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ANTONIO DELGADO.- Al menos 12 personas han sido detenidas en Bélgica en una operación antiterrorista. Los medios señalan que la Policía temía un "atentado inminente" a raiz de las informaciones recogidas a través de escuchas telefónicas. La Fiscalía belga no ha sido tan precisa pero sí confirma que había indicios que obligaban a actuar de inmediato.

  • Tres de ellos han sido acusados de terrorismo y nueve puestos en libertad
  • Ha habido más de 150 registros en Bruselas y ciudades de Valonia y Flandes
  • Michel convoca al Consejo Nacional de Seguridad tras la inminente amenaza
  • Centros comerciales o reuniones para ver la Eurocopa serían los objetivos
  • Paralelamente ha sido arrestado Youssef E.A. por los ataques del 22M
  • Especial: Atentados en Bruselas

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha llegado este jueves a Orlando para reunirse con familiares de las víctimas de la matanza ocurrida el domingo pasado en una discoteca gay de la ciudad, donde murieron 50 personas, incluido el atacante.

Obama aterrizó poco después del mediodía en el aeropuerto de Orlando, donde tiene previsto pasar cinco horas acompañado del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden.

El gobernante se reunirá con familiares de las 49 personas asesinadas en la discoteca Pulse, la mayoría de ellos hispanos, para "ofrecerles sus condolencias" y transmitir ánimo a los supervivientes, según explicó el miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

Obama también se reunirá con los médicos y sanitarios que atendieron a las víctimas de la masacre, que "actuaron de forma heroica, valiente y en algunos casos sin preocuparse por su propia seguridad" y lograron salvar "docenas de vidas", según Earnest.

Una diputada del Partido Laborista británico, Jo Cox, ha muerto este jueves después de haber sido disparada y apuñalada en plena calle en la localidad de Birstall, en el norte de Inglaterra, donde tenía previsto mantener una reunión con varios representantes de los ciudadanos en una biblioteca, un ataque que ha llevado a suspender todos los actos de la campaña del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.

La comunidad hispana de Orlando ha sido la más golpeada por la masacre. Lo peor, dicen los terapeutas, llega días después de la tragedia. Los estudios indican que en las zonas que han sufrido un atentado los casos de estrés postraumático pueden incrementarse en un 20%.

La suya fue la historia de una obsesión que se preocupó en disimular: matar en nombre de Alá. El minuto de silencio en todas las comisarías de Francia ha pesado como la peor de las impotencias. Mientras los investigadores buscan posibles cómplices de Larossi Abballa. Indicios hubo en 2011. Arrestado por participar en una red yihadista, decía en uno de sus mensajes: "tengo sed de sangre, pongo a Alá por testigo". Hablaba de limpiar infieles y tenía propaganda yihadista y una lista de potenciales objetivos. Junto a otros detenidos, frecuentaba parques, degollaba conejos y se entrenaba física y religiosamente. Pero el perfil limitado e influenciable que Abballa mostró en el juicio, rebajó la alerta. Cumplida la pena de 3 años, abrió un negocio de comida a domicilio. Era, dicen los vecinos, un chico normal. En Febrero pasado su nombre apareció en otra investigación sobre redes yihadistas. Y su teléfono fue intervenido. No hubo conversación sospechosa. Lo que sucedió hasta la noche del lunes, lo contó él mismo en Facebook, tras asesinar al comisario y su pareja: tres semanas antes había jurado lealtad al jefe del estado islámico. El Gobierno dice que sólo se pueden juzgar hechos, no intenciones, y que ese salto es muy difícil de detectar a tiempo.

Dos policías franceses, un hombre y una mujer que eran pareja y padres de un niño, han muerto este lunes en Francia en un nuevo ataque yihadista perpetrado por un ciudadano francés que ya había sido condenado por participar en una red terrorista y que fue finalmente abatido por los cuerpos de élite en la vivienda de los agentes asesinados, donde se había atrincherado.

El atacante, identificado como Larossi Abballa, de 25 años y originario de Mantes-la-Jolie, una localidad de la periferia de París, mató al agente frente a su domicilio en la localidad de Magnaville, otra localidad de los alrededores de la capital, y después retuvo a su compañera y a su hijo dentro del inmueble. Durante la negociación que mantuvo con la policía reivindicó su pertenencia al Estado Islámico.

  • El atacante ha sido abatido en la casa de ambos, donde se había atrincherado
  • El hijo de la pareja, al que mantenía como rehén, ha sido hallado sano y salvo
  • El asaltante, Larossi Abballa, había cumplido condena por asociación terrorista
  • Había jurado fidelidad al Estado Islámico y tenía una lista de futuros objetivos