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La llamada 'excepción ibérica' ha entrado en vigor. Su objetivo es topar el precio del gas para reducir la factura eléctrica. Sin embargo, en el primer día de aplicación, ha subido en 10 € el precio del megavatio/hora: de los 214 € de este martes a los casi 225€ que costará el miércoles. La explicación radica en dos factores: la subasta diaria ha finalizado en 165 €, muy por encima del pronóstico del Gobierno, a lo que hay que añadir la compensación a las centrales de gas, de más de 59 €. Fuentes del sector eléctrico explican que, sin el tope al gas, el coste de la luz sería de 237 € (similar a los 233 de Francia, 249 de Italia o 212 de Alemania), por lo que la medida apenas ha reducido el precio de mañana. La puesta en marcha de la medida coincide con una ola de calor que hará que la demanda aumente. Además, la energía solar y la eólica aportarán menos, por lo que el 40% de la electricidad procederá de las centrales de gas.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha repetido más de una vez que había que ser prudentes. Por ahora, el Gobierno mantiene sus cálculos: un ahorro de entre el 15 y el 20 % para la industria y para los casi 10 millones de hogares en la tarifa regulada, que se reflejará en la factura que llegue en julio. Los hogares del mercado libre, la mayoría, notarán la medida cuando les toque renovar sus contratos. Con todo, el Gobierno guarda en la recámara una subida de impuestos para las energéticas, algo que pedía hace unos días Yolanda Díaz y que Teresa Ribera ve posible. 

Informa David Vidueiro.

Sara Carbonell, directora general de CMC Markets España ha explicado al Canal 24 horas que el mecanismo del límite al gas es una subvención a los productores y el precio del mercado mayorista sí caerá un 22%. Sin embargo, esto no se traslada al precio final del consumidor porque no se incluyen otros factores que pueden "inflar" el recibo hasta que llegue al cliente.

"De media sí puede haber un descenso del 6%, que está por debajo de lo que se estimaba en un principio”, ha indicado, pero insta a ir vigilando cómo avanza y cuál será el descenso que tendrá el consumidor final. “Ahora mismo no se puede predecir”, ha indicado.

Foto: GETTY

El precio de la luz se mantiene alto en 2022. Es muy superior al de hace un año, lo que ha disparado el coste energético de los electrodomésticos. El que más electricidad consume es el horno, seguido de la lavadora y del aire acondicionado.

Foto: Getty Images

La guerra energética entre Rusia y Europa se recrudece, con el petróleo y el gas en el centro de la contienda. Tras el embargo parcial a las importaciones de petróleo ruso, el Kremlin avisa que el planeta entero pagará las consecuencias y busca alternativas para vender su crudo. Alemania es, junto con Italia, el país con más lazos energéticos con Rusia. El canciller Sholz vincula la seguridad del país con la política energética y apuesta firmemente por avanzar hacia la autonomía. Se ha comprometido a acabar con la dependencia del petróleo a finales de este año y, aunque el gas costará más, ya se han puesto en marcha varias alternativas. En Francia, en cambio, la dependencia es mucho menor, especialmente gracias a la energía nuclear. El responsable de economía ha aplaudido el embargo al petróleo y, hoy mismo, el presidente de la Comisión de Regulación de la Energía ha declarado que Francia podría prescindir ya del gas ruso.

Informan Beatriz Domínguez, corresponsal en Berlín, y Antonio Delgado, corresponsal en París.


En el mercado mayorista, el precio medio de la electricidad en mayo casi triplica al de hace un año y se sitúa en 187 euros el megavatio hora. No obstante, baja este mes y es el más barato desde septiembre. Detrás de esta tendencia está el precio del gas en los mercados.

Los países que más lo notan son los que más dependen del gas para el consumo eléctrico. Es el caso de Italia, con uno de los precios medios en mayo más altos de Europa. No se ven tan penalizados Francia, donde las nucleares son protagonistas; ni España, con más peso de las renovables; ni Alemania, que recurre al carbón.

Ahora en junio se espera que en España se implante el tope al precio del gas acordado con Bruselas y alivie algo las facturas. Foto: Cézaro De Luca / Europa Press