A la sede de la Biblioteca Nacional en Madrid podemos acudir no solo a consultar sus fondos sino también a visitar alguna de las exposiciones abiertas al público de forma gratuita. Hacemos un repaso por las tres que se exhiben en estas fechas navideñas: La colección de dibujos italianos y españoles del Siglo XVI; Xacobeo: las huellas del camino; y los libros de Alfonso X El Sabio. Para disfrutarlas.
La Biblioteca Nacional de España pone en estas fechas a disposición de todos nosotros numerosos recursos relacionados con las fiestas navideñas. Por ejemplo: si queremos enviar una felicitación personalizada, podemos buscar entre la colección de postales que cada año prepara el equipo de Servicios e Innovación Digital con temas que abarcan desde motivos religiosos a temas de la naturaleza e imágenes de algunas de las exposiciones destacadas realizadas el último año en la institución. También está disponible para descargar el calendario 2022 de la biblioteca que en esta ocasión está ilustrado con detalles y elementos procedentes de la obra "El triunfo del Emperador Maximiliano I, rey de Hungría", uno de los tesoros que custodia la biblioteca.
La Biblioteca Nacional está colaborando con el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación para el desarrollo del proyecto MARIA, el primer sistema masivo de inteligencia artificial capaz de comprender y leer en español. Ha cedido todos sus fondos digitalizados, que se traducen en miles de millones de datos, para alimentar este programa que permitirá crear aplicaciones de traducción, corrección o generación de textos.
Los décimos de los sorteos que cada jueves realiza Loterías del Estado están adornados durante todo este mes de diciembre y hasta finales de febrero con ilustraciones de algunos de los manuscritos iluminados que conserva la Biblioteca Nacional. Profundizamos en la historia de estos códices, auténticas joyas de nuestro patrimonio que forman parte de los fondos de la Biblioteca. Se conservan hasta 800, datados desde el Siglo IX, el Códice de Metz, el más antiguo, hasta el siglo XVI.
Cada jueves, durante doce semanas, los décimos del sorte de la Lotería Nacional llevarán impresa una ilustración de uno de los manuscritos iluminados que conserva la Biblioteca Nacional. Es una forma de difundir, a través de un medio tan popular como es la lotería, los que son uno de los mayores tesoros de nuestro patrimonio cultural. No ha sido fácil elegir los más representativos entre los 800 códices miniados que guarda la Biblioteca. El décimo correspondiente al sorteo del dos de diciembre llevaba en su "capilla", el cuadrado reservado para la ilustración, una de las páginas del Códice de Metz, del siglo IX, el manuscrito más antiguo que conserva la institución. Seguirá uno de los dibujos incluidos en el códice Moralia in Job, del siglo X, de Gregorio Magno. Después, el Beato de Liébana, la Guía de Perplejos de Maimónides, la Poesía de Petrarca, etc.
Con motivo del Año Santo Compostelano de 2021, la Biblioteca Nacional dedica una amplia exposición al Camino de Santiago. Titulada: Xacobeo, Las huellas del Camino, atiende a las múltiples realizaciones y expresiones que el Camino ha producido durante más de nueve siglos, destacando la riqueza histórica, cultural, natural y humana de esta ruta de peregrinación. Cuenta con numerosos fondos manuscritos, bibliográficos, audiovisuales, cartográficos o literarios de la Biblioteca Nacional además de otros prestados por instituciones públicas españolas y colecciones privadas. Encontraremos desde las representaciones escultóricas de Santiago, hasta fragmenos de películas dedicadas al Camino, la reproducción de los instrumentos musicales representados en el Pórtico de la Gloria o fotografías captadas por los artistas peregrinos.
Cuando uno asciende por la escalinata de acceso al edificio de la Biblioteca Nacional, es la estatua de Alfonso X la que le da la bienvenida. Se cumplen 800 años del nacimiento del rey que ha pasado a la historia como el Sabio y la Biblioteca ha querido celebrar este aniversario exponiendo al público algunos de los magníficos códices alfonsíes que conserva en su sede: el manuscrito de la primera copia de las Cantigas de Santa María, el Libro de los Fueros, una copia completa de las Siete Partidas... Unos textos que dejan claro, como explica la comisaria de la muestra, la académica Inés Fernández Ordoñez, que ya en el siglo XIII, el entonces Rey de Castilla y León supon que política y cultura tenían que ir de la mano.
