Tras el apuñalamiento que acabó con la vida de tres personas en Solingen, Alemania, algunos vecinos de la zona se dicen inseguros, pero también indignados con el uso político del atentado que está haciendo la ultraderecha. Uno de cada cinco ciudadanos de Solingen nació fuera del país. Las autoridades apelan a la unidad de todos pero muchos sienten que el atentado ha abierto una herida por la que se cuelan el miedo y la división.
Foto: INA FASSBENDER / AFP