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Varias empresas japonesas han cerrado temporalmente algunas de sus fábricas y tiendas en China después de las violentas protestas causadas por la disputa territorial por las islas Senkaku (Diaoyu, en chino).

Canon y Panasonic han anunciado que suspenderán la producción en algunas plantas. Toyota está cuantificando las pérdidas de los últimos días, que incluyen el incendio en un concesionario en la provincia de Shandong. La compañía aérea All Nippon Airways Co informa de un aumento de las cancelaciones en vuelos con destino Japón.

Durante el fin de semana, las protestas han degenerado en ataques y saqueos en tiendas y ataques contra coches y restaurantes japoneses en al menos cinco ciudades. También ha habido asaltos a fábricas en Qingdao, según la cadena de televisión NHK.

La Policía de Qingdao ha anunciado la detención de un número indeterminado de personas por "alterar el orden social".

Las protestas contra Estados Unidos en los países musulmanes por un vídeo que denigra al profeta Mahoma tienen visos de continuar durante la semana.

Este lunes, Líbano estará en el punto de mira. El líder del grupo chií Hizbulá, Sayyed Hassan Nasrallah, ha llamado a sus seguidores a manifestarse en Beirut.

El pasado viernes, Trípoli fue escenario de manifestaciones que dejaron al menos un muerto y 14 heridos. Un restaurante de comida rápida fue incendiado.

Nasrallah, que encabeza el mayor grupo armado de Líbano, ha advertido que "musulmanes y cristianos deben permanecer vigilantes para no caer en el conflicto. Los responsables de la película, empezando por los EE.UU., deben rendir cuentas".

"Todos estos sucesos están orquestados por la inteligencia de EE.UU.", ha añadido. Nasrallah acusa a Washington, que ha negado toda relación con el film, de usar el pretexto de la libertad de expresión para justificar que el vídeo siga disponible online.

Nasrallah urge a que el propio gobierno libanés tome cartas en el asunto. El ministro de Exteriores, Adnan Mansur, ha pedido al secretario de la Liga Árabe, Nabil al Araby, que convoque una reunión urgente.

El papa Benedicto XVI regresa al Vaticano. En su última jornada en Líbano ha rezado por la paz en Oriente Próximo, en especial por Siria, en una misa que celebrada al aire libre en el muelle de Beirut ante centenares de miles de personas. Y ha pedido a los cristianos que colaboren para ayudar a pacificar la zona.

El Secretario de Estado de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, que hoy ha llegado a Japón, ha expresado el temor de que pueda iniciarse una guerra si continúan las provocaciones entre China y Japón.

En el noroeste de Pakistán, al menos quince personas han muerto y otras siete han resultado heridas al estallar una bomba al paso de un autobús. El artefacto fue detonado por control remoto, según informa la policía. Entre los fallecidos hay tres mujeres y tres niños. Un portavoz de los talibanes de Pakistán ha reivindicado el ataque, y ha precisado que se trata de una represalia después de que los aldeanos de la zona decidieran crear una milicia pro gubernamental.

Cuatro soldados de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) murieron este sábado víctimas de un ataque perpetrado supuestamente por miembros de la Policía afgana, según informó esta noche en un comunicado la organización militar.

Último día de la visita del papa a el Líbano. Benedicto XVI ha comenzado este domingo su tercera jornada con una misa en Beirut, en el City Center Waterfront, el puerto de la capital libanesa. Tras la misa, el papa presidirá el rezo del Ángelus. A continuación, el pontífice comerá con su séquito en la Nunciatura apostólica y mantendrá un encuentro ecuménico en el Salón de Honor del patriarcado Sirio de Charfert. A las seis y media de la tarde tendrá lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Beirut y a las siete el papa partirá para Roma.