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La guerra tiene normas que en este conflicto se están vulnerando. Lo denuncian la ONU o la Cruz Roja. Expertos en derecho internacional también ven crímenes de guerra.

La toma de rehenes está prohibida por las convenciones de Ginebra, que también regulan el trato a militares prisioneros.

Israel ha disparado contra 32 instalaciones de la ONU donde se refugian la mitad del millón de desplazados forzosos por la ofensiva hebrea. Esos ataques no están permitidos. Tampoco contra hospitales, aunque se sospeche que se esconden armas.

La destrucción de hospitales, además, tiene efectos que duran años en un territorio ya muy golpeado.

Ni Israel ni Hamás reconocen a la Corte Penal Internacional, pero eso no es necesario para que los autores de crímenes de guerra sean juzgados. El proceso podría iniciarse con una denuncia de la Autoridad Nacional Palestina, que sí acepta la justicia internacional.

FOTO: EFE/ Mohammed Saber

En plena noche, por la mañana o por la tarde. Desde que estalló la guerra, prácticamente a diario suenan las sirenas en Tel Aviv. A diferencia de otras ofensivas, Hamás ha puesto en su punto de mira el centro comercial y cultural del país, que comienza a notar el impacto de la guerra en su actividad laboral.

Las 7.500 startups y más de 450 compañías de alta tecnología han visto reducida su plantilla.

Tel Aviv, mucho más vacía y silenciosa de lo normal, trata de recuperar la normalidad, aunque muchos comercios y restaurantes están a medio gas y sin apenas clientes.

FOTO: AP Photo/Evan Vucci

Una de cada cuatro personas muertas en Gaza en los últimos 12 días son niños. Pero a veces la moneda cae del lado de la vida, como en esta vivienda de Jabalia. El mayor campo de refugiados de la Franja, que esta noche también ha sido bombardeado. Los rescatistas trabajan con más ganas que nunca. Esta vez, retiran los escombros con sus propias manos para sacar a personas vivas.

Puede extrañar que una familia numerosa, como tantas en Gaza, estuviera durmiendo en su casa mientras los proyectiles caen. Muchos lo eligen así, porque las alternativas no son mucho mejores o, directamente, no hay alternativa.

En la superpoblada Gaza no hay refugios subterráneos. Sólo en jabalia hay 25 escuelas gestionadas por Naciones Unidas. Spnun refugio porque están protegidas en teoría por el Derecho Internacional, pero ya están sobrepasadas. Igual que os hospitales, que además tambén han sido blanco de un bando aun por determinar. Bajar al sur de la Franja, siguiendo las recomendaciones de Israel, no es garantía porque allí también bombardean. Para muchos, ni siquiera es una posibilidad, porque no tienen gasolina para desplazarse. En este territorio bloqueado no entra combustible desde el 7 de octubre. No hay muchas más opciones que quedarse y confiar en tener la misma suerte que esta familia.

A solo cien metros de esta explosión, desde donde está grabado el vídeo, hay un hospital. Un centro donde, como todos los que quedan operativos en la Franja, además de atender como pueden a los heridos que no paran de llegar, se refugian miles de personas, en este caso: 8000.

Este es solo uno más de cientos de ataques que se han seguido produciendo en las últimas horas: en el norte, pero también en el sur. Israel asegura que ha destruido cientos de posiciones de Hamás y que ha matado varios de sus miembros. Según los cálculos de la ONU, un cuarto de casas de civiles en Gaza ya son escombros o han sufrido daños. Son más 98.000.

El presidente de EE.UU., Joe Biden anunció un acuerdo con Israel para permitir la entrada de 20 camiones con ayuda humanitaria por el paso de Rafah, frontera con Egipto. Sin embargo, han prohibido la entrada de combustible y las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno han calificado como absolutamente insuficiente la cantidad permitida.

En RTVE Noticias hablamos con Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA en España, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, que nos explica el momento crítico que vive más de dos millones de personas en la Franja de Gaza y cómo solo 20 camiones con bebida y alimentos no paliará su grave situación. UNRWA hace un llamamiento a la ciudadanía para enviar toda la ayuda posible a la población civil que están sufriendo las consecuencias del conflicto. Si quieres colaborar, puedes hacerlo a través de www.ayudagaza.com

La difusión del conflicto entre Israel y Hamás se cuela en la firma de Héctor Abad Faciolince: "Hoy las redes sociales, los vídeos en tiempo real y las fotos en alta definición nos permiten ver muy de cerca la sangre y el dolor que antes solo nos podíamos imaginar".

El escritor reflexiona, además, acerca del dolor de quienes sufren la guerra: "Conviene ver el sufrimiento de unos y otros y entenderlo".

En Las Mañanas de RNE vamos a tratar de ponerle rostro a lo que están viviendo miles de personas en la Franja de Gaza. Hablamos con Emad Hegazi, palestino con nacionalidad española, que su mujer y tres de sus hijos están en la Franja de Gaza y nos confiesa que vive con angustia y nos cuenta que su familia ya no está en su casa porque la han casi derruido y asegura que “no hay ninguna zona que esté en paz." También conectamos con su hija Huda Emad Hegazi, que se encuentra en la Franja de Gaza, y nos confiesa que “esto es una pesadilla” y que “el único objetivo es poder sobrevivir.” Asegura que llevan “una semana sin corriente eléctrica y sin agua potable. Es algo insoportable.” Y a pesar de tener también la nacionalidad española, Huda nos explica que “todavía no hay acuerdo entre Israel y Egipto para que se abra la frontera y evacuar a los extranjeros.”

"Israel no puede cometer crímenes para defenderse y la Unión Europea no se puede quedar callada, por lo que no es solo un problema de Israel, es un problema de la comunidad internacional", ha señalado en Las Mañanas de RNE Luis Moreno Ocampo, ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, que ha insistido además en la importancia de que se investigue a Hamás: “La Corte Penal Internacional tiene jurisdicción”, ha aseverado.

Ocampo considera que Israel está actuando en contra de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio al “crear las condiciones para la destrucción de un pueblo”, pero también acusa a Hamás de haber cometido un genocidio en el ataque a un festival en Israel.