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El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que este miércoles llegarán a Madrid el primer ministro de Palestina y cuatro ministros de asuntos exteriores árabes “a decir que España está salvando la dignidad de Europa” después de que el PP le haya acusado de “antisemita” tras el reconocimiento del Gobierno del Estado de Palestina.

El analista de Relaciones Internacionales y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, Bernardo Navazo, ha calificado de "histórico, breve, solemne" el discurso institucional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con motivo de reconocimiento de Estado de Palestina, que este martes va a aprobar el Consejo de Ministros en su reunión semanal. "Todavía no se sabe quizá si se puede decir que estamos en un momento histórico en el que implementar esta hoja de ruta de los dos Estados empieza a ser algo factible y no solo lo indicaba el presidente sino que ayer el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea", incluso el propio Alto Representante, Josep Borrell, ha recordado que hablaba de la convocatoria de una conferencia "no ya de paz", sino para "tener ideas acerca alrededor de qué significa implementar esa hoja de ruta". De momento, significa el "reconocimiento de unas ciertas fronteras que sirvan como inicio de la conversación, un corredor entre ambas y probablemente, una especie de fuerza de interposición entre los dos estados", igual que entre el Líbano e Israel tenemos una fuerza de Naciones Unidas. Israel que "siempre ha sentido el balance de fuerzas a su favor con el apoyo total de Estados Unidos", ha aprovechado esa "discrecionalidad" y "margen amplio de poderío militar y político para ir "gruyerizando" Cisjordania y al mismo tiempo en la Franja de Gaza "robándole metros año tras año". Navazo cree que los eventos que describe la UNRWA, la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, son "casi de limpieza étnica", y que ese es el "tipo de realidad que alimenta terrorismo islamista" que es "una preocupación". Además, países como Alemania, Francia y Austria, son más "reticentes" a apoyar un reconocimiento directo", lo que hacen es decir que se "debe cumplir el derecho internacional, que se deben cumplir ambas sentencias". Foto: REUTERS/Hatem Khaled.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha celebrado que este sea “un día histórico” porque “por fin” España ha reconocido el Estado de Palestina, pero ha advertido de que esto “no es suficiente” y ha pedido que se llame a la embajadora israelí a consultas, el embargo de armas a Israel y que el Ejecutivo se sume a la demanda de Sudáfrica contra Israel por “genocidio”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado una declaración institucional sobre el reconocimiento del Estado de Palestina que este martes aprueba el Consejo de Ministros, un paso que también van a dar Noruega e Irlanda. Sánchez ha dicho que es "una decisión histórica, que tiene el único objetivo de contribuir a que israelíes y palestinos alcancen la paz. "No solo es una cuestión de justicia", ha dicho Sánchez, es una necesidad "perentoria si queremos entre todos alcanzar, la única solución posible para un futuro de paz es la de un Estado palestino que conviva junto al de Israel en paz y libertad". Dicho Estado, según ha señalado debe ser "viable", con Gaza y Cisjordania "conectadas por un corredor" y con capital en Jerusalén este. Esta es una decisión que, según ha afirmado, está "alineada con las resoluciones" de Naciones Unidas y de la Unión Europea. El jefe del Ejecutivo ha advertido en su declaración que no reconocerán "cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los reconocidos por las partes". Sánchez ha dicho que es "esencial" que Palestina "vea reconocido su lugar en la comunidad internacional" y se trata da una decisión que el Gobierno de España "no adopta contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo, con el que queremos tener la mejor relación posible". Este paso refleja el "rechazo rotundo a Hamás, que está en contra de la solución de los dos Estados". En la misma declaración institucional, el presidente del Gobierno también ha echo un llamamiento a un "alto el fuego permanente". Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una declaración institucional en La Moncloa. Borja Puig de la Bellacasa /La Moncloa /AFP.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que la muerte de civiles en un ataque israelí sobre un campo de desplazados en Ráfah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, es un "trágico percance". Tras la condena internacional y la denuncia durante horas de las ONG que operan en la zona, la respuesta del mandatario israelí ha sido tibia: "Estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia", ha indicado Netanyahu en una audiencia en la Knéset (Parlamento israelí) en la que participaban familias de los rehenes de Hamás. En España, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha firmado un acuerdo de seguridad con el Gobierno español que incluye un apoyo militar de 1.000 millones de euros durante 2024. Se trata de la primera visita de carácter bilateral del ucraniano, aunque Zelenski ya estuvo en España en encuentros multilaterales, y es un viaje que tuvo que cancelar el pasado 17 de mayo por la evolución de la guerra en su país contra Rusia.

FOTO: Gil Cohen-Magen/AP

Apenas tres días después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara a Israel detener la ofensiva sobre Ráfah, un ataque israelí ha dejado 45 muertos en ese enclave al sur de la Franja. Muchos murieron abrasados en el incendio provocado por las bombas. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha reconocido que fue un "trágico error" y que para ellos "cada daño a civiles no involucrados es una tragedia", pero no ha dado señales de ninguna tregua. El campamento de Tel Al Sultan, en el noroeste de Rafah, era una de las zonas designadas por Israel como "humanitarias" y que no habían recibido la orden de evacuación. Cientos de desplazados vivían en tiendas de campaña o en precarias construcciones que han quedado reducidas a cenizas.