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En verano, las elevadas temperaturas a las que se encuentran expuestos los trabajadores pueden ser la causa de accidentes laborales, algunos de ellos mortales. Los expertos recalcan que es importante saber cuándo se está dando un golpe de calor para poder remediarlo y esto es algo que Jacar, una empresa especializada en rehabilitar fachadas y cubiertas en Navarra, se está tomando muy en serio. Con una duración de cinco meses, el dispositivo emite un ruido sonoro y lumínico cuando identifica un aumento anormal de la temperatura. El empleado deberá acudir a una caseta acondicionada en cada lugar de trabajo, donde podrá descansar y beber agua fresca hasta reducir su temperatura. La iniciativa ha sido bien recibida por los trabajadores de la empresa, que aseguran que da cierta tranquilidad y celebran que se ponga el foco en el cuidado del trabajador. 

Un 10% de la población española evita usar el aire acondicionado por no poder pagar la factura. Sandra Robles, coordinadora del grupo de trabajo de Inequidades de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, asegura que los costes energéticos están condicionando los hábitos de consumo de las casas. "Esto tiene consecuencias negativas para la salud y provoca un aumento de la mortalidad", nos explica en el informativo '14 Horas Fin de semana'. Robles destaca que tenemos tres escalones para poder luchar contra esto: medidas individuales, comunitarias y estructurales. "Las que de verdad tienen un impacto importante son las estructurales, que van a depender de las políticas que se decidan: mejoras en las condiciones laborales, lucha contra el cambio climático y revisión del mercado energético, entre otras", asegura.

Lo peor de la cuarta ola de calor se espera este fin de semana, con avisos por altas temperaturas en al menos 14 comunidades. Se esperan máximas de hasta 41 grados en zonas de interior como Toledo o Badajoz. Sin embargo, el norte será una de las zonas que más lo note. En Cantabria pasarán de 25ºC a 35ºC, por lo que la alerta roja ya está activada para el domingo. Allí, los vecinos miran temerosos a la humedad, que puede influir en una aumento de la sensación térmica. Por otro lado, en Lleida, Cataluña, preocupa que el calor empeore las condiciones del incendio en la comarca de la Noguera. Ya ha arrasado 60 hectáreas y cuatro localidades están confinadas. 

Nos encontramos a las puertas de una nueva ola de calor, la cuarta de este verano 2024. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), esta llegará a partir de este viernes, aunque ya se está notando la subida de las temperaturas, especialmente en zonas de Castilla-La Mancha, Baleares y Madrid. La media que usa la AEMET para determinarlas son las temperaturas de julio y agosto entre el año 1971 y el 2000. Algo que, según algunos expertos, debería actualizarse teniendo en cuenta el cambio climático. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ya trabaja en ello. Factores como la humedad, el viento o aquellos que miden la vulnerabilidad de la población pueden influir en esa medición. Hay que tener en cuenta, además, según comentan los expertos, que todas las especies se van adaptando a la nueva realidad y ese es otro factor a tener en cuenta. 

Los glaciares tropicales de los Andes están experimentando un retroceso sin precedentes, con zonas de hielo que no habían estado expuestas en 11.700 años, desde que comenzó la actual edad geológica del Holoceno.

Los Andes, que albergan más del 99% de los glaciares tropicales, pueden ser los primeros en mostrar impactos significativos del cambio climático inducido por el ser humano a escala regional, indica un estudio recién publicado en la revista 'Science'

La investigación, encabezada por el Boston College (Estados Unidos) revela que los trópicos ya se han calentado más allá de los límites vistos por última vez a principios de la era del Holoceno.

El análisis de muestras de rocas adyacentes a cuatro glaciares de la cordillera de los Andes da pruebas “bastante sólidas” de que estos son ahora "más pequeños de lo que han sido en cualquier momento de los últimos 11.000 años", afirma Jeremy Shakun, firmante del artículo publicado por la institución académica estadounidense.

España se enfrenta a una nueva ola de calor extremo a partir de este lunes, con todas las comunidades autónomas de la Península y las islas Baleares en alerta amarilla o naranja por altas temperaturas. Esta situación se debe a la entrada de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) por el suroeste peninsular, que trae consigo abundante nubosidad y un aumento significativo de los termómetros. Las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Región de Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana están en alerta amarilla por temperaturas máximas que oscilan entre los 35°C y los 39°C.

Tras la primera ola de calor, el domingo gran parte del país ha sufrido un descenso de las temperaturas generalizado acompañado de tormentas fuertes en algunas zonas como Cataluña. Sin embargo, se espera un nuevo episodio de temperaturas muy altas, que podría acabar finalmente considerado una nueva ola de calor, la segunda del verano. A partir del martes y hasta el jueves, una masa de aire muy cálido afectará a España debido a una dorsal norteafricana que se irá imponiendo sobre nuestra vertical. De mantenerse este escenario, en algunas zonas de Extremadura, mitad oeste de Castilla-La Mancha y las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén podrían superar los 42 grados en estas próximas jornadas. Otras que se quedarían cerca de los 40 grados serían el interior, sur, meseta norte, depresión del Ebro y valle del Miño. En Canarias, se espera que sobrepasen este valor en algunas zonas.