El Ejército israelí ha anunciado la muerte del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y la milicia lo confirma, tras el bombardeo que llevó a cabo el viernes contra la sede central de la milicia, en el sur de Beirut. En el ataque también habría muerto el comandante del Frente Sur de Hizbulá, Ali Karki, y otros comandantes de la milicia.
Nasrala nació en 1960 en una familia modesta de los suburbios de Beirut y llevaba 30 años al frente de la organización política y militar del movimiento chií libanés. Destacó como uno de los líderes de la corriente reformista y sacó a Hizbulá de la clandestinidad para convertirlo en un partido político.
Informan la corresponsal, Laura Alonso, y Beatriz Gajate
La situación en el Líbano entre Israel e Hizbulá está afectando gravemente a los civiles. Uno de los colectivos más vulnerables son los refugiados sirios, que tras la guerra en su país se desplazaron al Líbano, donde están reviviendo las penurias de un conflicto. "Desde el lunes pasado, oímos las bombas continuamente", ha explicado en una entrevista al Canal 24 horas, el hermano Guillermo Moreno de la Asociación Fratelli en Líbano, que ayuda junto con otro grupo internacional en la ciudad de Sidón a los afectados. "Están muy asustados. Viven en chabolas y han acogido a nuevos refugiados sirios que vienen desplazados del sur", ha indicado, ante lo cual ya se están moviendo para proveer camas y productos de ayuda humanitaria. Moreno asegura que, pese a que la situación es crítica, prefieren "quedarse con la gente". El país sigue albergando a aproximadamente 1,5 millones de personas refugiadas sirias y a más de 11.000 refugiadas de otras nacionalidades. Foto: EFE/EPA/YOUSSEF BADAWI
El ejercito israeli acaba de anunciar en un comunicado oficial que el líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, ha muerto, tras el ataque realizado ayer en Beirut, que por el momento dejan 6 muertos y decenas de heridos. Todavía a estas horas se siguen buscando a gente que permanece atrapada entre los escombros del edificio bombardeados.
Ubicada en la costa del mar Amarillo, equidistante de Pekín y Shanghái, la ciudad de Qingdao sorprende por el aire alemán de algunas de sus construcciones más antiguas. Un rasgo exótico que se explica por la ocupación germana que sufrió la provincia de Shandong entre 1897 y 1914. Lugares como la catedral católica de San Miguel, el pintoresco barrio de Badaguan o la más que centenaria cervecera Tsingtao –la marca más famosa de China– son herencia del protectorado. En las últimas décadas Qingdao ha crecido desaforadamente, los rascacielos brotan en varios distritos y su puerto se ha convertido en el sexto más importante del gigante asiático. El turismo de playa y naturaleza, muy orientado al mercado interior, tiene cada vez más fuerza. Nuestro paseo sonoro comienza en el icónico muelle Zhanqiao en compañía de la profesora Cristina Liu. También conversamos con otras dos docentes naturales de Qingdao: Xiaojie Wu y Lily Gao. El retrato se completa con las visiones de un par de españoles que acumulan muchos años de residencia en China: Julio Ceballos, experto en internacionalización de empresas y autor del libro 'Observar el arroz crecer', y el empresario Ramón Sabater. En esta ruta no faltan paradas en el parque Lu Xun, la calle peatonal Taidong, el museo de la cerveza, el centro olímpico de vela o el sagrado monte Laoshan.
En España el sindicato CGT ha convocado una jornada de huelga por Palestina, con el apoyo más de 150 organizaciones sociales. Ha habido manifestaciones en distintas ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. Piden al Gobierno que rompa relaciones con Israel.
El doctor Abdul Nasser, libanés que estudió en Cuba, lidia desde hace días con la mayor oleada de pacientes que recuerda. Primero fueron los heridos por las explosiones de los buscas. Llegaron 400 a la vez y con heridas muy graves. Ahora llegan heridos por los bombardeos israelíes. Muchos de ellos sin brazos, sin piernas y heridos de todas las edades. Nasser ya ha decidido trasladarse a vivir al hospital, al menos, mientras dure el conflicto.
Benjamin Netanyahu se aproxima a la tribuna mientras decenas de diplomáticos abandonan la Asamblea para no escucharle, y mientras la delegación israelí lo jalea con vítores y aplausos.
El primer ministro israelí comienza diciendo que, "después de escuchar las mentiras de muchos de los portavoces que han hablado, ha venido para dejar las cosas claras".
