometido y ha superado una moción de censura. Es la segunda vez que lo hace en 15 meses, tras la aprobación de la Ley Macron de liberalización económica, por el mismo procedimiento.
La reforma laboral tiene que pasar ahora al Senado, controlado por los conservadores, donde probablemente el texto será modificado. De introducirse enmiendas, la ley volverá a la cámara baja. En ese momento, el Gobierno podría apelar otra vez al artículo 49.2 para lograr su aprobación definitiva.
¿Por qué provoca tanta contestación social?
Los sindicatos entienden que da más poder a los empresarios, al primar el convenio de empresa sobre el sectorial (artículo 2), tal y como recoge la reforma laboral aprobada en España en 2012, en la que se ha inspirado Francia.
Otro asunto espinoso es la semana laboral de 35 horas semanales que puede ser ampliada hasta 48 (incluso hasta 60 con autorización previa) con la condición de que la semana siguiente la jornada semanal sea solo de 10 horas. De media, la semana laboral podría ser de 37,5 horas durante tres meses.
Además la empresa puede modificar el contrato de trabajo con acuerdo del trabajador, pero sin alterar la remuneración, con lo que un empleado trabajaría más tiempo sin ganar más dinero, asimismo se reduce el pago de las horas extras de un 25% más a un 10% sobre la hora ordinaria.
Los sondeos publicados por los medios locales reflejan que el 70% de los ciudadanos franceses está en contra de la reforma laboral. Por su parte, la patronal que apoyó el texto inicial está descontenta tras los cambios introducidos.
¿Qué papel juega la CGT?
Dos de las mayores centrales sindicales, la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) siguen exigiendo la retirada del texto, mientras que la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) se muestra más dispuesta a negociar, tras lograr algunas concesiones. A lo largo del conflicto, el dirigente de la CGT, Philippe Martinez, se ha erigido como principal portavoz de la oposición al Gobierno e incluso ha arrojado algún neumático al fuego de una barricada durante los bloqueos a las refinerías. En una tribuna de prensa, Martínez defiende que “la modernidad es el progreso social, es más derechos y más seguridad para los ciudadanos, no un regreso al siglo XIX”.
¿Cuál es la posición del Gobierno?
El primer ministro, Manuel Valls, ha admitido la posibilidad de "cambios" o "mejoras" en el proyecto de ley pero afirma que el artículo 2 "no se modificará" y el presidente François Hollande respalda su determinación de ir "hasta el final" con la reforma laboral. Valls ha advertido al sindicato que lidera las movilizaciones que “la CGT no dicta la ley en este país” y argumenta que si bien “el derecho de huelga y de manifestación son derechos absolutos, esta radicalización (…) es inaceptable”.
¿Y a partir de ahora, qué?
Los sindicatos mantienen el pulso, llaman a redoblar las movilizaciones y han celebrado la duodécima jornada de protesta, en plena Eurocopa 2016. La intersindical ha realizado una consulta popular sobre la reforma laboral. Con una participación de 700.000 votantes, el 92% opta por la retirada del texto y el 8% por su mantenimiento.
Francia ha prorrogado el estado de emergencia hasta enero lo que permite el arresto domiciliario para toda persona cuya actividad se estime peligrosa para la seguridad y el orden público.