El anuncio de 12 grandes clubes de crear una Superliga europea de fútbol ha generado un aluvión de críticas y advertencias desde las más altas instancias. La UEFA lo rechaza de plano. Dice que es "una propuesta vergonzosa de clubes movidos por la avaricia". Y aenaza con acciones judiciales contra los clubes que apoyen este torneo: los clubes afectados no podrán participar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial y sus juagdores no podrán disputrra ni Mundiales ni Eurocopas. El ministro de Cultura y Deporte de España, José Manuel Rodríguez Uribes, ha dicho que "la Liga española no se debe devaluar", que los clubes de categorías inferiores "no pueden invisibilizarse" y que "hay que proteger la Selección española". Desde la Comisión Europea defienden un deporte basado en los valores y la inclusión, en el que pueda formar parte todo el mundo. También el gobierno francés y la Bundesliga aplauden que los equipos franceses y alemanes se queden fuera. Y el primer ministro britanico, Boris Johnson, ha criticado esta iniciativa en la que participan seis equipos ingleses.
Analizamos junto a nuestros corresponsales la decisión de Macron de cerrar la ENA y la situación de la educación de élites en Europa. Hace unos días, el presidente francés Emmanuel Macron anunció la reforma de una de las escuelas más prestigiosas del país, la ENA, la Escuela Nacional de Administración. Desde hace medio siglo han salido de sus aulas muchos de los cargos más altos del país, pero la escuela estaba estaba reservada para las élites, sobre todo hombres y con escasísima diversidad en sus filas. El presidente galo dice que quiere convertirlo en un 'Instituto de servicio público', en algo, definitivamente, mucho más abierto. En nuestra mesa de corresponsales abrimos nuestras líneas al exterior y preguntamos a Paco Forjas, corresponsal en París, más detalles sobre la decisión del Elíseo. También hablaremos de la educación británica con Sara Alonso, corresponsal en Reino Unido, una de las más elitistas del planeta y con nuestro compañero Jordi Barcia, corresponsal en Italia, que nos cuenta cómo en el país transalpino cada vez se valora más a políticos con una formación básica.
Los cañones de agua han vuelto a las calles de Belfast para disolver a los manifestantes en la séptima jornada de disturbios en Irlanda del Norte. Es la primera vez en siete años que la Policía emplea los cañones de agua, prohibidos en el resto de Reino Unido y los agentes afirman que su principal objetivo era evitar enfrentamientos directos entre jóvenes protestantes y católicos.
Los enfrentamientos cada vez son más violentos. Todos los partidos políticos de Irlanda del Norte han condenado esos actos violentos, los más graves de los últimos años. El primer ministro británico, Boris Johnson, también se ha mostrado preocupado por los actos de violencia, ha condenado los ataques y ha llamado al diálogo para resolver las diferencias.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado este lunes un plan de cuatro fases para acabar con el actual confinamiento el próximo 21 de junio. La primera fase de este desconfinamiento -que aliviará las restricciones "de forma cautelosa e irreversible"- comenzará el 8 de marzo. Johnson ha advertido que "hacerlo más rápido aumentaría el riesgo de tener que volver a las restricciones", ha explicado ante el Parlamento.
La eficacia del programa de inmunización contra la COVID-19 en Reino Unido alimenta el optimismo de los británicos. Una ofensiva total contra el coronavirus en la que el Gobierno de Boris Johnson no está solo. Unos 30 mil voluntarios han sido 'reclutados' para ayudar en las tareas de vacunación. Ciudadanos anónimos que apoyan a los sanitarios en un país que ya ha vacunado a 10 millones de personas.
Mientras las autoridades sanitarias británicas redoblan sus esfuerzos para combatir al coronavirus, el programa de vacunación avanza firme en su objetivo de inmunizar a la ciudadanía. El pasado sábado, Reino Unido vacunó a 598.389 personas. Una cifra récord y un arma clave para tratar de alcanzar los hitos marcados por elGobierno de Boris Johnson. Hasta la fecha, casi nueve millones de personas han sido vacunadas en el país.
El Reino Unido, con mas de 1.400 fallecidos en las ultimas 24 horas, lleva días superando las mil muertes diarias. Este viernes Boris Johnson alertó de que la nueva variante podía ser más mortal. Aunque la OMS atribuye el aumento del numero de muertes a una mayor presión hospitalaria por la expansión de los contagios. En lo que sí están de acuerdo es en la eficacia de las vacunas con la variante británica. Foto: EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA
Londres dice que la variante británica del coronavirus es más mortifera. El primer ministro, Boris Johnson, dice que hay evidencias científicas que sugieren que la denominada cepa británica además de propagarse más rápido, ahora también parece que podría estar asociada con un grado más alto de mortalidad, según estudios preliminares. Actualmente, la variante, que se ha extendido a más de 50 países y es la cepa del virus dominante en Reino Unido, que ha sufrido un fuerte repunte de contagios achacado precisamente a esta circunstancia. [Última hora del coronavirus]
Boris Johnson, rodeado de sus expertos científicos, ha asegurado que "hay evidencias de que la cepa descubierta en el Reino Unido,a demás de propagarse a más velocidad podría ser más letal". Los expertos insisten en que todavía están investigando este asunto, aunque todo apunta en esta dirección: "El riesgo medio con la cepa original es que por cada 1.000 infectados mueran 10 personas", sin embargo, con esta nueva variante, "por cada 1.000 personas mueren 13 ó 14", ha explicado.
Las vacunas de Pfizer-BioNTech o la de Oxford-AstraZeneca son eficaces frente a ambas variantes.
Informa Sara Alonso, corresponsal en el Reino Unido.