Yegor, un joven recluta ruso, falleció hace dos meses en el buque insignia de la flota rusa, el Móskva, alcanzado por dos misiles ucranianos, según Kiev. Según las leyes rusas, el joven no debería estar ahí y así lo denuncia su padre, quien pide justicia y respuestas.
En Rusia, el servicio militar es obligatorio, pero está prohibido enviar a zona de combate a los reclutas. El caso de Yegor no es uno aislado. El presidente Putin prometió que solo habría militares profesionales en la guerra de Ucrania, pero su portavoz de Defensa reconoció la presencia de reclutas en el país. Según la Fiscalía militar rusa, son al menos 600.
Moscú afirma que se trata de un error y anuncian medidas disciplinarias contra altos mandos militares a los que culpan de la decisión.
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