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La corresponsal de RTVE en Nueva York, Sara Rancaño, resume la segunda semana del juicio contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump por presunta falsificación de registros contables para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels para no dañar su reputación de cara a las elecciones de 2016.  

Tras una elección del jurado complicada, la acusación y la defensa abrieron el juicio presentando sus alegatos. La Fiscalía ha acusado al expresidente de organizar todo un montaje para engañar a los votantes y la defensa ha asegurado que los hechos no suponen ningún crimen y que comprar el silencio de alguien tampoco es ilegal. 

El testigo estrella de esta segunda semana ha sido el exeditor de National Enquirer, David Pecker, que ha declarado que utilizó su tabloide para suprimir historias que podrían haber perjudicado la candidatura presidencial de Trump en 2016.

Además, RTVE ha sido el primer medio español que ha podido acceder a la sala en la que por primera vez un expresidente de EE.UU. se enfrenta a penas de cárcel.

Dino Sajudin es exportero de la Trump World Tower, acusado de cobrar un cheque por valor de 30.000 dólares para no revelar un rumor sobre una supuesta hija secreta de Donald Trump con su antigua ama de llaves. Sajudin es uno de varios implicados en sobornos para evitar que comentarios comprometidos sobre el expresidente salieran a la luz durante su campaña electoral.

En el juicio a Trump, la Fiscalía defiende que el expresidente urdió un plan criminal para tapar sus escándalos, engañando a los votantes y corrompiendo las elecciones de 2016. La defensa sostiene, en cambio, que no hay nada malo en influir en unas elecciones. Se llama democracia, dice.

La acusación y la defensa pintaron ayer dos cuadros antagonistas del caso. Veremos cuál compra el jurado. 

"La conspiración de la Torre Trump", así bautizó la Fiscalía el plan que supuestamente urdió Donald Trump para ganar las elecciones de 2016 junto a su ex mano derecha, Michael Cohen, y David Pecker, el jefe del National Enquirer. Les habría mandado comprar los derechos de historias que podían minar sus opciones de ganar y que nunca vieran la luz. Una conspiración -describe la acusación- para ocultar sus infidelidades a los votantes a golpe de talonario e interferir en las elecciones. Luego habría borrado el rastro del dinero. 

El abogado de Trump contraatacó con esta frase estelar: "Influir en las elecciones no es delito, se llama democracia". Y comprar el silencio de alguien tampoco. Niega que Trump falsificara sus cuentas, ni que quisiera ocultar nada a los votantes, sino proteger a su familia y a su reputación.

El expresidente lleva meses denunciando ser víctima de una interferencia electoral, curiosamente de lo que le acusan a él en este juicio. Cuestiona los cimientos y la integridad de su primera victoria electoral, justo cuando intenta volver a la Casa Blanca. 

Ayer seguía atacando al testigo estrella de este caso, su principal delator, Michael Cohen, a pesar de que lo tiene prohibido. El juez fallará pronto si es desacato. Se enfrenta a sanciones, incluso a penas de cárcel. 

FOTO: AP Photo/Yuki Iwamura

Una semana ha bastado para encontrar 12 titulares y seis suplentes neoyorquinos capaces de emitir un veredicto imparcial en el primer juicio penal contra un expresidente de Estados Unidos.

Configurarlo con cierto equilibrio político era una quimera. Trump solo consiguió el 12% de los votos en Manhattan. Y además, los candidatos pedían ser excusados en masa.

El juez suele preguntar uno por uno, aquí bastaba con levantar la mano. No es nada común, según explica Arthur Adala, un famoso abogado.

Fueron sometidos a un cuestionario, al interrogatorio de la defensa y la acusación y la prueba del algodón, el escrutinio a sus redes sociales. Una candidata fue descartada por haber escrito ¡Que encierren a Donald Trump!

Pero incluso una vez seleccionados, algunos imploraban quedarse fuera. Una mujer confesó que estaba siendo demasiado estresante. Otra, que su entorno la había identificado por detalles publicados en prensa.

Si varios titulares fallan por causas mayores, puede que una española se acabe sentando frente a Donald Trump. Es una de las suplentes.

De momento, el jurado de Nueva York vs Trump es anónimo pero está llamado a ser de los más famosos de la historia judicial.

FOTO: EFE/ Jane Rosenberg

La corresponsal de RTVE en Nueva York, Sara Rancaño, resume la primera semana de un juicio histórico en Estados Unidos, el que sienta al expresidente Donald Trump por presunto pago a la actriz porno Stormy Daniels para mantener en secreto una presunta relación sexual. El juicio arrancó el 15 de abril en Nueva York y es histórico porque convierte a Trump en el primer expresidente que afronta un juicio penal. Lo hace, además, a menos de siete meses de las elecciones presidenciales en las que disputará la presidencia a Joe Biden. Rancaño explica por qué Trump se enfrenta a cuatro años de cárcel, los entresijos del caso y las novedades de la primera semana, en la que ya se eligió a los 12 miembros del jurado. 

FOTO: RTVE

El primer expresidente de Estados Unidos imputado, Donald Trump, no solo tiene la causa de la actriz Stormy Daniels. También pesan sobre él otras casos pendientes de resolución.

