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El fotoperiodista Gervasio Sánchez lleva más de 30 años viajando por los diferentes conflictos armados que asolan y han asolado el mundo, recogiendo el testimonio gráfico de las víctimas más vulnerables y el que ha ido forjando su carrera. Parte de su trabajo se expone ahora en Zaragoza y Alicante, en sendas muestras sobre la violencia hacia las mujeres en conflictos armados y sobre la crisis migratoria de los refugiados, respectivamente.

Hoy en Solidaridad tenemos nuestra cita anual, para conocer el Informe de Acción Humanitaria en 2018-2019: “Sin cambios en tiempos de incertidumbre",  donde se refleja menos fondos económicos y compromisos de la comunidad internacional, incluido nuestro país. Por contra el gasto mundial en armas, equipos y materiales militares sigue aumentando, es la inversión en el horror y una vez más los países del negocio sobre el sufrimiento de la población civil, son los mismo Estados Unidos, Rusia, Francia Alemania y China suponen el 75% de la importaciones y España ocupa el séptimo puesto en esa macabra lista. Además un año, asistimos como la población civil son escudos y se les criminaliza en las zonas de conflicto y la dificultad todavía mayor de las organizaciones humanitarias para realizar su labor, en un intento de no tener observadores objetivos. Un informe que ha sido realizado y coordinado por El instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria y Médicos sin Fronteras.

Invitados. Francisco Rey codirector del IECAH y Raquel González, responsable de Relaciones Externas de Médicos sin Fronteras.

Se cumplen los 75 años de la Conferencia de Yalta, la cumbre histórica que sentó las bases del poder en Europa durante la segunda mitad del siglo XX. Roosevelt, Churchill y Stalin repartieron el continente europeo con una división que acabaría con las grandes potencias y que daría origen a la Guerra Fría. A pesar de todo, el mundo de Yalta ya no es el mismo, donde no hay un solo país capaz de dominar el mundo como lo hizo EE. UU.

Libia, un país roto, en una espiral continua de violencia desde la revuelta que desembocó en la muerte en 2011 de Muammar El Gadaffi. La Unión Europea quiere implicarse al máximo en que Libia vuelva a una cierta normalidad. El objetivo es lograr el alto el fuego definitivo y que se cumpla realmente el embargo de armas acordado que ahora es papel mojado. La idea es revivir la Operación Sofía en el Mediterráneo, que nació para combatir a las mafias de migrantes. Ahora para vigilar ese tráfico de armamento. Nos preguntamos cuales son los motivos de que los europeos nos impliquemos más que nunca en la resolución del problema libio y si las gestiones pueden fructificar. Le trasladamos las cuestiones a Lourdes Vidal. Es directora de Mundo Árabe y Mediterráneo en el Instituto Europeo del Mediterráneo con sede en Barcelona.

Cada vez se habla menos de los campos de refugiados en Grecia. Lesbos se dio a conocer por la tragedia humanitaria de los refugiados que empezaron a llegar en masa, pero el tiempo es cómplice del olvido y los refugiados que sobreviven en condiciones infrahumanas, hacinados y sufriendo una violencia extrema, ya no son noticia para nadie. Mientras, familias enteras siguen llegando, y casi nadie logra seguir su camino fuera de los campos, que se han convertido en una cárcel sin rejas.

El mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, ha aceptado este sábado el alto el fuego propuesto por Turquía y Rusia en un intento por recuperar las negociaciones de paz tras diez meses de intensos combates con el gobierno sostenido por Naciones Unidas en Trípoli (GNA). En un comunicado, el portavoz del llamado Ejército Nacional Libio (LNA), el coronel Ahmed al Mismari, ha confirmado que las tropas pusieron fin a sus operaciones en la capital, la ciudad de Sirte y el resto de frentes a medianoche, y ha sugerido que cualquier hostilidad después de esa hora sería responsabilidad de las milicias vinculadas al GNA y su aliado, la ciudad-estado de Misrata.

Ataque de Irán a bases de EE.UU. en Irak

Análisis de Amirah Fernández sobre ataques Irán

Haizam Amirah Fernández, investigador del Real Instituto Elcano especializado en Mundo Árabe e islámico, cree que la situación tras los ataques iraníes sobre bases de EE.UU. en Irak es "delicada" y pone al mundo entero "al bordel del precipicio" por una guerra regional en una zona muy sensible. 

"En función del cálculo que hagan en Washington habrá respuesta o no", ha añadido. La clave es saber si ha habido muertos entre las tropas estadounidenses, en cuyo caso la respuesta de Donald Trump podría ser dura.

En cualquier caso, ha advertido en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE, este intercambio "puede llevar a una escalada y a errores de cálculo (...) que se pueden pagar muy caros".

Amirah especula que los motivos del asesinato del general iraní Qasem Soleimani pudieron ser "cálculos electorales, personales y de un sector de la administración" de Trump, que quiere someter a Irán a la "máxima presión", en alianza con otros países de la zona como Israel.

"A Trump se le presentaron una serie de posibilidades de respuesta por la muerte de un contratista estadounidense y optó por la más tajante, otros dirían que incediaria", ha explicado.

Tras el ataque de Irán hay dos alternativas: ambos contendientes deciden un "momento de calma y que consideren ambos que la cosa debe quedar tranquila por un tiempo"; o que EE.UU. responda y utiliza a los países vecinos para lanzar ataques contra Irán, a los que Teherán respondería. "Estaríamos entonces ante una guerra regional que no tiene nada bueno que aportar".

El investigador del RIE cree que la Unión Europea "no tiene capacidad para presionar a unos y a otros para que rebajen la tensión".

El ataque con misiles lanzado este miércoles por Irán contra dos bases de Estados Unidos en Irak, como venganza por el asesinato del general Qasem Soleimani, ha provocado una sacudida internacional y temor por una posible guerra regional que ponga en peligro el suministro de petróleo.

"Es importante parar el ciclo de violencia para que una nueva acción no nos lleve a otra", ha pedido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El Alto Representante para la Política Exterior, el español José Borrell, ha calificado los recientes acontecimientos como "preocupantes". "La actual situación pone en riesgo los esfuerzos de los últimos años y también tiene implicaciones para el importante trabajo de la coalición contra el Estado Islámico". Borrell convocará a los ministros de Exteriores a un consejo especial para activar los canales diplomáticos.

Desde Israel ha llegado de momento el apoyo más claro a Estados Unidos. Su primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha asegurado que respalda "completamente" a Washington y ha felicitado a Donald Trump por haber eliminado a Soleimani.

Irán ha cumplido su amenaza de vengarse por el asesinato, a manos de Estados Unidos, del general Qasem Soleimani. Más de una veintenade misiles balísticos iraníes han impactado durante la madrugada de este miércoles contra dos bases militares en Irak en las que están destacados soldados estadounidenses.

Se trata de las bases de Ain al Asad, situada en la zona de Al Bagdadi, al oeste de la capital de la provincia de Ramadi, y de Erbil, capital de la Región Autónoma del Kurdistán. Según el gobierno iraquí, en total han caído 22 misiles, cinco en Erbil y 17 en Al Asad, dos de los cuales no han estallado. Las bases estaban en máxima alerta desde el viernes, cuando Soleimani murió en un bombardeo norteamericano.

La Guardia Revolucionaria iraní ha asegurado que 80 "terroristas americanos" han muerto en los ataques, que habían destruido igualmente helicópteros y equipo militar.

El portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, ha asegurado que aún se estaban evaluando daños.

Por el contrario, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha afirmado en Twitter que "todo está bien" y ha anunciado una comparecencia durante la mañana del miércoles.