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Hoy en Miradas al mundo nos marchamos a Estados Unidos. Ahí, a pesar de haber desaparecido de la primera línea política, el expresidente Donald Trump sigue teniendo mucha influencia en el Partido Repúblicano. Prueba de ello: una amplia mayoría de los republicanos se mostró a favor de la expulsión de Liz Cheiny, por sus críticas al ex-mandatario y su ruptura con la línea oficial del partido. Nos lo cuenta Carmen Buergo en este reportaje.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido la actuación de España y en particular de sus Fuerzas Armadas desde que comenzó la crisis con Marruecos. “Con España no se juega. Poner en riesgo la vida de menores con una finalidad que no se puede entender no es de recibo. Entendemos que Marruecos es un país vecino, amigo, y tiene que reconsiderar lo que ha hecho en los últimos días. Que no solo se lo ha hecho a España, sino a la UE”. Robles dice que ha quedado claro que España, con sus Fuerzas de Seguridad y sus Fuerzas Armadas, es un país solidario, que empatiza. Critica las descalificaciones que se han producido en las redes sociales contra voluntarios y militares y pide que la oposición tenga “un comportamiento de Estado” frente a lo que está ocurriendo: “Creo que hay materias como la lucha contra la pandemia o una crisis como ésta en la que hay que hacer política de Estado. Hay otros ámbitos donde hacer oposición”. En este sentido, añade: “Por suerte, al Ejército no lo puede patrimonializar nadie. Ellos han demostrando que están para servir a todos sin preguntarles nada. A los españoles y a los extranjeros”. No entra en si EEUU debería reconsiderar su posición sobre el Sáhara, pero marca distancias entre la actitud de la administración Biden con la anterior de Trump. Robles cree que España hizo lo que debía al acoger al líder del Polisario y respalda el trabajo del CNI. Con respecto al despliegue del Ejército en Ceuta niega que haya habido un refuerzo y dice que los soldados seguirán allí, “como en cualquier otra ciudad española”.

José Miguel Calvillo Cisneros, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, ha dicho en Las mañanas de RNE que el balance de la situación en Afganistán tiene dos partes, la seguridad y el desarrollo. "En desarrollo ha habido un punto de inflexión, sigue siendo pobre pero nada que ver con la situación inicial. Pero por otro lado está el análisis de la seguridad y no podemos ser tan optimistas. El número de atentados terroristas, el número de víctimas... desde el año 2011 se ha producido un incremento notable que deja ver que la situación de seguridad es bastante peor", ha explicado.

La de Afganistán ha sido la guerra más larga de la historia de Estados Unidos. Biden pasará a la historia como el presidente que la terminó. "EE.UU. jamás podrá ganar la guerra en Afganistán. Podrá ganar batallas pero no la guerra.  Uno de los errores cometidos ha sido no entender la coyuntura de Afganistán. Biden prioriza los intereses de EE.UU. No victoria, no derrota, una salida honrada del país. "Cree que la retirada abre una puerta a los talibanes para llegar al poder. "Los talibanes llevan un año desde que se firma el acuerdo con Trump en el que su objetivo es el gobierno de Kabul y para ellos es una guerra civil en la que día tras día consiguen más poder y más legitimidad. Ojalá me equivoque, pero en cuanto la comunidad internacional abandone Afganistán sin un apoyo serio y estable a Kabul, será cuestión de tiempo que los talibanes lleguen al poder."

Todavía recuerda la primera vez que estuvo en el país en 2006. "Vi una pobreza absoluta. Ha mejorado con el apoyo de la comunidad internacional, se ha cubierto una necesidad básica pero no en todo el país, solo en las ciudades más grandes. La realidad del país sigue siendo de extrema pobreza", cuenta. Y añade que la falta de conocimiento sigue siendo total. "Desde el siglo XIX hasta ahora, en los conflictos en Afganistán la cuestión étnica siempre ha estado presente. Es lo que la comunidad internacional no ha conseguido ver. Los talibanes tienen muchas opciones de hacerse con el poder, porque lanzan un mensaje identitario desde el punto de vista pastún. En las últimas semanas, los atentados contra la población civil han sido contra población chií, hazara, tayika... son los enemigos de la etnia pastún. No todos los pastunes son talibanes, que a veces se confunden", explica.

Donald Trump cargó sin pruebas tras las elecciones del pasado año contra el voto por correo, al que consideró un fraude. Ahora los estados gobernados por el Partido Republicano de Estados Unidos están cambiando las normas para restringirlo de cara a próximos comicios. La estrategia tiene unobjetivo claro, según los analistas: dificultar el voto de las minorías negras y latinos con una serie de nuevos requisitos y exigencias. Hace unas semanas lo hizo Georgia y ahora acaba de hacerlo de Florida. Su gobernador ha firmado la nueva ley hace unas horas a puerta de cerrada. Trump reside ahora en ese Estado y asegura que quiere volver a presentarse a las elecciones en 2024 y con el gobernador de este Estado como vicepresidente. La Casa Blanca considera que estas medidas son un ataque directo al sistema democrático.

Informa Fran Sevilla

El Capitolio, en Washington, sufrió un violento asalto de enero cuando una masa de seguidores del presidente Trump rompió puertas y ventanas para forzar su entrada al templo de la política federal de los Estados Unidos de América.

Para su reconstrucción la madera será muy especial, 78 piezas de caoba que llevaban 100 años cogiendo polvo en un almacén de Wisconsin a donde llegaron durante la 1ª Guerra Mundial para construir hélices para aviones, como explica Robert Ross, ingeniero forestal, orgulloso de usar esa histórica madera en el Congreso.

Asi que esta caoba añeja, rara por lo exótica y más aún por su antiguedad, servirá para reparar puertas, ventanas y mobiliario destrozados y borrar las huellas de aquel triste episodio de la historia política estadounidense.

El mandato del presidente de Estados Unidos, Joe Biden,  cumple este jueves 100 días, y en poco más de tres meses, la imagen de la principal potencia del planeta ha cambiado por completo con los pasos que ha dado el nuevo inquilino de la Casa Blanca para acabar con el legado del republicano Donald Trump, devolviendo al país al Acuerdo de París y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como con dos principales logros: el plan de vacunación contra la COVID-19 y el impulso económico de 1,9 billones de dólares. Durante este periodo, la presidencia de Joe Biden no ha estado libre de problemas y uno de sus mayores retos ha sido la inmigración. En marzo, Estados Unidos registró la mayor cifra de migrantes indocumentados detenidos en la frontera con México en 20 años y el número de menores que llegaron solos se incrementó hasta un 100% respecto al mes anterior. Además, el presidente demócrata ha comenzado sus cuatro años en la Casa Blanca con tensiones con Rusia y China, y tampoco ha logrado la unidad de Estados Unidos, uno de sus objetivos desde la campaña.

  • Más de un centenar de ilustraciones de Donald Trump están expuestas en el Centre del Carme de València hasta el 12 de septiembre
  • 'Agente Naranja' recoge los trabajos del dibujante cubano Edel Rodríguez que hace una crítica a los 4 años de legislatura de Trump