La retirada de Limán supone una nueva e importante derrota para Rusia, que ha ido perdiendo territorio en las últimas semanas en el este del país. Cerca del frente siguen los duros ataques rusos que implican a víctimas civiles. El ataque al convoy humanitario de este viernes en Zaporiyia deja ya treintena de muertos. En esta región, Moscú ha confirmado la detención del director general de la central nuclear para un interrogatorio. El mismo día en el que Putin ha decidido aplazar un mes la llamada a filas ante la saturación de los centros de reclutamiento. Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borell, en una entrevista al Canal 24 horas, ha asegurado que seguirán las sanciones contra Rusia y que el derecho de asilo sigue vigente.
Foto: Un soldado ucraniano mira desde un tanque en la ciudad de Limán (REUTERS/JORGE SILVA/FILE PHOTO)
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha elevado el desafío que libra contra Occidente desde hace siete meses al proclamar oficialmente la anexión de cuatro regiones ocupadas en Ucrania: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. En un acto al que han acudido los líderes prorrusos de las regiones ocupadas y parlamentarios prorrusos, Putin ha advertido a Occidente y a la comunidad internacional, que no conceden ninguna validez a los referendos celebrados en las regiones: "Occidente había decidido que el mundo tendría que soportar su dictadura tras la separación de la Unión Soviética". La ceremonia se ha llevado a cabo en la sala San Jorge del Palacio del Kremlin, donde se firmó en marzo de 2014 el tratado para la anexión rusa de la península de Crimea y la ciudad de Sebastopol.
Un equipo de TVE se desplaza hasta Bajmut, una localidad en medio del fuego cruzado los dos ejércitos, el ruso y el ucraniano. Los soldados rusos atacan desde muy cerca y cada pocos minutos se escuchan disparos de artillería. Se encuentra en Donetsk, uno de los territorios que Rusia se ha anexionado, y aunque esta zona todavía la controla Ucrania, el acoso ruso es constante.
Suenan varias explosiones y es el momento de correr a los refugios. Aquí encontramos a Yuliana, de siete años, junto a su madre, Elena. "Este año mi hija tiene que ir a la escuela, pero no puede por la guerra", cuenta Elena.
Foto: Russian Defense Ministry Press Service via AP
Hay también decenas de heridos en el ataque contra una caravana de civiles que llevaba ayuda a las zonas ocupadas por Rusia. Muchos de ellos iban a ver a familiares o amigos, o volvían a su propia casa. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sido muy duro con este ataque del que ha culpado a Rusia. Ha dicho que el presidente ruso es escoria sedienta de sangre y asegura que solo en las últimas horas ha habido 16 ataques con misiles en la provincia de Zaporiyia.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dicho que las "anexiones ilegales de territorios ucranianos no cambian la naturaleza de la guerra". "Si Rusia detiene la lucha, tendremos paz. Si Ucrania deja de luchar, dejará de existir como país soberano independiente en Europa", ha dicho Stoltenberg, que ha añadido que "la OTAN reafirma su compromiso y apoyo a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania".
Foto: El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)
Al menos 25 civiles han muerto en un ataque con misiles rusos contra un convoy humanitario cerca de la ciudad de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, según ha informado la Fiscalía general ucraniana que informa de alrededor de 50 heridos, entre ellos niños, según un mensaje en Telegram, recogido por la agencia Unian. El convoy humanitario atacado por misiles rusos trataba de salir de la ciudad de Zaporiyia para entrar en la zona ocupada por las tropas rusas, donde muchos tienen allí a su familia. El ataque contra el convoy de civiles se ha producido en Zaporiyia, una de las cuatro regiones donde se ha celebrado el referéndum ilegal de anexión a Rusia, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya reconocido su independencia y la de Jersón, otra de las zonas ocupadas por las tropas rusas y solo unas horas antes de la firma de los tratados de anexión por parte de Rusia.