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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que los estadounidenses y sus aliados responderían "de forma decisiva" ante una invasión rusa.

Biden ha transmitido también a Zelenski que hay una "clara posibilidad", aunque no seguridad, de que Rusia invada Ucrania en febrero, y ha abierto la puerta a eviar más ayuda económica. 

SAUL LOEB / AFP

Estados Unidos ha rechazado formalmente las exigencias de Rusia, que incluían el que Ucrania no entrara en la OTAN. La Casa Blanca ha reivindicado el derecho de los países a elegir sus propios acuerdos de alianzas, por lo que Rusia dice estar decepcionada con esta decisión. Pero ahora, después de hablar constantemente sobre Estados Unidos y Rusia, nos detenemos en Ucrania, la verdadera protagonista.

Para los ucranianos, la realidad es que no están más preocupados que hace unos meses porque, dicen, este solo es un episodio más de los 8 años de guerra que llevan con Rusia. Por eso, la posición del ejecutivo es "no añadir más leña al fuego" y mantener la calma, aunque, si finalmente hubiese un conflicto, la capacidad de Ucrania, sin apoyos, sería insostenible. Rusia es la segunda potencia militar del mundo y tiene el cuádruple de soldados en activo, por lo que Kiev confía en que, si hay conflicto, Occidente les apoye.

Informa Alejandra Martínez

Estados Unidos ha respondido este miércoles a las exigencias que Rusia le formuló la pasada semana durante la reunión de sus representantes de Exteriores en Ginebra. Washington ha rechazado la petición de Moscú de limitar la expansión de la OTAN a otros países europeos, tal y como ha señalado el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, en rueda de prensa.

Foto: PATRICK SEMANSKY / POOL VÍA REUTERS

Tanto Washington como la Unión Europea han advertido a Rusia de que pueden imponer sanciones si la amenaza a Ucrania se mantiene. Hemos analizado con José María Marín Quemada, catedrático de Política Económica de la UNED, qué tipo de sanciones pueden ser las que más afecten al país de Putin. Él cree que las que tienen que ver con la economía, porque la economía rusa, “no es muy fuerte”. Su desconexión financiera “sería un golpe importante”. También el aislamiento tecnológico podría ser una posibilidad que hiciera daño a la industria y al avance del país. En todo caso, cree que las sanciones, tanto económicas como comerciales serán importantes para Rusia, tanto si vienen de la UE como, por supuesto, “si llegan de la ONU y ya no digamos de EEUU”. Las exportaciones rusas de la UE suponen casi el 40%, por lo que una restricción en este sentido tendría un impacto importante. La respuesta rusa, eso sí, podría tener que la energía: “ahí somos extraordinariamente dependientes”.