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En cuanto Biden llegó a la Casa Blanca, Tariq Habash se unió a su equipo en el Departamento de Educación y era el trabajo de su vida, se sentía útil cada día, intentaba que cada vez más jóvenes pudiesen costearse la universidad. Esa era una de las grandes promesas de Biden. En enero, después de tres meses de guerra en Gaza, mientras las armas fabricadas en Estados Unidos mataban a civiles atrapados en la franja, Habash presentó su carta de dimisión: "Sentía que la Casa Blanca estaba deshumanizando a los palestinos". Para él fue muy duro ver al presidente, al que creía tan compasivo, no mostrar la misma empatía con los gazatíes. "No nos merecemos menos humanidad", dice.

Él desciende de cristianos palestinos. Sus padres llegaron como refugiados a Estados Unidos y él estaba orgulloso de formar parte del gobierno más diverso de la historia del país. Ahora cree que Biden no está escuchando a sus votantes: ni a las minorías ni a los jóvenes.

En los campus donde tanto trabajó, muchos están pidiendo un alto el fuego. Las protestas por el apoyo de Biden a Netanyahu en esta guerra no son solo fuera de la Casa Blanca, también dentro. Varios cargos, en varios departamentos, diplomacia, educación, interior, el Pentágono... han hecho pública su dimisión.

Foto: EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS

El fuego ha reducido a cenizas esta madrugada el principal mercado de Ramala, en la Cisjordania ocupada. Durante una incursión del ejército israelí, algunos palestinos se han enfrentado a los soldados, que han lanzaron granadas y gases lacrimógenos contra los puestos en los que ya había vendedores. Era uno de los principales puntos de venta de alimentos para la población. Los bomberos tardaron en acceder por culpa de los militares israelíes.

Foto: REUTERS/Ali Sawafta

Solo 24 horas después del reconocimiento del Estado palestino, ministros de varios países árabes del Grupo de Contacto sobre Gaza han agradecido personalmente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el liderazgo de España. En el Palacio de la Moncloa se han reunido también con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. "España nos ha dado esperanza en un momento muy oscuro", ha afirmado el ministro saudí: "Gracias por tomar la decisión correcta en el momento adecuado". Los representantes de Qatar, Jordania, Turquía y la Organización de Cooperación Islámica han reiterado agradecimientos. El de Egipto vendrá el próximo lunes. Arabia Saudí y Qatar no reconocen todavía oficialmente al estado israelí. El objetivo, admite el Gobierno español, es que más países árabes normalicen sus relaciones con Israel.

Corea del Sur ha acusado a su vecino del Norte de haber lanzado sobre su territorio más de 250 globos que transportaban basura y excrementos de animales y que han caído en ocho de las nueve provincias surcoreanas. El ejército del país ha advertido a los ciudadanos de que no toquen los artefactos ni las bolsas de plástico que llevan adheridas.

El suceso se ha producido tres días después de que el Gobierno de Pyongyang amenazara con enviar "montones de porquería" a través de la frontera en represalia por los panfletos contra el régimen de Kim Jong-un que unos activistas surcoreanos habían enviado al país vecino a principios de mes.

Esta "venganza" llega además un día después de que Pyongyang fracasase en el segundo intento de poner un satélite espía en órbita. El cohete que lo transportaba explotó en el aire en la primera etapa de vuelo. Sin embargo, el lanzamiento provocó que Japón ordenara a los residentes de la isla de Okinawa que se refugiaran.

La situación humanitaria en Gaza y Cisjordania y el nivel del conflicto ha hecho que los expertos aseguren que estamos ante una nueva nakba, un desastre que recuerda a lo ocurrido a finales de la década de los años 40. Hablamos con José Abu-Tarbush, Profesor de Sociología de las relaciones internacionales en la Universidad de La Laguna y coautor, junto a Ignacio Álvarez-Ossorio, de Gaza. Crónica de una Nakba anunciada, una obra imprescindible sobre los futuros escenarios de la cuestión palestina.