FRANCISCO FORJAS (Corresponsal de RNE en Pekín).- Algunas provincias chinas evaluarán la base moral y social de sus funcionarios para saber si merecen o no un ascenso. Se tendrá en cuenta si el funcionario colabora con las tareas del hogar o si aparca su vehículo en zona prohibida.
Las autoridades del distrito de Pengshan, en la provincia china de Sichuan, al sur del país, han establecido una nueva regulación que determina que se debe tener en cuenta la opinión de los familiares, vecinos y trabajadores de la comunidad cuando se evalúe la posibilidad de ascender a un funcionario.
Según el Jinghua Daily, un periódico de Pekín, en la nueva regla la moralidad familiar representará el 14% de la evaluación, en la que también se tendrán en cuenta la devoción filial, la armonía con los vecinos y el cumplimiento con las obligaciones del hogar.
El control al que serán sometidos los funcionarios susceptibles de ser ascendidos entre familiares y vecinos incluye preguntas relacionadas con el modo y lugar de aparcar sus vehículos o si tiran basuras o se pelean.
Hasta el momento, según el diario, cinco funcionarios han sido valorados de acuerdo a la nueva regulación, y todos perdieron puntos por no hacer tareas domésticas. Según varios comentarios realizados en el Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista de China (PCCh) y recogidos por el Jinghua Daily, no hay nada de malo en evaluar a los funcionarios con base a su moral personal, en lugar de tomar en cuenta su competencia profesional.
La moral de los funcionarios, dice el comentario, es vital para cristalizar los valores sociales. En el texto se añade que aún es necesario encontrar una forma para que la evaluación sea más práctica, ya que el gobierno debe conseguir que los familiares no encubran las faltas de los funcionarios.