Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Las ONG denuncian una emergencia humanitaria en Tigray, región al norte de Etiopía donde la guerra ha agravado la situación de cientos de miles de personas que ya dependían antes de la ayuda humanitaria. Más de 30.000 personas, la mayoria mujeres y niños y tambien victimas de los combates se refugian en Sudán, donde en los campamentos no hay suficiente agua, ni comida, ni sanitarios, ni tiendas de campaña. Los refugiados llegan sin parar y podrian huir hasta 200.000 a este pais vecino que ya alberga a un millón de refugiados de otros países. La ONU pide la ayuda urgente de 200 millones de dolares para responder a la situación.

Queman su casa antes que dejársela a su enemigo. La paz le cuesta a los armenios tener que entregar a Azerbaiyán, con mucho dolor, buena parte de las tierras de Nagorno-Karabaj en las que han vivido durante décadas. La mayoría recoge sus cosas y se va. Tras una guerra de 44 días y cientos de cadáveres todavía en las cunetas, los armenios tratan de asimilar la derrota frente a Azerbaiyán, de mayoría musulmana. Entre lágrimas, se despiden también de sus monasterios e iglesias cristianas.

El ejército de Marruecos ha respondido a otro ataque del Frente Polisario, después de declarar el estado de guerra. El Guerguerat es el origen del conflicto en estos días, allí el Frente Polisario bloqueó el paso reivindicando el referéndum de autodeterminación prometido. Hacía más de 30 años que no se vivía tanta tensión en la zona.

Decenas de camiones han estado semanas aparcados hasta que se ha desbloqueado un tramo fronterizo de cinco kilómetros, que lleva a Mauritania.

Informa nuestra enviada especial y corresponsal en Rabat Ana Jiménez, y repasamos el origen del conflicto con Santiago Barnuevo.

Los camiones de mercancías vuelven a circular entre en territorio del Sáhara Occidental y Mauritania pero sigue la tensión entre Marruecos y el Frente Polisario desde el enfrentamiento vivido el pasado día 13 en Guerguerat, cuando activistas saharauis bloquearon el paso fronterizo. La ONU no reconoce la soberanía marroquí sobre ese territorio pendiente de descolonización desde que dejó de ser una colonia española.

Tercer día consecutivo de hostigamiento entre el ejercito marroquí y el Frente Polisario. Este en un comunicado ha confirmado ataques sobre bases marroquíes causando víctimas, aunque Rabat no lo hace. Esto ha llevado al Polisario a decretar el Estado de Guerra. Marruecos sí confirma en cambio que el paso de El Guerguerat ya se encuentra desbloqueado tras el incidente de hace unos días. Informa Ana Jiménez, corresponsal de RTVE.

El Frente Polisario informa de bombardeos, por segundo día consecutivo, contra posiciones del ejercito marroquí. Según su parte de guerra, unidades saharauis han atacado bases de los alauitas, que han sufrido bajas mortales. El ataque se habría producido en el sector de El Bagari y El Guerguerat en respueta a la agresión del viernes de Marruecos en ese paso fronterizo. El Polisario considera roto el acuerdo de alto el fuego firmado con Marruecos en 1991.

La guerra de Nagorno Karabaj entra en una nueva tregua. El acuerdo de alto el fuego implica la devolución a Azerbaiyán antes de final de año de varios territorios de Nagorno Karabaj que ahora están bajo control armenio.

Se desplegará un contingente de 2.000 soldados rusos para supervisar y garantizar la paz. Los miles de desplazados podrán volver a casa bajo supervisión de la ONU.

Es una traición y una derrota para muchos armenios que han asaltado en Yereván la residencia del primer ministro, el Parlamento y otros edificios del Gobierno. En Bakú se celebra como una victoria.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, ha anunciado este lunes que ha firmado una declaración con los gobiernos de Rusia y Azerbaiyán para alcanzar a partir de este martes el que será el cuarto al alto el fuego en Nagorno Karabaj, después de más de un mes de hostilidades.

Pashinyan lo ha comunicado a través de su cuenta de Facebook, donde ha afirmado que cree que es "la mejor solución" y el Kremlin y el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev lo han confirmado poco después.

