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El Gobierno de Donald Trump ha desvelado este martes las líneas maestras de su política migratoria, entre las que figuran agilizar el proceso legal para la deportación de inmigrantes irregulares, eliminar las exenciones que hasta ahora impedían ciertas expulsiones y la contratación de 15.000 nuevos agentes para reforzar el control de las fronteras, una batería de medidas que abre la puerta a la expulsión masiva de los indocumentados que viven en Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes por sorpresa que un reputado estratega militar, el teniente general H.R. McMaster, será su nuevo asesor de Seguridad Nacional, un nombramietno con el que trata de cerrar la crisis que abrió la Casa Blanca la dimisión de Michael Flynn, que renunció tras filtrarse que había mantenido contactos con el embajador ruso en Washington antes de ser confirmado en el cargo.

Según la agencia Reuters, Herbert Raymond McMaster es un respetado militar de carrera, conocido por su habilidad táctica y como estratega, aunque algunos observadores señalan que su nombramiento constituye una cierta sorpresa, ya que tiene fama de cuestionar la autoridad de sus superiores, algo que puede casar mal con una Casa Blanca especialmente reacia a las críticas.

De hecho, McMaster no era uno de los favoritos para el cargoahora, en cualquier caso, ocupará un lugar central en la política exterior de Estados Unidos, puesto que el asesor de Seguridad Nacional es un cargo independiente -no requiere confirmación por parte del Senado- que se ocupa de coordinar a las distintas agencias de seguridad, así como al Departamento de Estado y al Departamento de Defensa.

Se cumple un mes de la toma de posesión de Donald Trump. Fiel a su estilo, en este tiempo el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha protagonizado varias polémicas y ha visto como la Justicia anulaba su veto a los inmigrantes. En las últimas horas ha recibido críticas por una referencia a Suecia que ha estado a punto de generar un conflicto diplomático.

El primer mes de Donald Trum al frente de Estados Unidos ha estado marcado por la fimra de órdenes administrativas, las diferencias con sus homólogos internacionales, las protestas en la calle y las polémicas con la prensa. La primera llegaba un día después de su toma de posesión, cuando discutió a los medios la cantidad de personas que mostraban las imágenes de este momento respecto a las de Barack Obama. Después se estrenó con un decreto contra el plan sanitario de su antecesor, el 'Obamacare', y, desde entonces, ha firmado más de una veintena. Ente ellos, el más controvertido ha sido el del veto migratorio, que ha quedado paralizado por orden judicial y ha sido contestado en la calle con protestas multitudinarias. Además de todo esto, Trump ha vivido su primera crisis de gobierno, con la renuncia de su asesor de seguridad nacional Michael Flynn a consecuencia de unos contactos no revelados con Rusia, y ha comenzado a establecer relaciones con los presidentes de otras naciones, mostrando abiertamente sus diferencias con su homólogo australiano, Malcolm Turnbull, al que colgó el teléfono o con el mexicano Enrique Peña Nieto, ante el veto migratorio y la construcción de un muro fronterizo.

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