La Biblioteca Nacional custodia un amplio conjunto de fotografías dentro del Departamento de Bellas Artes y Cartografía. Contando los negativos, son más de dos millones de piezas que abarcan desde daguerrotipos de 1840 hasta fotografias de todo el siglo XX perfectamente estructurados y catalogados para su consulta. Están a disposición del público para ilustrar trabajos de investigación, libros de texto, para documentar antiguos parajes o determinar el estado original de un edificio, entre otras muchas aplicaciones.
La Biblioteca Nacional guarda un importante número de películas, cortometrajes y documentos audiovisuales. Son más de 175.000 títulos a través de cuyas imágenes los investigadores pueden conocer costumbres, cómo se iba vestido en una época determinada, cómo era la calle de una ciudad en un momento determinado, cómo era un edificio en el momento de su construcción... Una fuente inagotable a través de un archivo que incluye, también, las series que han formado parte de nuestras vida o las películas porno que se han realizado en España.
La colección Ephemera es probablemente una de las más sorprendentes y también una de las más desconocidas de la Biblioteca Nacional. Incluye, por ejemplo, cajas de cerillas, programas de mano, etiquetas de perfumes o de frutas, las tarjetas ilustradas de los hoteles, marcapáginas... Reúne todos esos materiales gráficos que no estaban pensados para permanecer pero que el afán coleccionista del ser humano a conservado. Van desde mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX y son clave como documentos para investigar costumbres, vestimentas, formas de vida a través de lo más cercano, de lo que más cotidiano. Un mundo apasionante y muy hermoso por descubrir.
Libros, mapas, vinilos o partituras. Desde que se fundó, la Biblioteca Nacional conserva, al menos, un ejemplar de todo lo que se ha publicado a lo largo de la historia en nuestro país. Es la institución cultural más antigua de España y una de las más ricas del mundo. Hoy, por el día mundial de las bibliotecas, hemos hecho un recorrido por ella. Foto: Isabel Infantes / Europa Press
La Biblioteca Nacional celebra cada año en su sede el Día de las Escritoras. Son diversas actividades que organiza en colaboración con la Federación Española de Mujeres directivas, ejecutivas, profesionales y empresarias y con la Asociación Clásicas y Modernas, con el objetivo de reivindicar la labor y el legado de las escritoras a lo largo de la historia. El lema de este 2021 ha sido "Leer las edades de la vida" y la celebración la ha coordinado la poeta Marifé Santiago Bolaños. el acto central de la celebración consistió en una lectura continuada de las obras de las distintas autoras de cualquier época. Nos colamos por allí y recuperamos algunas de las voces que se escucharon... La de Ana Santos, la directora de la Biblioteca, por ejemplo, leyendo a María Moliner, su prólogo sobre el papel de los bibliotecarios rurales Escuchamos también a la escritora Rosa Montero, leyendo un fragmento de su novela, La Carne.Y terminamos con Elvira Lindo, que puso voz a un bellísimo poema de Paca Aguirre
El importante fondo de dibujos que conserva la Biblioteca Nacional vuelve a ser protagonista de una nueva exposición en su sede en el centro de Madrid. Se trata de la muestra Dibujo italiano y español del siglo XVI, una selección de setenta y siete piezas realizada tras tres años de investigación entre los más de 15.000 documentos del fondo que ha permitido aportar numerosos datos e incluso atribuir autorías. El estudio lo ha llevado a cabo desde la Universidad de Alcalá, Gonzalo Redín, comisario de la exposición, junto a Benito Navarrete. Ahora el público podrá contemplar de cerca unas piezas que no suelen exhibirse por razones de conservación y concluir el papel que el dibujo cumplió durante el Renacimiento. Obras de Parmigianino, Damian Forment, Gaspar Becerra, Berruguete y hasta un Arcimboldo.
El Poema del Cid, el Beato de Fernando I y Doña Sancha, el Códice de Metz del Siglo IX con sus maravillosas ilustraciones de constelaciones, los manuscritos autógrafo de Lope de Vega, la primera edición impresa de El Quijote... son solo algunos de los volúmenes realmente especiales que se conservan en el Departamento de Manuscritos, Raros e Incunables de la Biblioteca Nacional. Todo lo que se conserva en ese departamento tiene un valor, nos dice su responsable, Isabel Ruiz de Elvira. Estos volúmenes están disposición de los investigadores, algunos se prestan muy rara vez para asegurar su conservación y ya casi todos pueden consultarse en la Biblioteca Digital Hispánica, desde cualquier lugar, para que todos los disfrutemos.
