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"La era dorada de Estados Unidos comienza justo ahora", así ha iniciado Donald Trump su discurso como presidente de Estados Unidos. El nuevo presidente ha desgranado las primeras medidas que pretende tomar en su mandato, como declarar la emergencia nacional en la frontera con México, ante lo que él considera "la invasión de migrantes", y la emergencia energética para aumentar las perforaciones buscando petróleo y gas. "Ha repetido ideas como imponer aranceles a productos extranjeros y ha hecho promesas más genéricas que tendremos que ver cómo se concretan", asegura la corresponsal de RNE, María Carou. Todos los detalles en el programa especial con Josep Cuní.

Tras asumir su cargo como 47º presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha pronunciado un discurso ante los asistentes en el Capitolio de Washington D.C. Tras criticar la presidencia de Biden, al que señala como el causante de "una crisis de confianza tras años de establishment corrupto", ha adelantado que "la era de declive termina" y "comienza una era dorada para EE.UU.". El mandatario ha aprovechado gran parte de su intervención para adelantar las primeras medidas de su Gobierno, entre las que incluye medidas para combatir la inmigración y reforzar la frontera con México, aplicar nuevos aranceles, aumenta las explotaciones petrolíferas e incluso reducir su presencia militar en el extranjero "para centrarse en el territorio estadounidense". "La ambición va a marcar nuestra nación y esta nación es más ambiciosa que ninguna otra", ha sentenciado.

En una entrevista en La tarde en 24 horas, la directora de políticas migratorias de un grupo de investigación de la Universidad Pompeu Fabra, Gemma Pinyol, ha asegurado que Trump tiene un reto por delante para hacer efectiva la deportación de 11 millones de migrantes en situación irregular, como ha anunciado durante su campaña.

En primer lugar, "por los antecedentes del republicano" en esta materia durante su primer mandato, donde no superó los tres millones y medio de expulsiones que efectuó la presidencia de Obama. Además, "no dispone de los recursos humanos suficientes". Por otro lado, Pinyol considera que su anuncio de deportaciones masivas ha normalizado, como en su anterior mandato, los discursos de odio.

Foto: REUTERS

En 2017, Donald Trump llegó a la Casa Blanca con estas palabras: "Estados Unidos primero". Ahora vuelve con el mismo lema. Un equipo del Telediario se ha reunido en el Capitolio con un portavoz de su campaña para preguntarle qué va a hacer primero el líder republicano. "Recuperar el control de la frontera", ha asegurado.

En su primer mandato, Trump no logró terminar el muro que prometió levantar. Esta vez, se ha comprometido a llevar a cabo la mayor operación de deportaciones de la historia. Los migrantes, dice, envenenan la sangre del país.

Foto: AP Photo/Steven Senne

El primer acto presidencial de Joe Biden fue con mascarilla y distancia social. Repartió dos billones de dólares para levantar al país de la depresión del covid, y fue más estricto con vacunas y normas anticontagio. Usó otro billón de dólares para las infraestructuras. En total se han creado 17 de millones de empleos.

Pero el crecimiento económico ha estado lastrado por la peor inflación en 40 años, pagada especialmente por las clases medias y bajas. Ha aumentado la desigualdad, y los oligarcas criticados por Biden en su despedida han engordado su fortuna: son 1,5 billones más ricos que hace cuatro años.

En inmigración, Biden empezó con récord de entradas y terminó siendo tan restrictivo como Trump. Ha cerrado el mandato indultando a su hijo Hunter después de decir que nunca lo haría. Sus tropezones y deslices han extendido la sospecha de que no estaba en condiciones de dirigir el país.

El último presidente que tomó posesión bajo techo fue Ronald Reagan hace 40 años. Pero no ha sido la única excepción. Johnson juró el cargo en un avión y Roosevelt lo hizo en la Casa Blanca. La más multitudinaria fue la segunda de Obama.

Por norma, la investidura es el 20 de enero del año siguiente a las elecciones. El 21 si es domingo. Se jura ante el presidente del Tribunal Supremo y en presencia de las principales autoridades del país, también ante miles de personas en la explanada. El récord de asistencia lo tiene Barack Obama con alrededor de 1.800.000 personas en su segunda ceremonia.

