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Portugal dará cuenta dentro de unos días sobre la marcha de las reformas que Europa le exigió a cambio del rescate de mayo pasado. Hoy el principal sindicato del país ha convocado una manifestación contra esa política de recortes, que califica de "terrorismo económico y social".

En la Unión Europea, las leyes laborales y las indemnizaciones por despido son muy variadas. Entre las más bajas, las del Reino Unido, un país que ofrece en cambio muchas ayudas a los parados. En Alemania, la principal fórmula para no engordar las listas del paro es mantener las plantillas, con menos horas y menos salario.

Los ministros de Finanzas de la eurozona han decidido posponer al próximo miércoles su visto bueno al rescate a Grecia al considerar que aún faltan elementos para el acuerdo.

Europa encara su quinto año de crisis y no consigue ofrecer un mensaje de esperanza a sus ciudadanos. En Portada ha viajado a tres de sus plazas fuertes: Londres, París y Berlín para escuchar a sus habitantes e intentar descubrir por qué se ha desplomado la confianza en la Unión Europea, en los políticos y en el sector financiero. El movimiento global de indignación que nació en España ha llegado también a estas capitales y denuncia que los ciudadanos están pagando una crisis de la que no son responsables. Hablamos con los indignados y con Stéphane Hessel, el diplomático y escritor francés cuyo pequeño libro ha servido de inspiración

Tras una reunión de cuatro horas entre los representantes de la `troika¿ ¿representación de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo- por una parte, y el primer ministro griego, Lukás Papadimos, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y el de Trabajo, Yorgos Kutrumanis, por otra, no ha habido consenso en la reducción de las pensiones en un 20% de las pensiones superiores a los 1.000 euros.

Éste es el único obstáculo para dar luz verde al durísimo paquete de ajustes que incluiría además una rebaja de entre el 20 y el 25% del salario mínimo (actualmente 751 euros brutos), el despido de 15.000 funcionarios (acuerdo que se cerró el lunes), drásticos recortes de los salarios en las empresas públicas y privatización inmediata de éstas, liberalización de profesiones y abolición de los convenios colectivos.