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Ucrania ha atacado la sede del Estado Mayor de la flota rusa del mar Negro en Crimea. Un dron ha impactado contra el edificio, aunque el gobernador de la ciudad ha dicho que no ha habido víctimas. El ataque se ha producido un día después del acuerdo entre Macron y Putin sobre la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, objeto de bombardeos de los que se acusan mutuamente Moscú y Kiev. Rusia ha aceptado enviar un grupo de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para evaluar la situación.

Foto: Soldados ucranianos en la región de Zaporiyia (REUTERS/Dmytro Smolienko/File Photo)

Fran Sevilla, corresponsal de RNE en Washington, y María Eulate, directora de 'Cinco Continentes' de Radio 5, ambos fueron enviados de a Ucrania y han sido los encargados durante meses de trasladar hasta nuestro país lo que estaban viviendo en Ucrania tras la invasión rusa el pasado 24 de febrero.

Nuestros compañeros nos cuentan su experiencia en el país. Fran destaca de este conflicto, frente a otros en los que ya ha estado, que el armamento es más moderno y tiene mayor alcance "por lo que es más difícil prever riesgos"María, en cambio, era la primera guerra que cubría y confiesa que fue porque ocurría en suelo europeo y "era un país con el que compartíamos muchos códigos y creía que sabría desenvolverme".

El Ejército ruso intensifica los ataques aéreos en el frente. Intenta avanzar después de semanas de estancamiento. Además, Moscú espera la llegada de soldados voluntarios. Muchos habrían sido reclutados en las cárceles por el grupo de mercenarios Wagner. 3.000 presos que lucharían en Ucrania a cambio de un salario mensual generoso y, si están al menos seis meses, también el indulto. Lo ha denunciado una ONG de derechos humanos rusa.

Foto: Una casa destruida en Kramatorsk, región de Donetsk (AP Photo/David Goldman)