Tradicionalmente el presidente saliente deja una carta en el despacho oval a su sucesor y luego le recibe el día de la investidura, antes del juramento. Melania Trump rompió el protocolo y entregó un regalo a Michelle Obama que no sabía dónde poner.

La tónica general es la normalidad en las transiciones de poder. Por eso acuden el presidente saliente y los expresidentes, sin importar el color político. Hasta ahora no se había invitado a líderes internacionales. El traspaso de poder a Trump fue tan bueno que en su discurso dijo que Obama y su mujer habían sido magníficos. Pero cuatro años después, Trump se negó a aceptar la derrota y abandonó la Casa Blanca sin acudir a la investidura de Joe Biden. Salvo en la primera investidura de Trump, donde recurrió a una soprano desconocida, en todas han actuado celebridades. FOTO: ARCHIVO EFE / SHAWN THEW

En la frontera entre México y Estados Unidos, reina la incertidumbre ante las medidas que el nuevo presidente, Donald Trump, implantará para los inmigrantes una vez asuma el poder. El mandatario ha prometido "deportaciones masivas" cuando llegue a la Casa Blanca, lo que hace preguntarse a quiénes afectará, y de qué forma. En la región de Tijuana, asociaciones se han reunido en la frontera para protestar por las palabras de Trump, portando pancartas y hasta una piñata con su rostro.

Por el Canal de Panamá circula el 3% del comercio marítimo mundial. Por eso el interés en este enclave que ahora Donald Trump quiere recuperar. Asegura que sus barcos pagan más y que hay presencia de soldados chinos.

Pero la Autoridad del Canal niega la influencia de Pekín en este patrimonio nacional y asegura que los precios, que son públicos, dependen de la mercancía.

25 años después de su traspaso, para los panameños es innegociable la soberanía que quedó registrada en tratados históricos y fue motivo de conflictos teñidos de sangre.

FOTO: AP Photo/Matias Delacroix

Suena el mítico tema "Dios bendiga a América" y, entre la multitud, hace su aparición el más esperado. Donald Trump desciende dejándose querer y ya en el escenario exclama: "¡Ganamos!". A partir de ahí, dispara su lista de propósitos: "Pronto iniciaremos la deportación más grande de la historia", anuncia. En su discurso mezcla migración con delincuencia o transgénero. Los abucheos se suceden, al igual que los aplausos, cuando exclama: "Vamos a devolver el patriotismo a nuestras escuelas y a expulsar la ideología woke, de izquierda radical, del Ejército y del Gobierno". "Bajaremos los precios y subiremos los salarios. Traeremos miles de fábricas de vuelta a Estados Unidos", asegura.

Un espectáculo político y musical que contó con los Village People y en el que no faltó Elon Musk, ya habitual en cada acto del republicano. Musk prometió cambios que harán a América grande para siempre. Volveríamos a verle un poco más tarde, junto a otros magnates, en la cena que Trump ofreció para los íntimos. "Acabaremos rápidamente con la inflación y desbloquearemos la extracción de oro negro. Perforaremos, baby, perforaremos y conseguiremos que bajen los precios. Como siempre se ha hecho", anunció Trump y el público rompió a aplaudir.

FOTO: EFE/ Ángel Colmenares

Donald Trump, presidente número cuarenta y siete de Estados Unidos, primero como delincuente convicto, ha prometido firmar un centenar de órdenes para llevar a cabo una deportación masiva de migrantes o indultar a los autores del asalto al Capitolio. María Carou, corresponsal de RNE en Washington tiene más detalles: "Trump ha presentado su vuelta al poder como el regreso del sentido común, dice que se cierran cuatro años de declive y que empieza la recuperación y el orgullo del país", ha explicado.

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Este lunes 20 de noviembre Donald Trump jurará su cargo como el 47º presidente de Estados Unidos. El día de la toma de posesión empezará con una ceremonia religiosa en la iglesia St. John's, en Washington. Desués, Trump visitará al actual presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca y de ahí se dirigirán al Capitolio.

La toma de posesión empieza a las 12:00 del mediodía, hora local. Este año, debido a las bajas temperaturas que se esperan en la capital del país, el acto se celebrara dentro del edificio, con una capacidad para 600 asistentes. El juramento es el acto más importante del día: aunque haya ganado las elecciones el pasado mes de noviembre, solo después de este acto, Trump se convertirá en presidente de Estados Unidos.