El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha llegado hoy a Kiev. Es la primera parada de una gira que le llevará también a Berlín y concluirá este viernes en Ginebra, donde se reunirá con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para intentar rebajar la tensión en la crisis ucraniana. Antes de reunirse con el presidente y las autoridades del país, Blinken ha apelado a Putin a elegir una vía pacífica, y ha advertido de que el Kremlin está aumentando sus efectivos en la frontera, lo cual le daría la posibilidad de actuar de forma incluso más rápida. En este escenario asegura que podría haber respuesta en coordinación con sus aliados occidentales, aunque considera que la solución última a esta crisis depende de la voluntad del presidente ruso, Vladimir Putin.
El presidente de Ucrania, Volodimyr Zelenski, ha agradecido a Blinken el apoyo que la Casa Blanca presta a Kiev y está convencido de que se contará con ellos para llegar a una solución al conflicto. Desde Moscú dicen, por su parte, que son la entrega de armas a Ucrania y las maniobras militares occidentales las reponsables de elevar la tensión. Con todo, el viceministro de exteriores ruso, Sergei Riabkov, está convencido de que no hay riesgo de una guerra a gran escala en Europa y asegura que Rusia ni atacará ni invadirá Ucrania.