Los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán por el control de Nagorno Karabaj siguen sumando víctimas mientras se estrecha el cerco a la capital de esa región. El Gobierno Karabají sigue reclamando un alto al fuego humanitario porque teme el genocidio de los armenios de Nagorno. En Stepanakert se han vivido hoy uno de los ataques más intensos, con bombardeos que han durado hasta 15 minutos. En la zona se encuentra la enviada especial de RNE, Aurora Moreno. La mayoría de la ciudad está vacía salvo por combatientes y periodistas, y los civiles que quedan, han improvisado refugios en los sótanos. El suministro eléctrico, el gas y el agua, así como las telecomunicaciones están dañados y se producen cortes del suministro.

Nos trasladamos hasta un hospital de Goris, una ciudad armenia fronteriza con Nagorno. Es una zona caliente, un frente de batalla donde soldados y civiles caen heridos a diario. Allí nuestra enviada especial Aurora Moreno ha hablado con médicos, testigos de experiencias atroces.

Cuentan que han visto tragedias impensables en jóvenes de 18 años, que Azerbaiyán está utilizando drones que sobre todo hieren a civiles. Además, explican que reciben muchos heridos por bombas de fósforo o de racimo, que se están empleando contra la población. Son armas prohibidas por convenciones internacionales. “En esta guerra apenas se ven heridos de bala”, asegura.

Nagorno Karabaj está plagada de pueblos fantasma, todos los que han podido escapar lo han hecho. No sólo por el miedo a los bombardeos de las fuerzas de Azerbaiyán contra objetivos civiles sino también por el horror que despiertan los yihadistas que se han introducido en esta guerra como mercenarios de los azeríes. Refugiados que ahora buscan asilo y con los que ha hablado la enviada especial de Radio Nacional, Aurora Moreno.

La guerra que mantienen Azerbaiyán y Armenia por Nagorno Karabaj ha obligado a cientos de armenios a huir de sus hogares y refugiarse en la capital, Ereván. Nuestra enviada especial, Aurora Moreno, ha hablado con algunos de ellos, como Marta, que consiguió huir junto a sus cuatro hijos cuando el ejército de Azerbaiyán empezó a bombardear la zona. Es una de las nueve familias que han encontrado refugio en Ismiadín, uno de los cinco centros que se han abierto en el país para acoger a los afectados. Allí pasan el tiempo cosiendo gorros y redes de camuflaje para los soldados que están en el frente.

Nagorno Karabaj, la región situada entre Armenia y Azerbaiyán, ha vuelto a ser centro de maniobras militares y ataques en los últimos días, que han hecho saltar las alarmas por las posibles consecuencias en esta estratégica zona del cáucaso. RTVE analiza las claves del conflicto iniciado hace tres décadas, la frágil situación de este territorio estratégico en el Cáucaso y los intereses de Turquía o Rusia, los países vecinos involucrados.

ÉRIKA REIJA.- Los combates entre Azerbaiyán y Armenia por este enclave del Cáucaso cumplen 3 semanas sin perspectiva de solución y con cientos de muertos. El acuerdo de un alto el fuego entre las dos ex repúblicas soviéticas alcanzado el 10 de octubre en Moscú sigue siendo papel mojado. Nos lo cuenta desde allí, Lika Zaqaryan, una civil de 26 años que, como toda su generación, no ha conocido una verdadera paz en toda su vida, siempre con el trasfondo de un conflicto que se remonta a la desintegración de la URSS y que en tres décadas suma tres guerras y muchas negociaciones de paz fracasadas.

Con su casa destruida por un misil y la mayoría de su familia en el frente, Lika vive ahora en el sótano de unos amigos. Así, en refugios subterráneos, intentan escapar de las bombas la mayoría de los 150.000 habitantes de este enclave separatista, que en teoría pertenece a Azerbaiyán, pero en la práctica está habitado y gobernado por armenios.

Davit Babayan, consejero de la presidencia de la autoproclamada república de Artsaj, cuya independencia no reconoce ningún país, nos dice que van luchar "hasta la última gota de sangre" por la tierra de sus ancestros. Teme que el respaldo de Turquía a Azerbaiyán, superior en el terreno militar, pueda traducirse en un nuevo genocidio contra su pueblo.