- Reclaman en concepto de responsabilidad patrimonial de la administración por el decreto del estado de alarma
- El procedimiento tiene doce meses de plazo para resolverse en vía administrativa
- Además del personal sanitario, otras profesiones se declararon esenciales debido a la pandemia
- A día de hoy, el sentimiento de la mayoría es el cansancio y un deseo común: la vacuna
El confinamiento por la pandemia, un año después
Se ha cumplido un año desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento en casa. Lara, con sus 88 años, pasó 3 meses sola y sin salir de su hogar. Mateo, a través de videos caseros y por la ventana nos contaba lo difícil que era vivir en un espacio pequeño. David fue uno de los trabajadores esenciales. Él se sentía culpable, porque le daba miedo llevar el virus a casa donde acababa de nacer su hija.
[Coronavirus: última hora en directo
Foto: Una vecina se asoma a la ventana de su vivienda en donde permanece confinada, hace un año, en Ourense. EFE/ Brais Lorenzo
Se cumple un año desde la declaración del estado de alarma en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó en rueda de prensa los detalles del Decreto, después de un Consejo de Ministros histórico. [Última hora del coronavirus]
Foto: Getty Images
El 14 de marzo de 2020 el Gobierno decretó el estado de alarma y cambió la vida de todos. Es, sin duda, una fecha que quedará marcada en el calendario. [Última hora del coronavirus]
Foto: Una viandante pasa delante de una tienda en Oviedo (EFE/J.L. Cereijido)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma el 14 de marzo de 2020 debido a la propagación del coronavirus en España. Durante estos doce meses más de 3,1 millones personas se han contagiado de COVID-19 por todo el territorio y la cifra de fallecidos notificados supera los 72.000. También ha llegado la vacunación y al menos un 8% de la población española ha recibido ya al menos una dosis. Coronavirus: última hora.
Foto: Personal sanitario protegido con EPIs en la planta covid del Hospital Universitario de Álava -Txagorritxu. EFE/ David Aguilar
- En Canarias, aunque con pocos contagiados, el Estado de alarma se vivió igual que en el resto de España
- Desconcierto y cansancio, las palabras más repetidas
Este domingo se cumple un año de que se decretara el primer estado de alarma como medida para tratar de frenar los contagios de coronavirus. En Parlamento nos preguntamos si esta medida ha sido eficaz o no. El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, José María Morales Arroyo, afirma que dentro de las posibilidades, era la medida "más disponible". "La eficacia se valora en función de los resultados, y no son buenos", sentencia el catedrático, y deja claro que "no estaba del todo bien diseñado para hacer frente a la pandemia de estas características" en comparación con otros países que pusieron en marcha mecanismos específicos para ello. Se podría haber ajustado la ley para hacerla más funcional, dice. Esta medida "no está preparada para el estado autonómico", señala, y apunta a la falta de coordinación entre las CC.AA. que tienen las competencias en sanidad, y el Gobierno central.
- Mascarillas, brotes, toques de queda, vacunas y otros hitos del último año en España y el resto del mundo
- Un año del estado de alarma: así fueron los días de marzo de 2020 que llevaron al confinamiento
Belén Barreiro, socióloga, fundadora y CEO de 40DB y ex presidenta del CIS, ha sostenido en 24 horas de RNE que la sociedad española ha cambiado “considerablemente en algunas cosas” durante este último año: “Ha sido un año en que el hogar lo ha protagonizado todo y las restricciones nos han llevado a cambiar muchos hábitos”. La principal consecuencia de la “reorganización de la vida en torno al hogar” es la digitalización: “Un 50 por ciento de los españoles se siente ahora más capaz de utilizar herramientas digitales”. Sin embargo, Barreiro ha lamentado que la intensificación de la capacitación digital no se produzca de forma uniforme en la sociedad porque, ha explicado, la brecha digital ha aumentado y las personas más desfavorecidas siguen atrás. “La pandemia deja una sociedad más digital que ha reducido la brecha generacional pero no la brecha social”.
Este domingo se cumple un año de la declaración del estado de alarma que paralizó nuestras vidas. El estadillo de la ‘crisis del COVID’ llevó al Gobierno a decretarlo y prorrogarlo durante meses. A día de hoy todo sigue girando en torno a la pandemia. Vivimos entre mascarillas y distancia social y con la esperanza de que las vacunas nos permitan volver a cambiar de vida. Es un reportaje de Javier Monterde y Julio Leyte
El 14 de marzo de 2020 el Gobierno declaraba el estado de alarma en todo el territorio durante 15 días. Desde entonces, pocas cosas han vuekto a ser como antes. Por eso en Radio5 queremos saber, un año después, ¿qué resumen hace la ciudadanía de estos 365 días? Nos lo cuenta Iratxe Llarena
“Desolador” es el adjetivo que utiliza el sector de las bebidas espiritosas para definir el 2020, con una caída del negocio de entre el 30 y el 50 por ciento. Antes de la pandemia el sector aportaba a la economía española 7.600 millones de euros y el 70 por ciento de la producción de bebidas destiladas se vendía a hoteles, restaurantes y cafeterías. Desde la Federación de Bebidas Espiritosas exigen ayudas directas, como en Alemania, que cuantifica en unos 2.300 millones de euros. En el caso del vino, el sector factura unos 6.500 millones de euros anuales, pero ha sufrido un fuerte desplome de ventas con las restricciones en hostelería y restauración.