Caso 2: El de los papeles

Por primera vez el FBI hizo una redada en casa de un expresidente. Buscaban documentos clasificados y los encontraron en cajas apiladas en el baño en un salón de baile en un almacén. Había secretos sobre armas nucleares y planes del Pentágono. Trump se los llevó de la Casa Blanca se negó a devolverlos. Enseñó algunos a sus invitado y le imputan 40 cargos, la mayoría por violar la ley de espionaje.

Caso 3: El asalto al Capitolio

En 2020 Trump se negó a reconocer que había perdido las elecciones. Durante meses denunció, sin pruebas, un pucherazo. El 6 de enero, cuando el Congreso debía certificar los resultados, pidió a sus seguidores que luchasen. Le imputan cuatro cargos, entre ellos conspirar para defraudar y para obstruir la certificación del voto.

Caso 4: Georgia

Uno de los estados donde Trump intentó revertir los resultados. Llamó al encargado del recuento y le pidió que encontrase 11.780 votos más a su favor. Él se negó, nos lo contó en una entrevista le dijo a Trump que ya habían hecho tres recuentos y que el resultado estaba bien. Pero Trump y 18 cómplices siguieron diciendo que habían votado los muertos, que las máquinas de votación estaban trucadas 10 cargos más para él: incluido el de asociación delictiva, el mismo cargo que aplican al crimen organizado.

¿Quién es Michael Cohen? Exabogado y mano derecha de Trump, es el testigo estrella en el primer caso penal contra un expresidente de Estados Unidos. 

Cohen cuenta que poco meses después de que el magnate anunciara su candidatura, idearon un un plan junto a revista para enterrar historias que le hicieran perder votos. Una táctica conocida como 'catch and kill' (atrapa y mata). Comprar la exclusiva para evitar que se publicaran. Cheques para un portero que hablaba de un teórico hijo secreto de Trump y supuestas amantes. A la actriz porno Stormy Daniels Cohen la silenció con 130.000 dólares. Luego Trump se lo reembolsó haciéndolo pasar como gastos legales. 

En mitad de la carrera electoral de Trump para volver a la Casa Blanca, se somete a juicio cómo llegó a la presidencia en 2016.

¿De qué está imputado? De falsificar cheques, facturas y libros de cuentas para encubrir un soborno a esta ex actriz porno, Stormy Daniels y silenciar, al borde de las elecciones, una supuesta infidelidad a Melania.

Trump tiene las cartas en su contra. Por esto no le caería más de un año de prisión pero se enfrenta hasta a cuatro. El fiscal considera que esas mentiras contables eran la tapadera de una trama más grave para influir en las elecciones. Sostiene que funcionó como una contribución a su propia campaña que nunca declaró. Si el fiscal no prueba esa conexión, el caso perderá fuelle. 

Irán ha capturado este sábado un buque vinculado con Israel en el estrecho de Ormuz, en medio de una escalada de tensión entre Irán e Israel por la posible respuesta hacia el ataque en su consulado en Damasco. Pere Vilanova, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona, considera que ambos países responden con acciones "de riesgo calculado" y descarta la posibilidad de un ataque directo de Irán a Israel. "Desde el 7 de octubre, el que está subiendo el diapasón de la tensión es Netanyahu", asegura Vilanova. "A diferencia de lo que hizo Putin hace dos años de invadir a gran escala un país [...] la situación se parece más a un juego de ajedrez, que a una batalla de la Primera Guerra Mundial". El catedrático recuerda que la desestabilización regional hace años que está en marcha y asegura que "la mayor esperanza de Netanyahu es que Trump gane las elecciones, ya que con Biden se lleva muy mal".

¿En qué consiste el caso Nueva York contra Trump, vinculado a las elecciones presidenciales de 2016? Este caso pasará a la historia por imputar y juzgar penalmente por primera vez a un expresidente de Estados Unidos. Gira en torno a su primera carrera hacia la Casa Blanca. El magnate y actual candidato republicano está acusado de falsificar facturas, cheques y entradas de los libros de cuentas para encubrir sobornos a Stephanie Clifford, una estrella del cine porno conocida como Stormy Daniels, con los que habría intentado influir en las elecciones y silenciar escándalos sexuales que perjudicaban sus perspectivas de ganar. El soborno en sí no es delito, pero este caso llevaría asociadas consigo diversas violaciones de la ley fiscal o electoral, según el Gran Jurado.

El caso del asalto al Capitolio es uno de los más relevantes contra Donald Trump, porque en él se juzga si el expresidente de Estados Unidos intentó subvertir la democracia en aquellos días en que la vimos tambalearse, cuando sus seguidores atacaron el Congreso. Se acusa a Trump, que aspira de nuevo a la Presidencia, de intentar cambiar los resultados de las urnas, cuando perdió las elecciones en 2020 y quería seguir gobernando. El fiscal dice que mintió a los estadounidenses, porque sabía que había perdido las elecciones, pero insistía en que se las habían robado, vertiendo acusaciones sin pruebas que negaban sus propios subordinados.