Fuera de la Asamblea Nacional de Corea del Sur se respira una aparente tranquilidad que no se siente dentro. El partido gobernante a través de su líder, Han Dong-hoon, ha dado un golpe de timón y ha pedido la suspensión inmediata del presidente Yoon tras proclamar la ley marcial. El propio mandatario ha tenido que cancelar su visita al Parlamento ante las amenazas de detención de los participantes en el hemiciclo.
Desde primera hora de la tarde, la policía está intentando proteger los accesos al Parlamento, pero hacia la Asamblea Nacional cada vez vienen más manifestantes, que están pidiendo que el presidente Yoon abandone el poder, e incluso piden que sea apresado. Hasta el líder parlamentario del Partido Democrático, Park Chan-dae, sale a arengarlos. "¡Por favor, estad con nosotros fuera de la Asamblea Nacional hasta que consigamos su destitución y seguid unidos hasta la victoria!", pide Park Chan-dae.
Frente al Parlamento, un grupo apoya al presidente. Pero el clamor por que se vaya es mucho mayor.