Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

El ejército argentino plantó entre 15 y 20.000 minas para evitar el desembarco inglés, sobre todo en la línea costera, en Las Malvinas. 30 años después solo una pequeña porción de tierra ha sido desminada.

En Argentina y en el Reino Unido celebraron el 30 aniversario de la guerra de las Malvinas con ceremonias discretas pero acompañadas de discursos intransigentes sobre la disputada soberanía del archipiélago del Atlántico Sur. En Buenos Aires, varias personas han resultado heridas en los enfrentamientos entre la policía y militantes de extrema izquierda que se manifestaban ante la embajada británica. La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha calificado de absurda la pretensión británica de retener la colonia.

En Argentina, el principal acto oficial se ha hecho en Ushuaia, en el sur del país. Allí, la presidenta Cristina Fernández ha pedido que Reino Unido respete las resoluciones de la ONU ya que "no tendría que haber ningún enclave colonial".

En Argentina se celebra este lunes el día del 'veterano de guerra'. Hay homenajes en todo el país a los soldados que murieron en las Malvinas. Se cumplen 30 años del inicio de la guerra que costó la vida a más de 900 personas. Este aniversario coincide con un ambiente de tensión entre Argentina y Reino Unido.

En Argentina, hoy se celebra el "Día del Veterano de Guerra" y habrá homenajes en todo el país a los soldados que murieron en las Malvinas. Una guerra que, 30 años después, sigue presente en la conciencia colectiva del país y, especialmente, en la de los hombres que combatieron en ella.

Se cumplen 30 años del inicio del conflicto de las islas Malvinas, un remoto archipiélago del Atlántico Sur bajo soberanía del Reino Unido. La heridas de aquella guerra, que nunca fue declarada oficialmente, siguen abiertas, ahora con el sostén del sentimiento nacionalista y los intereses económicos.

El 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcaron en las islas Malvinas, bajo soberanía de Gran Bretaña desde 1833. Comenzaba un conflicto que apenas duraría dos meses. Terminó a mediados de junio tras la reconquista británica y la rendición de Argentina, y costó la vida a más de 900 militares. La victoria de Inglaterra supuso la caída del régimen militar en Argentina, y dejó una herida, aún abierta en el país, que convertiría la reivindicación de la soberanía del archipiélago, en una cuestión de orgullo nacional. A Margaret Thatcher, entonces primera ministra, la victoria le sirvió para ganar las elecciones al año siguiente. 30 años después de la guerra, Informe Semanal ha vuelto a las Malvinas para que algunos excombatientes y habitantes de las islas nos cuenten su experiencia.

El lunes, se cumplen 30 años del inicio de la guerra entre Argentina y Reino Unido por las Malvinas. El gobierno de Cristina Fernández ha insistido, en los últimos meses, en recuperar la soberanía por la vía diplomática, pero los habitantes de las islas quieren quedarse como están, bajo el amparo británico. Sus 2.500 habitantes tienen una de las rentas per cápita más altas del mundo.

Durante los poco más de 2 meses que estuvo ocupada, Stanley, la capital de Malvinas, se llamó "Puerto Argentino". 30 años después, no quedan aquí referencias de aquel tiempo. Entre sus más de 2.000 habitantes, viven tan sólo unos 30 argentinos. Basta con fijarse en las lápidas de su cementerio para comprobar que son las familias anglosajonas las que predominan y las que se encaminan a perpetuarse sumando nuevas generaciones.

Cerca de la población de Darwin, en medio de la nada, un camposanto con apellidos en español. Es el de los soldados argentinos caídos durante el conflicto. Hay 234, un tercío del total de bajas argentinas. A veces, lo visitan sus familias. Otras, compañeros de trinchera como ellos. Mario Puente no había vuelto a Malvinas en todo este tiempo. Econòmicamente, no podía. Y necesitaba hacerlo para cerrar una larga y dolorosa etapa.

La tensión de los últimos meses entre Argentina y Reino Unido no ha dejado indiferentes a los habitantes de las Malvinas. A dos semanas del 30 aniversario de la guerra, se ha celebrado en la capital de las islas una maratón que ha terminado con un resultado paradójico, la victoria de un equipo de veteranos argentinos.

  • El único vuelo que las conecta con el resto del mundo tiene frecuencia semanal
  • Cristina Fernández propuso tres vuelos semanales desde Buenos Aires
  • El gobierno malvinense no aceptó la propuesta de la presidenta argentina

Hoy por hoy, el ùnico vuelo regular que conecta las Islas Malvinas con el resto del mundo tiene una frecuencia semanal y parte del sur de Chile. Es un largo recorrido, incluso, para las familias de los soldados argentinos que murieron en la guerra y que están alí enterrados. También, para los ex combatientes que, 30 años después, deciden volver al campo de batalla.

Si el punto de partida es Buenos Aires, hay que dejarse llevar por LAN, la compañía chilena de bandera. Tras pasar por la capital del paìs vecino y puede que con alguna que otra parada de por medio, el destino es el sur, Punta Arenas, en pleno Estrecho de Magallanes. De allì, parte el único vuelo semanal que enlaza el continente con las Islas Malvinas. Fue en el 91 cuando Argentina permitió que se pudiera atravesar su espacio aéreo para llegar hasta ellas. Y, así, hasta ahora. En el largo trayecto de ida, nos encontramos con varios veteranos de guerra argentinos que, por primera vez, después de casi 30 años, regresan al lugar en el que estuvieron combatiendo con 20 años de edad. Al final, por lo dilatado del viaje, volver a pisar el campo de batalla se hace más complicado.

"Sería lindo tener una conexión más fluida para visitar y que nos visiten. La imagen que yo tenía es en blanco y negro y la de ahora es más brillante, es emocionante estar acá", nos cuenta Marcelo Marcano, excombatiente de la Guerra de las Malvinas.

Y todavía les quedan por delante muchos sentimientos con los que lidiar. Permanecerán, aquí en las Malvinas, una semana. El próximo vuelo de vuelta, el único posible, en siete días.

La presidenta Cristina Fernández propuso, a principios de mes, que Aerolíneas Argentinas hiciese no uno, ni dos, sino tres vuelos semanales desde el mismo Buenos Aires. El no del gobierno malvinense fue contundente. Antes, preferirìan quedarse màs aislados todavìa.