La actriz iraní Taraneh Alidoosti ha sido liberada bajo fianza tras pasar tres semanas en la cárcel de Evin, conocida por ser la prisión donde el régimen retiene a intelectuales y activistas críticos. La detención de la artista había provocado la reacción de la comunidad internacional, que pedía reiteradamente su puesta en libertad.
Según los activistas iraníes que se encuentran fuera del país, la salida de Taraneh de prisión "sirve para que la República Islámica lave su imagen", como asegura la presidenta de la Asociación Iraní Pro Derechos Humanos Fariba Ehsan. Además, esta noticia coincide con los días previos al festival de cine iraní más importante. Según Fariba Ehsan, en medio de las protestas más intensas desde 1979, los líderes del país "quieren mostrar al mundo que todo vuelve a la normalidad, pero no es cierto. La presión es cada día más fuerte y no vamos a dar un paso atrás".
En Irán, las protestas contra el régimen teocrático se repiten periódicamente desde hace décadas. En septiembre, una nueva ola de manifestaciones -incluidas varias jornadas de huelga- han paralizado el país y los ayatolás han respondido con más represión. Según la
agencia de Activistas de los Derechos Humanos (HRANA) han muerto en las protestas más de 500 manifestantes, incluidos 69 menores. A esto se suman otras dos personas que han sido ejecutadas por su oposición al régimen tras la celebración de lo que Amnistía Internacional califica como "juicios injustos".
