En Siria, el ejército del Asad y los rebeldes luchan por el control de la ciudad de Alepo, la que fuera capital económica del país. Una batalla que las dos partes consideran decisiva. La ONU teme por la suerte de la población civil. Desde Oslo, el que fuera jefe de la misión de observadores dice que el final del régimen de Al Asad es solo cuestión de tiempo.
El principal responsable del Partido Comunista de China en la ciudad de Pekín, Guo Jinglong, ha admitido este viernes que las inundaciones en la capital, que causaron 77 muertos el pasado 21 de julio, mostraron "muchas carencias en planificación urbana, construcción, infraestructuras y gestión de emergencias".
Así lo ha reconocido Guo, quien esta semana dejó su puesto de alcalde de Pekín, en una visita al distrito de Fangshan, en el suroeste de la ciudad, el más afectado (con 38 de los muertos) por el peor temporal que la urbe ha sufrido en 60 años, según la agencia Xinhua.
Guo ha participado en un homenaje a las víctimas, un gesto con el que, junto a sus declaraciones, el gobierno municipal intenta paliar la ola de críticas que, desde la opinión pública y los medios nacionales e internacionales, han recibido por su gestión.
El Gobierno sirio prepara una ofensiva sobre la ciudad de Alepo, la segunda ciudad más poblada del país y su principal centro comercial, donde oposición y Ejército se enfrentan desde hace días.
Según fuentes opositoras citadas por la agencia Reuters, tropas y carros de combate se están concentrando alrededor de Alepo, donde viven 2.5 millones de personas. Los bombardeos aéreos y terrestres continúan, los rebeldes atacan controles de carretera e instalaciones de seguridad, pero ambas partes han eludido hasta el momento un enfrentamiento directo.
El departamento de Estado de Estados Unidos ha aventado sus temores de que el ataque sobre Alepo sea una matanza. "Esta es nuestra preocupación: que veamos una masacre en Alepo, y eso parece ser lo que está preparando el régimen", ha declarado la portavoz de dicho departamento, Victoria Nuland.
El jueves, 34 personas murieron en la ciudad en los bombardeos de los barrios de Saladin, al-Sukkari, al-Fardos y al-Sakhour, en los que se usaron helicópteros de fabricación rusa.
Estas informaciones no han podido ser contrastadas por fuentes independientes debido a las limitaciones que el gobierno sirio impone a la prensa internacional.
Alepo, la segunda ciudad de Siria, su capital económica, se ha convertido en las últimas horas en el principal frente de batalla entre el ejército leal a al Asad y los rebeldes. Mientras, cientos de personas abandonan cada día el país huyendo de la violencia.
Al menos siete personas han muerto y once han resultado heridas por la explosión de una bomba registrada hoy en un mercado situado en las zonas tribales del oeste de Pakistán.
Más de 80 personas murieron este miércoles en Siria, según los grupos opositores, que denunciaron intensos bombardeos, en especial en Alepo, donde se registraron también combates entre el ejército y los rebeldes.
Solo en Alepo murieron entre 16 y 20 personas, dependiendo de las fuentes, en bombardeos a los barrios de Al Sukari, Salahedín, Al Sajur, Al Bab y Bustan al Qasr, donde las tropas del régimen abrieron fuego desde helicópteros.
La TV siria ha difundido imágenes de las operaciones contra la oposición también en la capital, Damasco, que muestran la destrucción en algunos barrios.
El partido Colombia-Corea del Norte ha estado a punto de suspenderse por un problema con una bandera, ya que un error de la organización ha provocado que junto a la alineación de Corea del Norte en los videomarcadores apareciese la enseña de Corea del Sur.
Turquía ha cerrado sus fronteras al tráfico comercial con Siria. Al Assad ha retirado tropas de Damasco para enviarlas a Alepo, la segunda ciudad, donde los rebeldes controlan varios barrios.