El objetivo de BNLab es encontrar nuevas formas de dar utilidad a los datos y las colecciones digitales de la Biblioteca Nacional de España, conseguir que sus fondos digitalizados encuentren nuevos usos educativos, culturales o de investigación. Una de sus vertientes es el trabajo con datos. La Biblioteca genera masivamente datos normalizados a través de sus catálogos o sus índices y bibliografías que, correctamente utilizados pueden ser útiles para múltiples investigaciones. Hasta ahora estaban dispersos y en múltiples formatos pero ahora están organizados y facilmente accesibles. A partir de ellos podemos saber, por ejemplo, qué temas han interesado más a lo largo de la historia, qué autores se han editado más, el número de publicaciones firmadas por mujeres... Las posibilidades que se abren con su uso son realmente inmensas.
El Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros custodia, podría decirse así, el corazón de la Bibloteca Nacional. Son los ejemplres que estuvieron en el origen de la institución, desde su germen en el siglo XVIII con la Biblioteca Real. Manuscritos hay más de 85.000. Incunables, los libros impresos desde la invención de la imprenta a mediados del siglo XIV hasta el año 1500, son más de 3000. Y los libros raros: todos aquellos antiguos o que tienen alguna característica especial que les hace valiosos, alguna anotación o peculiaridad son difíciles de cuantificar. Incluyen las Colecciones de Teatro del Siglo de Oro, las de Villancicos, las de Pliegos de Cordel... Y los más de 40 archivos personales, con centenares de documentos cada uno. Un fondo de valor incalculable, incluyendo joyas como el Poema del Mio Cid, el que guarda la Biblioteca.
Dante Alighieri es el protagonista de la exposición abierta en la Biblioteca Nacional con motivo de la conmemoración de los 700 años de la muerte del poeta italiano. Es una de esas pequeñas pero valiosas muestras que la institución monta en la antesala de su salón de lecturas para mostrar sus joyas. Diez ejemplares de los excelentes manuscritos de la Comedia, calificada de Divina después por Bocaccio, que conserva la Biblioteca.
La Biblioteca Nacional ha recibido la donación de un importantísimo Atlas portulano del siglo XVI recuperado por la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional de manso de un coleccionista privado en Inglaterra que lo había adquirido de forma ilegal. Un ejemplar de lujo salido del taller del cartógrafo genovés Battista Agnese en torno al año 1542, regalo al todavía príncipe, Felipe II. A partir de ahora se conservará en la cámara acorazada de la institución junto al otro portulano de Agnese que ya se guardaba en el servicio de Cartografía. Por su valor, supone una aportación clave a nuestro patrimonio que puede ser consultado ya por todos los interesados, con todo detalle, en la Biblioteca Digital Hispánica.
La Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional ha recuperado un Atlas Portulano del siglo XVI valorado en 2 millones de euros y que se encontraba en manos de un particular británico. La investigación se pudo iniciar gracias a una información anónima recibida en la Brigada sobre una posible salida ilícita del atlas del territorio nacional. La pieza ha sido donada a la Biblioteca Nacional. Los portulanos son mapas de costas fundamentales para la navegación durante la Edad Media. Este Atlas fue un regalo que el embajador de Carlos V en Venecia, Diego Hurtado de Mendoza, realizó al futuro Felipe II, todavía príncipe. El atlas salió del taller del reputado cartógrafo genovés Battista Agnese en torno al año 1545. “Como es un ejemplar de lujo está copiado sobre pergamino o vitela. Al principio y al final tiene una serie de esferas con información astronómica. El centro del libro son mapas de costas del Mediterráneo, de América, Asia y África, del mundo conocido entonces”, explica José Luis Gonzalo, decano de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense, que ha realizado el informe bibliográfico de esta obra y la define como una "joya". El Atlas Portulano permaneció en la colección real hasta principios del XIX, cuando se le perdió la pista. “Había salido del país de forma ilegal. La Brigada de Patrimonio hizo muy bien su trabajo. Esta persona decidió donarlo a la BNE”, cuenta Isabel Ruiz de Elvira, jefa del Departamento de Manuscritos de la Biblioteca Nacional. Informa Ángela Núñez.
- El ejemplar es un Atlas Portulano firmado por Battista Agnese y fechado en torno a los años 1542 y 1546
- Fue un regalo al rey Felipe II de Diego Hurtado de Mendoza, el embajador de Carlos V en Venecia