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Willy Meyer, eurodiputado y dirigente de Izquierda Unida, fue uno de los cientos de ciudadanos españoles que pasaron por las manos de Billy el Niño', Juan Antonio González Pacheco, el exmiembro de Brigada Político Social franquista que hoy fallecía por el coronavirus. Meyer lo definió en 24 horas de Radio Nacional como "uno de los símbolos de la represión más criminal del franquismo".

"Le conocía de antes porque formaba parte del Partido Comunista de España y del 70 al 72 participé en todas las luchas por la libertad y amnistía en España", explicó el político de IU, que también relató cómo se conocieron: en la universidad, mientras González Pacheco estaba infiltrado. Una vez lo detuvo, lo torturó como a tantos otros que se cruzaron junto a él en una celda: "Su técnica era hacer sucumbir la voluntad de la persona detenida y contar con información nueva para seguir deteniendo a personas". "Yo podía aportarles fotografías, testimonios, manifestaciones clandestinas...", añadió Meyer que, también contó cómo 'Billy El Niño' simuló una falsa ejecución para hacerlo hablar: "En el momento que comprendieron que, pese a todo, no iba a hablar, 'Billy el Niño' sacó su pistola, la montó sin bala y me disparó con ella pensando en que me derrumbaría". "Era lo normal en todas las personas que pasaban por sus manos", lamentó.

Meyer reconoce que estas imágenes lo atormentaron y que "claro que queda trauma", pero que estos "se superan con la lucha, como la de miles de personas que consiguieron tumbar la dictadura". Por último, el político de IU expresó su "gran indignación porque haya muerto sin ser juzgado" y que "es una anomalía europea que muera con las condecoraciones de su régimen". "Se debería poner punto y final a esto y los poderes del Estado deben asumir su responsabilidad de una vez por todas y ofrecer reparación a todas las víctimas del franquismo", sentenció Meyer.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reconocido que desconocía la decisión de la dimisión de Yolanda Fuentes, hasta hoy directora general de Salud Pública de Madrid, y ha designado a Antonio Zapatero, director del hospital de Ifema, como nuevo líder del servicio de salud madrileño. Hoy mandarán su propuesta a Sanidad para que autorice o rechace que Madrid avance de fase.

Con todo, la presidenta madrileña no ha explicado los motivos por los que ha dimitido Yolanda Fuentes, quien se hizo cargo del Servicio Madrileño de Salud desde el 24 de septiembre de 2019 y persona al frente de la gestión de la crisis de la COVID-19 desde hace 45 días.

Seguira habiendo un gran control en la región de la capital, pero el confinamiento obligatorio se levantará el próximo lunes 11 de mayo. El Gobierno recomienda, no obstante, que los más vulnerables lo mantengan de forma voluntaria. Asimismo, el Ejecutivo de Macron ha anunciado una nueva fase de desconfinamiento a principios de junio para aquellos departamentos con menos circulación del virus si siguen estando en buenas condiciones sanitarias.

En cuanto a París, la capital controlará el transporte público de forma estricta y no descartan nuevas medidas si no se respetan las distancias interpersonales y otras reglas de seguridad. Por último, respecto a la situación de los hospitales, el Gobierno galo ha revelado que la tensión sigue siendo alta en ciertas partes del territorio y decreta una paga libre de impuestos para los facultativos de las residencias de ancianos.

Informa el corresponsal de Radio Nacional en Francia, Paco Forjas.

Si Nueva York nunca dormía es porque, entre otras cosas, su vida bajo tierra no lo hacía. Pero por primera vez en su más de un siglo de recorrido, el metro cierra de forma planeada durante la noche. Solo dos huracanes habían logrado antes detenerlo unos días. La pandemia del coronavirus ha llevado a las autoridades a desinfectarlo cada madrugada durante meses, dice el alcalde, "la mayor operación de la historia", según el director de transporte. [Coronavirus: última hora en directo

En algún momento tras la desescalada durante la pandemia del coronavirus, volveremos a la oficina de uno en uno, guardando la distancia de seguridad, con mascarilla y gel. Una vez protegidos, toca sentarse. Bien a dos metros del compañero o separados por un nuevo elemento: la mampara. Son las nuevas normas de distancia social, que suponen una importante inversión económica. [Coronavirus: última hora en directo