Los cierres también hundieron las ventas de los ibéricos entre un 40 y un 60 por ciento, según el producto. Pero la interprofesional buscó alternativas en la venta online y la promoción en carnicerías para amortiguar la caída.
Las ventas del cortero lechal o de ternasco se han desplomado entre un 20 y un 30 por ciento, aunque en Aragón y Castilla y León el desplome alcanzo entre un 60 y un 80 por ciento. El consumo en casa, la venta online y las exportaciones esperanzaron a los ganaderos.
El sector del vacuno también ha sufrido, porque la mayoría de su producción iba destinada a la hostelería. Tras el impacto inicial, el sector se ha reajustado y deja atrás una producción que fue récord en 2019.
Un reportaje de Iñigo Inchusta.
En 24 horas de RNE, desde la discoteca madrileña Samsara, repasamos la situación de un sector clave de la economía española un año después de la declaración del estado de alarma en España.
En 2020, la economía de España se hundió un 11 por ciento tras seis años de crecimiento. El parón fue en seco, la recuperación todavía está por llegar y las previsiones alargan ese inicio de los brotes verdes. En un año de pandemia, el paro ha alcanzado los 4 millones y 900.000 personas están acogidas a un ERTE. Una de las principales industrias españolas se desplomó: España recibió en 2020 un 77 por ciento menos de turistas extranjeros y la hostelería cifra en 67.000 millones de euros las pérdidas y calcula que 680.000 empleos están en el aire.
Juan José Blardoni, director de Hostelería Madrid, ha destacado en 24 horas de RNE que han podido facturar un 50 por ciento y ha denunciado que “todas las medidas han sido restrictivas para la hostelería sin demostración de que en esos espacios se produzcan contagios”. Desde Burgos, Fernando de la Varga, presidente de la Confederación Regional de Hostelería de Castilla y León, ha declarado en 24 horas de RNE que la Comunidad ha sido la más restrictiva y su capacidad de facturación ha sido “dantesca”: “A veces es difícil entender las medidas”.
En Canarias, Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Establecimientos Turísticos, ha sostenido en 24 horas que 2020 fue “terrible” para el turismo. “Las empresas no se mantienen solas y los cierres perimetrales fueron desastrosos y son medidas que no se pueden tomar sin estar acompañadas de medidas económicas”.
Los tres han celebrado el anuncio del Gobierno de las ayudas directas, aunque creen que llegan tarde: “La mejor ayuda es permitirnos trabajar”.
En enero de 2020 España tenía 168.000 bares, 70.000 restaurantes y casi 13.000 hoteles. Después llegó la pandemia y sin turismo y con la vida social limitada algunos no han podido sobrevivir.
El coronavirus se ha llevado por delante la mitad de la facturación de la hostelería en 2020, una caída sin precedentes: 67.000 millones de euros. Desaparecieron, al menos, 60.000 establecimientos. La mayoría de las empresas del sector, son pymes.
Los concursos de acreedores en hostelería se dispararon cerca de un 36 por ciento en 2020, un 125 por ciento solo en febrero. La mitad de los ERTE los concentra la hostelería, en el peor momento, protegieron a más de 930.000 trabajadores y todavía hay 440.000 acogidos a este mecanismo. También ha habido despidos: se cuentan unos 300.000 afiliados menos que un año atrás.
Un reportaje de David Vidueiro para 24 horas de RNE.
La pandemia declarada por la OMS hace hoy un año sorprendía a la España vaciada inmersa en una lucha constante por sacar del olvido a un mundo más cercano a lo rural. Un mundo con otros ritmos y más calidad de vida pero con algunas carencias que dificultan que sea una vida de ensueño. Extremos, todos ellos, que se han hecho aún más visibles con la crisis sanitaria. En Radio5 estamos en la localidad zamorana de Montamarta con nuestro compañero Evaristo Lobato.
En 24 horas de RNE, los servicios de emergencias, los agentes de la Policía Nacional y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias han explicado cómo han vivido el último año en el que no han dejado de trabajar y de prestar sus servicios.
Desde la sala de crisis del 112, Carlos Novillo, director de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, ha sostenido que “la explosión de llamadas llegó en febrero y principios de marzo, reclamando información que no teníamos”.
Alfonso Segura, oficial de Bomberos de la Comunidad de Madrid y jefe del Servicio de Extinción y Rescate, ha destacado la voluntad de los parques de bomberos y ha explicado que la implicación del cuerpo comenzó con el reconocimiento en residencias: “Lo más duro fue ver a la generación de mayores irse de esa manera”.
Aurelio Soto, jefe de Comunicación Pública de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha relatado que recuerda “con crudeza” lo que ocurrió en las residencias: “No podíamos darles todo lo que ellos habían dado por nosotros”.
Francisco López Gordo, jefe Provincial de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en Madrid, ha recordado la “pesadilla” que fue la falta de material durante los primeros días: “Incluso faltaban sudarios para los féretros”.