En solo una noche, las autoridades griegas han tenido que atender el naufragio de dos embarcaciones. Una de ellos, en la isla de Cítera, ha dejado más de 20 muertos. Los residentes en la zona se han unido a las tareas de rescate ayudando con cuerdas a las víctimas , que habían encallado en una zona empinada y peligrosa de la costa.
El otro barco se ha hundido en medio del mar, al este de la isla de Lesbos, provocando la muerte de 16 mujeres. En la embarcación viajaban 40 personas. La guardia costera se enfoca ahora en la localización de los desaparecidos.
Los vecinos apuntan a que se trata de una situación, desgraciadamente, habitual en el país. El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, se ha pronunciado alegando que es momento de que tomen medidas “sustanciales” para impedir que se repitan más pérdidas humanas.