La Guardia Civil ha desarticulado esta semana una red que desde España trabajaba para Hizbulá. Obtenían datos personales mediante la compraventa de entradas de fútbol y los usaban para falsificar facturas de la compra de material para fabricar drones. Luego enviaban esos componentes al Líbano y acababan en manos del grupo terrorista.
La Audiencia Nacional ha enviado a prisión a uno de los tres detenidos el martes en Barcelona. Esta es la segunda fase de una operación internacional con detenidos también en Francia, Alemania y Reino Unido. Según los investigadores, la mercancía que enviaron al Líbano fue clave para construir los drones que utiliza Hizbulá para atacar Israel.