Ha recordado los atentados de Hamás el 7 de octubre y ha dicho que Israel quiere la paz y no busca reocupar Gaza. Pero que, si la milicia no se rinde, Tel Aviv no parará hasta alcanzar "la victoria total".
Netanyahu asegura que Israel no está en guerra con Líbano, sino con Hezbolá y advierte: "no aceptaremos a un grupo terrorista encaramado a nuestra frontera norte".
Ante el asiento vacío de Irán, ha dicho a la república islámica: "no hay sitio en Irán que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar, tampoco en todo Oriente Próximo".
Pocos minutos después, el Ejército israelí ha atacado varios edificios en Beirut con bombas antibunker. Las primeras imágenes muestran a los servicios de rescate trabajando para buscar supervivientes y apagar las llamas. Israel ha publicado fotos de Netanyahu aprobando la operación desde Nueva York.
"El cuartel general de Hezbolá estaba intencionadamente bajo viviendas, usando a los libaneses como escudos humanos", ha dicho el portavoz de las fuerzas armadas israelíes.
El objetivo del ataque era el líder de la milicia chií, Hasán Nasrala, según la prensa hebrea. Hezbolá dice que su líder está vivo.
El líder de Hezbolá, era el objetivo declarado de Israel con este bombardeo a las afueras de Beirut. Hay medios locales que aseguran que sigue vivo, pero fuentes de Israel afirman que ha sido eliminado, por lo que hasta el momento no se puede confirmar.
En el ataque ha habido al menos 2 muertos y más de 70 heridos, unas cifras que todavía pueden aumentar. El bombardeo ha derribado seis edificios con numerosos residentes. Se trata del cuarto ataque en una semana en la misma zona.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha mostrado su preocupación por la escalada bélica en Oriente Próximo, tanto en Gaza como en su extensión a Líbano, una situación que ha catalogado de "extrema gravedad".
"Es la única salida", ha defendido Albares en una rueda de prensa desde Nueva York, en la que ha reiterado que España siempre ha liderado esa "voz de paz que solicite el alto el fuego" y por una paz basada en la solución de dos Estados.
El ministro ha señalado asimismo que no ha podido oír el discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero ha insistido en que "la situación es de extrema gravedad" porque "hay una catástrofe humanitaria de primer orden (...) un incremento de la violencia en Cisjordania", y ahora "bombardeos sobre un estado soberano (Líbano)", lo que lo convierte en "un conflicto de escala regional".
Además, el ministro ha explicado que le ha pedido a su homólogo iraní "contención e influencia" sobre las milicias como Hizbulá que combaten contra Israel para que frenen la escalada y eviten un conflicto mayor en la zona. Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El conflicto en Oriente Próximo sigue recrudeciéndose. Las bombas israelíes siguen cayendo sobre Líbano y la cifra de víctimas mortales no deja de crecer: ha superado ya las 700, la mayoría de ellas civiles según el Gobierno libanés, que insiste en que muchos de los muertos son mujeres y niños. La intensidad y amplitud de los bombardeos, y ahora también el miedo a una posible invasión terrestre, ha incrementado el éxodo de la población libanesa del sur hacia Beirut.
Francisco José Gan Pampols, teniente General del Ejército de Tierra retirado, cree que la estrategia que está aplicando Israel, de momento, no se parece a la de Gaza porque falta el componente de "acción directa terrestre" y que ahora mismo solo se trata de una campaña aérea contra "una lista de objetivos prefijados que responde a una primera fase". Explica, además, que lo que Israel se propone con estos ataques son tres cosas: "En primer lugar, degradar a Hizbolá todo lo que pueda; en segundo lugar, eliminar selectivamente a sus cuadros de mando, y, en tercer lugar, empujar a Hizbolá al norte del rio Litani".
En cuanto a las palabras de Netanyahu y una posible incursión terrestre en Líbano, Francisco José Gan Pampols considera que las probabilidades de que esto suceda no son altas porque "Israel no tiene todavía en el norte las suficientes fuerzas". Sobre el papel de Irán en este conflicto, insiste en que a Irán "no le interesa una guerra abierta en la zona" y que, por el contrario, podría presionar a Hizbolá para que no aumente su ofensiva: "En caso de una escalada, Israel se verá obligado a escalar sus ataques. Si Israel ataca a Irán, entonces el conflicto se desbordaría regionalmente y estaríamos en otro escenario completamente distinto".