Cantabria es una tierra de contrastes y por ello hemos querido hablar con dos trabajadores del área rural: Rubén Barona Aranburu, guía del Parque Nacional de los Picos de Europa y apicultor en Vendejo, y Pilar Arango, pastora en la aldea de Lerones y representante de Ganaderas en Red. Arango explica que, como mujer en el ámbito rural, puede tener complicaciones iguales a las de una trabajadora de ciudad. Pero destaca que sí cuentan con beneficios a la hora de conciliar de los que no disfrutan las otras, como puede ser que sus hijos les acompañen al trabajo desde bien pequeños: "Yo me llevaba a mi niña a pastorear con un año e incluso con seis meses". Rubén considera que, aunque cada vez sean menos los que lo hacen, sí se puede vivir de la ganadería en la zona.
Además, Pilar Arango hace hincapié en la importancia de la ganadería extensiva en la prevención de incendios, ya que, explica, las vacas y las ovejas se encargan de limpiar el terreno de matojos y ramas que puedan arder. Y Aranburu avisa de los indicios de crisis climática que empiezan a notarse en los Picos de Europa, tales como la desaparición del hielo fósil que permanecía en las cuevas heladas de la zona.