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Comer perro en Corea del Sur estará prohibido. Una nueva ley, aprobada este martes por mayoría en el Parlamento, acabará en 2027 con la cría y venta de perros para alimentación.  Todavía quedan más de mil granjas en el país, y cientos de restaurantes que preparan platos con carne de perro en sus menús.

Japón ha empezado el año con un terremoto y un accidente aéreo en l aeropuerto de Haneda en Tokio. El Tribunal Supremo de Israel echa atrás una ley clave de la reforma judicial de Benjamin Netanyahu. Lo analizamos con el profesor emérito Mario Sznajder.

Hablamos de Vladimir Putin con la doctora Ana Teresa Gutiérrez del Cid y de su política exterior, de las nuevas incorporaciones al grupo de los BRICS y del ataque al líder de la oposición en Corea del Sur.

En países asiáticos como China, Vietnam o Indonesia se consume carne de perro desde hace siglos, principalmente en verano. Ahora, en Corea del Sur,  la primera dama ha puesto en marcha la ley que pretende prohibir su cría y sacrificio para consumo humano.

Los que más se resisten al cambio son los que podríamos llamar "granjeros de perros" que, en muchos casos, llevan décadas viviendo de este negocio. Pero parece que ya no hay marcha atrás. Los surcoreanos cada vez comen menos perro y crece el rechazo social a hacerlo, así que la idea es que cuando se apruebe la ley, los dueños de estas granjas, en las que las asociaciones animalistas calculan que todavía hay un millón de canes, tengan un plazo de cinco años para buscar una alternativa antes de cerrarlas.

En Occidente vemos impensable comer perro, pero son muchos los que recuerdan que es una cuestión cultural y que en otros países del mundo se comen con normalidad animales inteligentes como los cerdos o los caballos. Foto: EFE

A las 06:00 de la mañana, hora peninsular española, ha empezado el vertido al Pacífico de agua contaminada de la central nuclear japonesa de Fukushima. Un proceso que ha provocado protestas tanto dentro como fuera del país, una de las más duras desde China, que suspende la importación de productos marítimos japoneses. Según Tokio, el vertido se hace después de haber tratado el agua para retirarle residuos radiactivos, un proceso que podría alargarse décadas.