Muchos británicos están hartos de la situación política tras la dimisión de Liz Truss después de tan solo 45 días en el cargo, y piden la convocatoria de elecciones anticipadas. Sin embargo, son sobre todo quienes se inclinan por los laboristas. En cambio, los conservadores ya piensan en sus candidatos para suceder a Truss. Y uno de ellos, que cuenta con bastante apoyo entre las bases, es Boris Johnson.
La carrera electoral para suceder a Liz Truss como primer ministra se ha abierto. Después de 12 años en el poder, el Partido Conservador quiere evitar a toda costa celebrar elecciones anticipadas. De momento, suenan nombres ya conocidos para ocupar Downing Street. El favorito de encuestas y mercados, el ex ministro de Economía, Rishi Sunak. Se enfrentó a Liz Truss por su propuesta fiscal y gestionó la pandemia con Boris Johnson.
La pregunta bomba es si Johnson volverá a la carrera electoral. Para muchos es el único con carisma suficiente, pero salió por la puerta de atrás por escándalos durante la pandemia y despierta ampollas entre sus propios compañeros de partido.
La tercera mejor situada, la ministra de Relaciones con el Parlamento, Penny Mordaung. La vimos de maestra de ceremonias en la proclamación de Carlos III y podría ser la candidata de consenso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha visitado un polígono militar en la región de Riazán, a unos 200km al sureste de Moscú, donde se entrenan algunos de los 300.000 mil reservistas llamados a movilizarse para combatir, si fuera necesario, en la invasión a Ucrania. Según las imágenes difundidas por la televisión rusa, Putin disparó con un fusil de francotirador semiautomático. Otra de sus abundantes demostraciones de fuerza con la que animar a la población rusa en general y en concreto, a los reservistas movilizados desde septiembre. Una decisión que fue mal recibida por muchos en Rusia y que provocó la huída del país, para evitar ser llamados a filas, de muchos rusos.
Pol Morillas, director del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB) ha explicado en el Canal 24 Horas de TVE que es "es difícil que haya elecciones anticipadas en el Reino Unido".
"No es probable que los conservadores provoquen elecciones anticipadas" con una moción de censura o con una petición parlamentaria, ha explicado.
Morillas no cree que Boris Johnson vaya a sustituir a Truss. "Una vuelta de Boris Johnson abre grietas respecto a su figura, es poco probable que pueda alcanzar los 100 diputados" necesarios para competir en la elección interna de los conservadores para elegir al nuevo primer ministro. "Quien está mejor posicionado es Rishi Sunak", ha afirmado.
Morillas cree que en la crisis británica han intervenido, además del Brexit y "las crisis continuas del Partido Conservador", el que la agenda de gobierno de Liz Truss no fuera refrendada en unas elecciones. "Truss hizo un giro de guión respecto a la agenda de gobierno, sobre rebajas de impuesto y demás, que en las últimas elecciones no fueron el centro de la propuesta de gobierno". "Lo que realmente podría solventar el caos político son unas elecciones, probablemente en un año", ha añadido.
Foto: AP Photo/David Cliff
La primera ministra británica, Liz Truss, anunció ayer su dimisión tras 45 días de mandato. El Partido Conservador quiere acelerar los trámites para tener cuanto antes un sucesor o sucesora porque si hubiese elecciones, probablemente las perderían. En Las Mañanas de RNE, Robin Niblett, ex director Chatham House, ha asegurado que el Partido Conservador está profundamente dividido y que “no importa quién lo lidere, seguirá muy dividido.” Tras esta dimisión, Niblett considera que seguramente haya elecciones “antes de que termine 2022 o a principios de 2023.” Asegura que esta crisis en este partido refleja una crisis política en el país, pero recalca que “el Partido Conservador tiene una guerra civil interna muy emocional y relacionada con estar ‘a favor’ o ‘en contra’ de Boris Johnson.” Explica que es un momento muy turbulento para el país porque a esta crisis política se le suma una crisis económica.
Jersón se prepara para una gran batalla después de que Rusia haya ordenado la evacuación de civiles de la ciudad ante la ofensiva del ejército ucraniano en esa región del sur del país, una de las cuatro que se anexionó Putin hace unos días. Lo analizamos con Jesús Manuel Pérez Triana, analista de seguridad y defensa.
El exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo (PP), ha afirmado que España vive una crisis política "muy seria" con la "fragmentación del mapa político, la radicalización y la ingobernabilidad". Como ejemplo, ha puesto la aprobación de leyes y decretos, como la reforma laboral o el estado de alarma, que han salido adelante "porque lo apoya Vox" o por un error en la votación, en referencia a Alberto Casero.
"Necesitaríamos un pacto para repartir los costes de la crisis: unos nuevos Pactos de La Moncloa. Y eso no se puede hacer sin un gran entendimiento entre las fuerzas políticas", ha opinado el exministro.
Por otro lado, preguntado por la dimisión de Liz Truss, García-Margallo ha señalado que la situación que vive el reino Unido en los últimos años es "consecuencia directa del Brexit" y de las implicaciones económicas que ello ha tenido, especialmente con una asignatura pendiente: Irlanda del Norte. "Truss no se ha dado cuenta de que el 'turboliberalismo' de Thatcher no es posible", ha continuado diciendo, tras lo cual ha considerado que el declive de los conservadores británicos comenzó a raíz de David Cameron y los dos referéndums: el de Escocia y el de la salida de la UE.
En Alemania ya hay hospitales con problemas para afrontar los altos precios de la energía, según su ministro de Sanidad, y podrían terminar cerrando. Mientras, los datos del covid siguen empeorando en el país, aumentando la presión hospitalaria.
Si David Cameron hubiese sabido lo estaba por venir, quizá nunca habría dado a elegir a los británicos entre permanecer en la Unión Europea o marcharse. Días después del referéndum que avaló el Brexit, el jefe de los diputados conservadores, Graham Brady, llamó al número 10 de Downing Street. A Cameron le traicionó el micro de corbata que llevaba puesto y le escuchamos canturrear aliviado después de dimitir y exclamar "¡Bien!".
Llevaba seis años al frente del gobierno y en los seis siguientes otros tres primeros ministros 'tories' han pasado por el número 10 de Downing Street. Todos, con la misma losa sobre sus espaldas: el Brexit. Primero ponerlo en marcha y, después, hacer de Reino Unido la potencia autosuficiente que habían vendido durante la campaña.
En Italia el presidente Mattarella ha empezado hoy la ronda de consultas previa al encargo de formar gobierno que, se da por hecho, recaerá en Giorgia Meloni. La ultraderechista sigue perfilando su ejecutivo con sus socios de coalición, y ya ha marcado algunas líneas rojas.
Liz Truss llegó a ser primera ministra después de que una reina, Isabel II, le encargara la formación de un nuevo gobierno. Ahora ha sido un rey, Carlos III, quien 44 días más tarde ha aceptado su renuncia. Su mandato ha sido el más corto de la historia del Reino Unido.
Llegó con la promesa de impulsar la economía bajando los impuestos y sin recortar el gasto público, pero a los mercados financieros no les salían las cuentas. La libra se desplomó, el FMI alertó de que aumentaría la desigualdad y el banco de Inglaterra tuvo que salir al rescate de la economía británica.